Pocas compañías han tenido una apuesta tan decidida por un club de baloncesto como Unicaja. La entidad financiera es el paradigma de la estabilidad del patrocinio a un club de la ACB, pero también de una apuesta clara por parte de una organización privada al deporte de la canasta. Y en el año previo a la Covid-19 no hubo una excepción. La Fundación Bancaria Unicaja, propietaria del club de la ACB, inyectó 2,85 millones de euros en el club para “reestablecer el equilibrio patrimonial” en 2019, según se desprende de los datos de las cuentas anuales extraídos por 2Playbook Intelligence, la herramienta de inteligencia de mercado de 2Playbook.

A la aportación de la Fundación de la entidad financiera se suman 3,22 millones de euros aportados por Unicaja Banco en concepto de patrocinio, ya que la compañía da nombre al equipo y es la marca con más visibilidad en los activos del club, tanto en el frontal de la camiseta como en el pabellón Martín Carpena. En total, 6 millones de euros aportados en 2019, que incluye la primera mitad de 2019-2020.

A fecha de la formulación de las cuentas anuales, el 28 de mayo de 2020, en España se declaró el estado de alarma por la Covid-19 y, si bien la sociedad “desconoce el posible efecto en los estados financieros” de 2020, “considera que en cualquier caso no serán significativos para la sociedad”, según se recoge en la memoria.

La entidad no sufre por su viabilidad gracias al apoyo de la Fundación Bancaria Unicaja, accionista único del club, con el que tiene suscrita una póliza de crédito que asciende a 6 millones de euros. “Se encuentra disponible íntegramente al cierre del ejercicio” y, con ella, el club “atiende las necesidades de tesorería debidas a la estacionalidad de los flujos de efectivo”.

Pero, ¿cómo cerró Unicaja Málaga 2019? En el año previo a la Covid-19, el club facturó 8,2 millones de euros, un 20,8% menos, y sufrió unas pérdidas de 2,86 millones, un 40,2% más que el año anterior, que fueron compensadas por su accionista.  Todas las líneas de negocio empeoraron, pero la que más lo hizo fue la del reparto de la ACB, siendo la televisión la más relevante.

El reparto de la ACB cayó un 42,5%, hasta 310.000 euros, mientras que los ingresos por competición lo hicieron un 66,9%, hasta 460.000 euros. En esta partida se incluyen los casi 327.000 euros de taquilla, pero no los abonos y socios, que se resintieron un 2,9%, hasta 1,66 millones de euros.

En cuanto a comercial, este departamento aportó 5,8 millones de euros en 2019, un 14,1% menos. En esta categoría se incluyen los 3,2 millones de euros que aporta Unicaja por el patrocinio principal. Este contrato se facturó a través de dos acuerdos: uno por 1,64 millones, y otro por 1,58 millones de euros. El primero se firmó el 2 de enero de 2019, y el segundo el 15 de noviembre de ese año.

Al margen está el resto de contratos de esponsorización por 2,45 millones de euros, y la venta de merchandising, por 155.430 euros. Entre los patrocinadores destacan Málaga con sus distintas marcas turísticas, la Junta de Andalucía y Benahavís, entre otras.

Los gastos de personal cayeron un 7,1%, hasta 7,03 millones de euros, de los cuales 5,97 millones correspondieron a la plantilla del primer equipo. La partida de otros gastos de explotación, que cubre alquileres, activaciones de patrocinio y viajes, cayó un 13,5%, hasta 3,4 millones de euros.

A cierre de 2019 el club no tenía deudas a largo plazo, pero sí a corto y por un total de 2,1 millones de euros. Los compromisos de pago con proveedores casi se doblaron hasta un millón de euros, mientras que las remuneraciones pendientes de pago se elevaron hasta 730.200 euros. La deuda con Hacienda y la Seguridad Social se mantuvo estable, con 278.700 euros, mientras que los compromisos con otras entidades deportivas se contabilizaron por 79.570 euros, casi la totalidad con la ACB como acreedor.

Un 2019-2020 con afectaciones por la Covid-19

Pese a que en las últimas cuentas anuales se apunta a que el efecto de la pandemia “no será significativo” en la sociedad, la principal afectación en su negocio reside en los ingresos por ticketing, socios y abonos. Estas partidas generaron un total de 1,9 millones de euros, lo que representó un 23% de los ingresos totales de la entidad. Por el momento, se ha jugado más de la mitad de la temporada sin público en las gradas, situación que tuvo que afrontar el club malagueño desde mediados de marzo de 2019-2020.

De ahí que varios equipos de la ACB hayan pedido al Gobierno ayudas económicas financiadas con los fondos europeos para mitigar el impacto de la pandemia y de jugar a puerta cerrada, tal y como adelantó 2Playbook el pasado 21 de diciembre.

Si bien desde la ACB no se ha instrumentalizado una petición formal al Consejo Superior de Deportes (CSD) para recibir ayudas económicas, el presidente de la asociación, Antonio Martín, sí que envió una carta el Gobierno pidiendo  abrir los pabellones con un aforo limitado a 500 personas, la misma cifra que el CSD ha recomendado a los deportes no profesionales que compiten en recintos cerrados.

“El impacto negativo en la economía de nuestros clubes es considerable y la gran responsabilidad que han demostrado en los últimos meses merece la confianza para la progresiva vuelta de sus aficionados con la máxima seguridad”, apuntó Martín, el pasado otoño.

Los clubes de la ACB cerraron 2018-2019 con unos ingresos de 33,5 millones de euros a través del matchday, que contabiliza el cobro de abonos y la venta de entradas, así como el negocio asociado al día de partido, como la consumición en el recinto. Si bien el negocio audiovisual y el vinculado al patrocinio son las dos principales líneas de ingreso de los clubes de la ACB, la venta de entradas y abonos es un pilar relevante en su negocio.