El viernes volverán los aficionados a los campos de Primera en Alemania. Los gobiernos de los 16 estados federados del país han llegado a un acuerdo para la vuelta de los aficionados a los estadios de la Bundesliga: el estreno de esta “prueba piloto” será con un partido grande, el Bayern-Schalke 04 de esta próxima jornada liguera en el Allianz Arena de Múnich.
A pesar de que los encuentros de este fin de semana en la máxima categoría serán el plato grande de esta nueva normalidad en la vuelta de la afición a los recintos futbolísticos, ya se han disputado recientemente varios partidos con público en la primera ronda de la Copa de Alemania. En Dresde, el Dynamo tuvo el aliento de cerca de 10.000 personas en su estadio.
En el caso de esta apertura de la Bundesliga, la cifra será similar, ya que se permitirá sólo la ocupación del 20% de los asientos del estadio, con un número mínimo de 1.000 espectadores.
No obstante, en caso de que en una ciudad determinada el número de nuevos contagios en una semana esté por encima de los 35 por cada 100.000 habitantes, se prohibirá el acceso de público al estadio.
Además, y por norma general, se eliminará la habitual cuota de entradas para el equipo visitante, las localidades deberán ser personalizadas y habrá obligación de usar mascarilla y de mantener una distancia mínima de 1,5 metros entre personas que no sean del entorno familiar. Todo ello, medidas que ayudarán a evitar posibles contagios dentro del recinto.
Inicialmente habrá una fase piloto de seis semanas y posteriormente, en caso de que tenga éxito, se mantendrá para el resto de la temporada. “Se trata de un experimento, de una prueba inicial”, dijo el jefe del Gobierno bávaro, Markus Söder, el estado más escéptico ante la posibilidad de permitir el regreso de espectadores a los campos de fútbol.