Pocas veces antes un anuncio había generado tanto deseo y, a la vez, tanta confusión. “Vuelve el público a LaLiga”, titulaban ayer todos los rotativos españoles tras el anuncio del Gobierno, a última hora de la tarde, de la reentré de los aficionados a los estadios del fútbol profesional, así como a los pabellones de la ACB. La buena nueva, eso sí, venía con condiciones: sólo podrán abrir sus puertas los recintos de los clubes de comunidades que estén en el nivel 1 de alerta de Covid. El lío estaba armado. ¿Asturias cómo anda? ¿Volverá el Atleti al Metropolitano? “En Baleares estamos por debajo de 50 casos”, tecleaba un tuitero.
La realidad es que, por ahora, sólo los equipos de la Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares y Región de Murcia están confirmados. Los de las dos primeras regiones, por el propio ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; mientras que en las otras dos regiones han sido los propios clubes quienes han informado de la noticia a sus socios. Al resto les toca esperar, y varios de este grupo de excluidos se quejan: “Desvirtúa la competición”, criticaba ayer la UD Logroñés.
Uno de los grandes rivales de los riojanos por la permanencia en LaLiga SmartBank, el FC Cartagena, ya ha anunciado la vuelta del público en su próximo partido en casa ante la UD Almería. También se abrirán las puertas en Son Moix, la casa del RCD Mallorca. Baleares y la Región de Murcia están, eso sí, al filo porque, aunque es uno de los principales criterios, la incidencia de los 50 casos por 100.000 habitantes, no es la única métrica que decide en que nivel de alerta se sitúa cada comunidad autónoma, recordaba ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
El aforo máximo en estadios y pabellones será del 30%, con un tope de 5.000 personas. En el Mallorca, por ejemplo, el club permitirá la entrada a 4.086 abonados y, para el reparto, realizará un sorteo ante notario. Además, se deberá garantizar en todo momento una distancia de 1,5 metros entre los espectadores, que no podrán comer, ni beber ni fumar. “Sólo agua, que se repartirá por personal del estadio”, explicó Darias. Y todos deberán usar una mascarilla FFP2 sin válvula, una exigencia que se le requerirá en la puerta, donde se tomará temperatura a todas las personas, sin distinción.
Para las entradas y salidas a los recintos, se dividirán a los aficionados por sectores con el fin de que los movimientos del público sean escalonados y siempre bajo la vigilancia del personal responsable.
Varios de los clubes que no podrán acoger público denuncian que la medida “desvirtúa la liga”
Esto lo explica el Atlético de Madrid, el primer club de LaLiga Santander que ha detallado cómo realizará este proceso cuando se le dé el OK -si se le da- para la entrada de su afición al Wanda Metropolitano. “Esto es algo cambiante día a día”, reconoció Darias respecto a la posibilidad de que unas regiones puedan permitir la apertura de los recintos deportivos y otros no.
“El 50% de las entradas destinadas para socios se asignarán por número de socio, el otro 50% se sorteará entre el resto de socios. Todos los que quieran asistir deberán solicitarlo. Las entradas serán gratuitas”, detalló el club colchonero en un comunicado.
Los socios que quisieran asistir al partido para el que se ha elaborado el plan, el Atlético de Madrid-CA Osasuna de este domingo, deberán registrarse previamente y solicitar una entrada a través de la web del club. “La inscripción no se abriría hasta que el club tuviera la autorización definitiva y conociéramos el aforo realmente disponible”, reconocen desde la entidad.
La incertidumbre y la vuelta “asimétrica” -como declaraba ayer la directora general del Cartagena, Rebeca García- ha generado el rechazo de buena parte de los equipos, sobre todo, de los excluidos. “No es la decisión que hubiéramos querido todos, aunque nuestro club está muy contento de poder tener ya la vuelta del público”, reconocía.
Desde los clubes de LaLiga, reunidos ayer, se lamenta que no haya mayor claridad sobre qué partidos se verían afectados por la medida, ya que el Gobierno no ha dado mayor información que la de la barrera del nivel 1 de alerta.
