El Valencia CF vuelve a ampliar capital de la mano de Peter Lim. El magnate singapurense ha puesto en marcha una operación acordeón en el club de LaLiga, por la que reducirá capital en 28,93 millones de euros y, posteriormente, le inyectará 17,65 millones mediante la compensación de préstamos. El objetivo de este movimiento no es otro que compensar las pérdidas de la entidad deportiva, que para 2021-2022 contemplaba un agujero de 50 millones de euros en sus cuentas.

La operación deberá aprobarse en la junta de accionistas convocada para el próximo 12 de diciembre, si bien Lim cuenta con la mayoría necesaria para sacarla adelante. Tras esta capitalización de deuda, la inversión del máximo accionista ya ronda los 160 millones de euros desde que se hizo con la propiedad en 2015.

Ahora bien, es un importe equivalente al de las pérdidas asumidas por el club desde entonces, sin que esta inversión haya servido para dar el salto cualitativo que se quería. El Valencia CF está hoy lejos de haberse establecido como un equipo con presencia recurrente en competiciones europeas y ha sido incapaz de desencallar el proyecto del nuevo estadio, que finalmente sí podrá salir adelante con los fondos de CVC y LaLiga Impulso.

Tras esta nueva operación acordeón, la segunda desde la llegada de Lim, es previsible que su peso en el accionariado vaya a más. Ya el año pasado se incrementó, del 84,76% al 90,1%, pues los minoritarios nunca han podido cubrir el montante total que les correspondería para mantener su porcentaje. En esta ocasión, el resto de socios del Valencia CF podrán aportar en torno a 3 millones de euros si quieren o pueden.

De momento se desconoce cuál es el cierre económico de 2021-2022, si bien el anuncio de la ampliación de capital da a entender que se ha cumplido el escenario dibujado hace unos meses. Fue la retornada presidenta, Layhoon Chan, quien en un encuentro con medios anticipó que el agujero del ejercicio rondaría los 50 millones de euros.

El movimiento no sólo dota de solidez patrimonial al club, sino que también le permitirá reducir su deuda, pues ahora ya no habrá más compromisos pendientes con Lim. Todo eso ayuda a entender el por qué del aumento de su límite salarial, que LaLiga ha elevado de 30,90 millones en 2021-2022 a 75,84 millones en 2022-2023, muy lejos de los 177 millones que llegó a tener autorizados antes de la pandemia.

Ahora, y tras dos años sin apenas realizar inversiones en futbolistas, el mayor acreedor en el pasivo del Valencia CF será LaLiga por los fondos de CVC, que computan como préstamo participativo. En su caso son aproximadamente unos 80 millones de euros, dedicados casi en su totalidad al nuevo estadio.

Un estadio de 120 millones, 66.000 asientos y financiado por CVC

La palanca que ha decidido activar el Valencia para Mestalla es CVC. Como ya informó en meses previos, tendrá a su disposición 80 millones de euros, tres cuartas partes de los 120 millones de euros que prevé cueste ponerlo en marcha. Asimismo, Layhoon y las administraciones han llegado a diversos acuerdos de calado para el proyecto, que una vez finalizado alcanzaría una inversión total de 300 millones de euros.

El estadio, finalmente, tendrá 70.000 asientos, tal y como se firmó en la ATE y exigía el Ayuntamiento. Sin embargo, la representante del club che ha detallado que “queremos trabajar por fases en función de la asistencia que tenemos. Si observamos la estadística de asistencia en los últimos 15 años, la asistencia media es de 35.000 personas; y la más alta, de 43.000”. Al respecto, el compromiso de la entidad es abrir con 66.000 localidades, a las que se incluirían 4.000 más en las nueve terrazas de ocio y restauración que se construirán en el campo. “He intentado convencer al alcalde y la vicealcaldesa de que es muy importante mantener las nueve terrazas porque es lo que lo convierten en un estadio único”, ha justificado Layhoon Chan, que ha avanzado su interés en poder incluir al Nuevo Mestalla en la lista de estadios candidatos a albergar el Mundial de 2030.