La NCAA claudica y pagará a sus deportistas de élite. La liga universitaria estadounidense ha acordado con sus cinco grandes conferencias destinar 2.700 millones de dólares (2.493 millones de euros) a compensar por daños a deportistas de los últimos diez años, según han informado en un comunicado. La NCAA ha acordado esta medida con un acuerdo extrajudicial con los demandantes y con algunos de los Estados, con los que espera cerrar las tres grandes demandas federales antimonopolio que tiene abiertas actualmente.
La NCAA y las conferencias también han acordado que, por primera vez, serán las propias universidades las que pagarán a los estudiantes-atletas. Les permitirá repartir hasta 20 millones de dólares (18,5 millones de euros) anuales a cada una. Hace dos años ya se vio forzada a incluir el denominado como NIL Programme, que permitía a los deportistas firmar patrocinios y obtener ingresos por la venta de sus derechos de imagen o ser compensados económicamente por las universidades más allá de la beca.
“Las cinco conferencias autónomas y la NCAA hemos acordado los términos de este paso tan importante para continuar con la reforma del deporte universitario, que proporcionará beneficios a los estudiantes-atletas y dará más claridad al deporte en todas las divisiones en los próximos años”, ha asegurado Charlie Baker, presidente de la NCAA.
Los cinco comisionados de las conferencias han destacado en un comunicado conjunto que “este acuerdo es la hoja de ruta para que el Congreso y los líderes de la industria deportiva garanticen que esta es la única institución americana que puede continuar ofreciendo oportunidades incomparables a millones de estudiantes. Toda la División I ha hecho posible este progreso, y hemos trabajado mucho para implantar los términos mientras continuaba el proceso legal”.
Se podrán beneficiar de este acuerdo todos los deportistas que eran elegibles en 2016. Como compensación, las partes demandantes han acordado que ningún otro jugador pueda demandar a la NCAA por compensaciones adicionales o violaciones antimonopolio, y retirarán las tres demandas abiertas actualmente. El acuerdo extrajudicial aún debe ser aprobado por la jueza Claudia Wilken, que lleva los tres casos. Se espera que el nuevo reparto y el pago de compensación empiecen en la primavera de 2025.
El presidente de la Universidad de Notre Dame ha asegurado que “aunque el acuerdo es indeseable en muchos sentidos y solo proporciona estabilidad temporal, es necesario para evitar lo que hubiera supuesto la bancarrota del deporte universitario”. “Ahora el Congreso debe aprobar la ley y el marco legal estatal que garantice que los atletas son estudiantes y no empleados, y que proporcione protección a futuras demandas antimonopolio”, ha añadido.
Precisamente ese será el siguiente gran debate de fondo. Ya se ha dado el primer caso de un equipo de baloncesto que ha montado su propio sindicato para ser reconocidos como empleados, y no como estudiantes, alegando el lucro y el potencial económico de las universidades a costa de su trabajo e imagen. La NCAA, por su parte, presiona en el Congreso para blindarse con una nueva ley que evite que germine este debate.
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