La intención de la gestora del fútbol profesional español es que la experiencia de estas dos últimas jornadas ligueras en Primera -y de cuatro, en Segunda- sirva para el arranque de la 2021-2022. Además, cabe recordar que, en junio, la Euro 2020 pasará por Sevilla donde La Cartuja acogerá a 16.000 espectadores.
“La vuelta proporcional de público en todos los estadios de LaLiga iría en coherencia con la apertura de otros eventos en el sector cultural y deportivo”, solicitaba tras la reunión de la competición.
Por ahora, los partidos que recibirán público en LaLiga Santander serán el Villarreal-Elche y Valencia-Eibar de la jornada 37; y de la última jornada, el Elche-Athletic, el Levante-Cádiz y el Celta-Real Betis. El Valencia, por ejemplo, ya realizó un protocolo sobre prioridad al socio en la renovación de abonos. El descuento en la compra de entradas será de hasta el 50%, con un mínimo del 10%.
Tras autorizarse la presencia de espectadores en las dos últimas jornadas de LaLiga, el Valencia CF recuerda a modo de información de servicio de cara al partido de este domingo ante la SD Eibar los derechos y ventajas para el abonado que se comunicaron el pasado verano en el dosier de compensación de abonos y que tendrán vigencia mientras se disputen partidos con limitación de aforo.
En Segunda, además de los encuentros del Cartagena y del Mallorca, podrán tener público los del CD Castellón y el Lugo.
En la ACB, el cometido es menos urgente. Hay un mayor espacio de tiempo, por la disputa del play-off, pero los pabellones de la Fuente de San Luis (Valencia Basket) y Fontes do Sar (Obradoiro) serían, a priori, los primeros en recibir público. A ellos se podría sumar el MoraBanc Andorra, a quien el Principado le permite meter aficionados. Sin embargo, al competir en ACB, restan a la espera de saber la postura de la competición para elaborar el plan de reentrada.
Apenas mitigará la caída del ‘ticketing’
La reapertura en estas últimas jornadas apenas serviría para solucionar el agujero de ingresos en el área de ticketing, pero sí suavizará el golpe con la entrada de algo de facturación adicional. Aún más importante pensando a medio plazo, permitirá testar la logística y el control de cómo debe ser el acceso del público. En el caso de LaLiga, a mitad de curso se pidió a los equipos un ajuste extra de 285 millones de euros asumiendo que no habría público, aunque la pérdida total de ingresos durante la pandemia por matchday fue de 165 millones en 2019-2020 y 683 millones en 20202-2021.
El regreso de público a los partidos de LaLiga y ACB era una media ampliamente reivindicada por los clubes, que no entendían que en las competiciones no profesionales se permitiera la presencia pública y, en cambio, las dos con más recursos para establecer mecanismos de control tuvieran prohibido abrir las gradas.
El golpe en el baloncesto
La gestora del baloncesto español profesional no ha dado a conocer cuál es el impacto económico de disputar lo que va de temporada sin público en las gradas, pero el negocio de la venta de entradas y abonos generó 33,4 millones de euros a los clubes de la ACB en 2018-2019, según los datos facilitados por el Consejo Superior de Deportes.
La ACB anunciará las fechas y el formato del play-off una vez se concrete por parte de Fiba la fecha de finalización de la temporada. Por el momento no se contempla un final como del curso anterior, con una sede única en Valencia, pero sería una fórmula para maximizar los ingresos y asegurar cierta equidad a la hora de evitar enfrentamientos en los que un club sí tenga apoyo de la afición local y el otro no.
Sobre esta cuestión, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, recordó días atrás que la comisión delegada de la gestora, compuesta por 14 de los 42 clubes, aceptó la medida, “incluso teniendo en cuenta y siendo conscientes de que habría clubes que podrían no tener público, si así lo requiriese su comunidad autónoma”
