El Valencia CF continúa en su dura y larga travesía por el desierto. El club ché, sin Europa, sin público en Mestalla y con la crisis de la Covid-19 azotando la industria deportiva, se dejó 31 millones de euros a cierre de 2020-2021. Así, durante la pandemia, sus números rojos superaron los 39,2 millones de euros, según las cuentas anuales de la entidad, a la que ha tenido acceso 2Playbook. Además, la situación no mejorará esta campaña: la previsión es perder otros 36,6 millones de euros.
El agujero económico de la última temporada podría haber sido mayor e irse a más de 50 millones de euros. La razón es que el consejo de administración decidió revertir la provisión de 23,83 millones que mantenía por la posible sanción de la Comisión Europea (CE) por ayudas de Estado.
Pese a que hay un recurso de casación contra el fallo del Tribunal General de la Unión Europea (Tgue) el club considera que ya no existe el riesgo, una cuestión de la que advierte EY en su informe de auditoría. Así, incluye un párrafo de énfasis sobre esta cuestión, matizada con que “el grupo cuenta con el apoyo financiero para garantizar la continuidad de las operaciones”.
De confirmarse la previsión para este curso, entre 2019 y 2022, el Valencia habrá asumido unas pérdidas totales de 75 millones de euros, cifra que alcanza los 170 millones desde la llegada de Peter Lim. La losa complica la ejecución de proyectos clave para la entidad como el Nuevo Mestalla, cuya ATE está en la cuerda floja desde hace meses. Por todo ello, el magnate singapurense ha decidido que inyectará 43,3 millones de euros en el club vía compensación de créditos.
Durante el último ejercicio, la entidad valencianista sufrió un ajuste del 37% en su negocio ordinario, hasta 108,5 millones de euros. En total, los ingresos de la entidad en 2020-2021 alcanzaron los 152 millones, lo que supone una caída del 8% interanual. El golpe más duro fue el de la taquilla, pues pasó 12,5 millones a 0 euros por cuotas de socios y abonados.
Para esta temporada, la previsión no es mejor. El club ché estima facturar 104,27 millones de euros de negocio ordinario, y se compromete a obtener otros 37,7 millones por plusvalías con la venta de futbolistas. Ello en un mercado de traspasos seco tras la pandemia y el ahorro contemplado por buena parte del fútbol europeo.
Por ahora esta partida se encuentra a cero en 2021-2022. En la última campaña, sin embargo, la entidad valencianista logró un total de 42,45 millones tras las ventas a la Premier League de Ferran Torres (Manchester City) y Rodrigo Moreno (Leeds United), las más cuantiosas. A ellas se suman los traspasos en el mercado nacional de Geoffrey Kondogbia (Atlético de Madrid) y de Dani Parejo y Francis Coquelin, ambos con dirección al Villarreal CF.
Por segmentos, la televisión aportará 71,31 millones de euros en 2021-2022, un 14% menos que en 2020-2021, manteniéndose como la gran generadora de ingresos en el negocio del club. Un retroceso que se comerá todo el crecimiento previsto por la reapertura de estadios. También caerá la partida de competiciones, en un 44%, pero apenas aporta 3,3 millones de euros.
Entre lo positivo, la entidad volverá a facturar tras la Covid por abonados y socios, con una previsión de 9,89 millones de euros, aunque la cifra es un 20% inferior a la era prepandémica.
El negocio comercial también se mantiene por debajo de la era pre-Covid, pero crecerá un 2% interanual, con 19,73 millones de euros. Cabe destacar la entrada de Socios.com como main sponsor, como sustituto obligado -por el decreto ley contra las casas de apuestas- de Bwin. Mantiene estables sus acuerdos con su socio técnico, Puma, Skoda o Sailun Tyre, y ha firmado un patrocinio a medio plazo con Samtrade FX, presente en la trasera de la camiseta.
En cuanto a los costes, el consejo presidido por Anil Murthy sólo pudo rebajar el pago de nóminas en un 9% interanual, hasta 97,33 millones de euros, a través de acuerdos con el primer equipo de fútbol. En cuanto a las amortizaciones de inmovilizado, estas cayeron también un 23%, hasta 51,12 millones de euros, por la anterior política deportiva que se basó en realizar importantes adquisiciones de futbolistas. Este año llegará a los 43,20 millones, un 15% menos.
