Esta tarde arranca la nueva Champions League. Con un formato innovador y un plan de negocio al alza que ya se evidenciará en esta primera temporada. Mientras la sombra de la Superliga no desaparece del todo, la Uefa ha presentado unos números de récord en lo que a facturación y distribución se refiere. El organizador plantea unos ingresos brutos de 3.908,2 millones de euros sólo con la venta de derechos de la máxima competición de clubes del mundo, con un crecimiento del 22% interanual, según datos de la confederación analizados por Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook.
A los clubes participantes irán a parar 2.467 millones, a repartir entre los 36 equipos que competirán en un nuevo sistema de todos contra todos, que les garantiza cuatro partidos como local –con su correspondiente taquilla– y un mínimo de 18,6 millones de euros sólo por participar. En el anterior ciclo, este mínimo garantizado era de 15,6 millones por rendimiento deportivo, a lo que se añaden los bonus por coeficiente y por el valor del mercado audiovisual del país respectivo.
La Uefa garantiza un mínimo de 18,6 millones a cada club participante en la nueva fase de liguilla; a ello se sumarán los bonus por coeficiente y por el valor del mercado audiovisual del país
El reparto alcanza el 78% si se incluyen los equipos de Europa League y Conference League. Desde hace años la Uefa completa con dinero de la máxima competición el incremento de pagos a los clubes de esa segunda y tercera categoría. De hecho, esta temporada ya se repartirán cerca de 600 millones en Europa League, tras un alza del 17% interanual. Para los clubes de Conference se reservan otros 300 millones, tras sumar casi 50 millones esta temporada con los nuevos formatos de competición de liguilla en una primera fase. Así las cosas, la Europa League y Conference League percibirán un 158% del negocio que generan.
Asimismo, otro puntal del plan de Aleksander Čeferin para tener unidos a los clubes europeos que no formaron parte del proyecto original de la Superliga son los denominados pagos de solidaridad. Ese dinero de las competiciones europeas que llegan a los equipos que no las juegan. El dinero para esta partida se dispara un 70% esta temporada, pasando de 260 millones a 440 millones de euros. Otros 25 millones irán a parar a impulsar la Champions femenina y la Youth League juvenil, frente a los 10 millones que se reservaban hasta la fecha. La Uefa también asume todos los gastos de arbitraje (16 millones sólo en Champions), así como de producción, tecnología y organización (incluyendo viajes y logística) ligados a los partidos. De sumarse toda esta inversión, el porcentaje que se queda la organización del negocio de la Champions menguaría más. En los últimos años, Uefa viene repartiendo el 93,5% de la facturación neta entre los clubes; se queda, por tanto, con el 6,5%.
¿Pero de dónde se obtienen estos ingresos? Principalmente, por dos ámbitos: televisión y publicidad. El ticketing –a excepción de las finales– de los partidos van a parar a las arcas de los clubes. Los derechos audiovisuales y la revalorización de los contratos fuera de Europa generarán 3.322 millones de euros sólo con la Champions, un 25% más que hace dos temporadas. La Europa League y la Conference valen 475 millones de euros, con un menor incremento interanual. En total, 3.796 millones por televisión. En Estados Unidos, por ejemplo, la CBS pagará 250 millones de dólares anuales (245 millones de euros, a la hora de la firma del contrato en agosto de 2022) durante el ciclo 2024-2030, un 66% más respecto al anterior contrato. En España, Movistar+ viene pagando 320 millones de euros por temporada, en un acuerdo que por ahora se extiende hasta 2026-2027.
La otra pata es la comercial, donde la organización ha sumado 100 millones extra desde 2022-2023. En concreto, se prevén ingresar 652,8 millones de euros, de los que el 90% corresponden a la Champions League (y la Supercopa de Europa). En este apartado la Uefa cuenta con un pool corto, de ocho marcas, que congregan toda la atención durante las noches europeas, ya que la competición obliga a ocultar todo rastro de otras marcas que no sean las que aparecen en la equipación de juego. Ahí están Adidas, que acaba de renovar como balón oficial, y otros históricos como Lay’s (PepsiCo), Heineken, PS5 (Sony) y Mastercard. En los últimos años se han sumado marcas de otros sectores relativamente nuevos en el patrocinio deportivo como Crypto.com y JustEat.
