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El Valencia CF aplica una nueva quita a Bankia y Lim le refinancia 54,5 millones de euros

El club ha reevaluado la devolución real que realizará al banco por un préstamo de 61 millones en el que participa CaixaBank, del que hoy sólo tendría que devolver cinco millones. El dueño presta con televisión y futbolistas como garantía.

valencia cf gol 20 21

El Valencia CF es uno de los clubes con un mayor desequilibrio financiero y excesivo nivel de apalancamiento. Los bancos analizan con atención la evolución del club, especialmente Bankia y CaixaBank, que en su día aceptaron convertir un préstamo en un profit sharing agreement (PSA), por el que una deuda de 61 millones sólo se devolverá en función de su rentabilidad económica. Y hoy, tras cerrar 2019-2020 en pérdidas y anticipar un nuevo agujero en 2020-2021, de ese importe sólo tendría que pagar 4,98 millones de euros, según las cuentas a las que ha accedido 2Playbook.

“El valor razonable de dicho pasivo financiero viene determinado sustancialmente por la consecución de una serie de hitos y variables financieras hasta el vencimiento de la deuda”, que hace dos años ya se decidió estirar hasta 2026 para ganar tiempo e intentar que el equipo de fútbol pudiera alcanzar la sostenibilidad que hace cinco años que busca y no consigue.

El problema para Bankia y CaixaBank, con 56 millones y 5 millones de euros, respectivamente, es que las proyecciones financieras hasta 2030 han rebajado el potencial de crecimiento del Valencia CF. Se mantiene el objetivo de vender los terrenos de Mestalla y completar las obras del nuevo estadio, pero deportivamente ya sólo se asegura jugar alternativamente en Europa y se mantiene fiar la generación de beneficios a la compraventa de futbolistas.           

Este préstamo también es una de las anclas que ayuda a entender que Peter Lim no venda, pues los acuerdos asumidos en 2014-2015 establecen que este préstamo debería amortizarse de forma anticipada en caso de que el magnate singapurense pierda la mayoría accionarial del Valencia CF o de Meriton, el vehículo de inversión que utilizó para la compra del club.

“Este asunto se considera un riesgo significativo de auditoría”, señala EY en su informe. En el mismo, se recuerda que la actualización del valor razonable del crédito (lo que finalmente se pagaría) también ha permitido a la dirección anotar unos ingresos financieros de 14,59 millones de euros. Y sólo una mejora repentina del ebitda en los próximos cinco años podría permitir a sus dos principales acreedores recuperar algo más de lo que hoy vaticina el plan de negocio diseñado por el comité de dirección que encabeza Anil Murthy.

Bankia mantiene un préstamo hipotecario de 129,17 millones de euros del que no se produjo ninguna amortización en 2019-2020 pese a que habrían correspondido 14,6 millones aproximadamente; de no mediar refinanciación, el pago total de esta deuda deberá realizarse en junio de 2029.

Es más, el banco presidido por Ignacio Goirigolzarri, que negocia su integración precisamente en CaixaBank, decidió dar aún más pulmón al conjunto ché con la novación de la póliza de crédito que mantenía limitando el saldo disponible a 15,5 millones con vencimiento a 30 de junio de 2025 y un interés del 3,8%.

Con CaixaBank sí logró cancelar casi 1,4 millones, dejando el principal a devolver en 16,59 millones de euros hasta finales de marzo de 2028. En total, la deuda neta en términos de LaLiga se incrementó, de 291,6 millones a 304,1 millones de euros, ya que el magnate singapurense volvió a apoyar con liquidez al Valencia CF.

Las cuentas recogen que Lim firmó un nuevo préstamo a 30 de junio de 2020 por 16,5 millones de euros, cuya devolución en septiembre de 2021 está garantizada con los derechos sobre cuatro futbolistas del primer equipo. Además, refinanció 38 millones, dejando la amortización de 15 millones antes de junio de 2021 y el resto con posterioridad.

Por último, las cuentas recogen que se pudo apuntalar aún más la estrangulada tesorería del conjunto valencianista con la obtención de una línea de confirming por seis millones de euros que deberá pagar antes de diciembre de 2021 y está garantizada con un 10% de los ingresos por televisión.

Muestra de los problemas de liquidez del Valencia CF es que en pleno verano tuvo que negociar un acuerdo con la plantilla para aplazar entre 13 meses y 17 meses el pago de parte de las remuneraciones que tenía que abonar el 1 de agosto. El importe adeudado asciende a 16,23 millones de euros, a los que se deberán añadir los intereses de demora que se generen.

Estos pagos están recogidos en las cuentas de 2019-2020, un ejercicio marcado por los estragos de la pandemia. La caída de ingresos y las dificultades para conseguir acortar los gastos en consonancia provocaron que las pérdidas del último ejercicio se situaran en 8,02 millones de euros y que la previsión para 2020-2021 sea incrementar las pérdidas hasta 26,4 millones si no hay un fuerte ajuste de plantilla y se dan salida a varios futbolistas, como ya informó ayer 2Playbook.

El problema para Lim es que la institución continúa arrastrando varios problemas ligados a las operaciones inmobiliarias que promovieron anteriores propietarios. Sin ir más lejos, las cuentas del último año recogen un deterioro de 15 millones en el valor de los terrenos de Mestalla, que ahora se sitúa en torno a 94 millones de euros, ante la imposibilidad de dar con un comprador y, por lo tanto, cumplir el compromiso de vender las parcelas en 2021 y trasladarse entonces al nuevo estadio.

Esta dotación podría revertirse si el Valencia CF logra un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad para ampliar el plazo en el que cumplir los compromisos de la Actuación Territorial Estratégica (ATE), por el que se añadiría edificabilidad terciaria a la residencial autorizada en el planeamiento vigente. Porque, lo que tienen claro en los despachos del club, es que el ansiado traslado no llegará en el corto plazo.

De cara al nuevo curso, el Valencia CF asume que, aun apuntándose ingresos audiovisuales de 2019-2020, el tijeretazo del negocio ordinario se irá al 30,9%, hasta 118,91 millones de euros. El golpe se concentra sobre todo en competiciones, pues no jugar en Europa supondrá pasar de 60,8 millones a 2,32 millones por este concepto. La recaudación por abonados bajará un 36,4%, hasta 7,94 millones, por el impacto de los descuentos en compensación por el cierre de 2019-2020 y el retraso en la apertura de los estadios.

Por el contrario, la factura audiovisual se disparará un 20,7% y alcanzará 89,39 millones de euros, mientras que el área comercial se contraerá un 22,2%, hasta 19,27 millones, por la ausencia de los habituales bonus en caso de clasificación europea y el impacto de la pandemia en los presupuestos de las marcas.

Con tal de absorber este golpe, el club se ha impuesto recaudar 41 millones en traspasos, ya garantizados con las salidas de Ferran Torres y Rodrigo Moreno a la Premier League. Además, las bajas de Dani Parejo y Francis Coquelin permitirán que la partida de nóminas retroceda un 18,9% interanual, hasta 88,85 millones de euros. Y aun así, nada que pueda evitar unas pérdidas de 26,4 millones de euros, en línea con las de los primeros años de Peter Lim como accionista.

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