El campeón se lleva más de 130 millones
En los últimos años el campeón ha superado los 130 millones de euros de recompensa por levantar el título. Ahora, con el nuevo formato, la organización ha decidido que, del total del reparto, un 10% irá a pagos de solidaridad, con un 7% (308 millones de euros) para los clubes no participantes en Europa y un 3% (132 millones de euros) para los caídos en las rondas de clasificación.
Pero más allá de las cantidades, la novedad más relevante se encuentra en el sistema de reparto del dinero. La Uefa ha pasado al primer lugar el variable del rendimiento deportivo (que se centra en cuán lejos llega el equipo en la competición), para el que se reserva el 37,5% del prize money, 7,5 puntos porcentuales más que en ciclo actual. Asimismo, también crece, en 2,5 puntos, el trozo del pastel que se distribuye en partes iguales. Ahora alcanzará el 27,5%. Y para poder elevar ambas partidas, ha reducido al 35% (diez puntos menos que en la actualidad) el dinero a repartir por market pool y coeficiente Uefa. Una noticia que afectará, a priori, a los grandes clubes, que tendrán un fijo menor a partir de ahora.
Con cada victoria, el ganador se embolsará 2,1 millones (frente a los 2,8 millones que se cobraba hasta ahora) y 700.000 euros por el empate (900.000 euros en 23-24). Eso sí, el pasar de ronda vale más: 11 millones de euros por pasar a octavos (9,6 millones antes); 12,5 millones, por los cuartos (10,6 millones); 15 millones, por las semifinales (12,5 millones); y 18,5 millones por disputar la final (15 millones). El campeón, además, se llevará 6,5 millones extra.
Todos contra todos
Entrando en el fondo del nuevo formato de competición, que está garantizado al menos para el ciclo 2024-2027, destacan tres puntos: el fin de la fase de grupos, una clasificación global, más partidos y más equipos. La idea es clara, más rondas eliminatorias, más partidos entre clubes grandes para aumentar la atención de la audiencia y más partidos en casa para que los clubes aumenten los ingresos por taquilla. Todo ello en un todos contra todos con el que la Uefa confía en revitalizar la competición y maximizar ingresos para los clubes.
Con el formato suizo, como se le conoce, los clubes competirán contra el resto en una primera fase con una clasificación común. Cada club disputará ocho partidos contra ocho equipos distintos, cuatro en casa y cuatro fuera, y sus resultados se sumarán a la clasificación general. Además, participarán cuatro clubes más que hasta la fecha, y esto implica directamente en el calendario, ya que la primera fase irá de septiembre a finales de enero, acabando con el tradicional parón de Navidad que dejaba a los clubes sin competiciones europeas durante casi tres meses.
Asimismo, la Champions gana en cuota de pantalla con un día más de partidos: a los tradicionales martes y miércoles de Champions, se le suman los jueves, con el descenso de atención que supone para la Europa League y la Conference League. Al menos será así en las siete primeras jornadas, puesto que la última de la fase de liga será unificada con 18 encuentros al mismo tiempo.
Los ocho primeros de esta fase se ganarán el pase a los octavos de final como cabezas de serie, cuyos rivales saldrán de la ronda previa que disputarán del noveno clasificado al vigesimocuarto. En esta eliminatoria a ida y vuelta, los cabezas de serie serán los clubes clasificados del noveno al decimosexto, lo que significa que tendrán el factor campo a favor. Los últimos 12 clubes serán eliminados de todas las competiciones, con lo que también se pone fin a la posibilidad de caer a la Europa League tras ser eliminado de la Champions.
A partir de cuartos, la competición sigue el formato tradicional de eliminatorias a doble partido, pero el resultado en la fase liga será el principal condicionante en cada uno de los emparejamientos. Es decir, las posiciones de la fase liga determinarán el cuadro de competición de tal manera que el primero y el segundo clasificado no se podrán enfrentar hasta llegar a una hipotética final, elevando así el incentivo competitivo de cada partido en primera fase.
Sobre Intelligence 2P
Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de 60 clubes de LaLiga, Liga F y Primera Federación; 200 clubes de ligas europeas; 22 clubes de ACB y Primera FEB y otra veintena de Euroliga, Eurocup y BCL.
La plataforma también contabiliza la asistencia a todos los eventos deportivos, de entretenimiento y música en España, así como más de 24.000 contratos de patrocinio en el mercado español y otros 7.000 contratos de las ligas europeas y norteamericanas de fútbol y baloncesto, segmentados por competición, tipología de activos, marcas, categorías de producto y valor económico aproximado de cada acuerdo. Si quieres más información, contacta con nosotros a través de intelligence@2playbook.com.