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De Unicaja al Cabildo pasando por Juan Roig: ¿quiénes son los dueños de los clubes ACB?

El mapa accionarial de la ACB revela la presencia de mecenas de distinto perfil, figura clave en un momento en que algunos clubes de la Liga Endesa piden ayudas directas al Gobierno y otros amplían capital con el apoyo de sus accionistas.

Baskonia - Joventut. ACB Photo
Baskonia - Joventut. ACB Photo

A. Carretero / P. López

Unicaja inyecta otros 6 millones en el club de la ACB para compensar las pérdidas pre-Covid. Movistar Estudiantes levanta un millón para hacer frente a la temporada post-pandemia. La Penya ampliará capital por 4,9 millones para mitigar el impacto de la Covid-19. Son tres operaciones que han trascendido en los últimos dos meses, y que demuestran el compromiso de los accionistas de los equipos de la ACB para rearmar el balance de los clubes en el momento más complicado que atraviesa la industria deportiva en España en toda su historia. Una situación que ha llevado a varios clubes a pedir ayudas al Consejo Superior de Deportes (CSD) para recibir parte de los fondos europeos, con los que mitigar el impacto de la Covid-19. ¿Qué equipos cuentan con más músculo en su accionariado para capear el temporal?

Un vistazo al accionariado de los clubes de baloncesto basta para concluir que son hermanos del fútbol y los que cuentan con apoyo de las administraciones públicas los que están en primera línea. Por ejemplo, los equipos de LaLiga soportan las pérdidas de Barça Bàsquet, Real Madrid Baloncesto o Coosur Real Betis, que se hizo con el control del Baloncesto Sevilla (y su deuda) por un euro en 2017.

Aquellos que son propiedad de la Administración, como Herbalife Gran Canaria, reciben año a año dinero público, mientras que que el mecenas Juan Roig es la garantía de continuidad en la élite del Valencia Basket. El año pasado inyectó en el club 16 millones de su patrimonio personal, y el club comunicó que el presupuesto de 24,8 millones para esta temporada “se compensará con los ingresos provenientes de la principal aportación de Roig y Hortensia Herrero, complementada con los ingresos propios”. El 71,6% del club está bajo su control a través de, Forvasa, que es el brazo inversor del negocio de los supermercados.

Tres de los 19 clubes de la ACB cuentan con un único accionista: Unicaja Málaga, propiedad del banco con sede en la ciudad; Herbalife Gran Canaria, controlado por el Cabildo, y Ucam Murcia, propiedad de la Universidad que le da nombre. Todos ellos han mantenido la sección de baloncesto mediante inyecciones de capital periódicas. De hecho, la Ucam aportó 3,1 millones de euros al club a través de una subvención y un préstamo participativo para garantizar su continuidad en 2018-2019, y Unicaja Málaga ha ido inyectando recursos para compensar las pérdidas año a año. En 2017 y 2019 aportó 2,85 millones en cada temporada, por los 2,25 millones de 2016.

Tres clubes de LaLiga cuentan con equipo en la ACB; Baskonia, que compró al Alavés, recibe un fee anual por la gestión

Otros tres clubes cuentan con el apoyo del fútbol, como son Real Madrid, Barça y Real Betis. Los dos primeros no son sociedades anónimas deportivas y cuentan con miles de socios, mientras que Real Betis, que sí que es sociedad anónima deportiva (SAD), también tiene un capital muy repartido. La estructura del fútbol es la que aporta recursos para los equipos de baloncesto. De hecho, Barça y Madrid perdieron 54,5 millones en 2019-2020, mientras que el Real Betis compró el Baloncesto Sevilla por un euro, a cambio de hacerse cargo de su deuda y definir un plan de negocio que permita hacer autosostenible la sección.

Otros clubes de la ACB tienen un accionariado muy atomizado y no cuentan con una estructura apoyada en el fútbol, lo que los hace más vulnerables a una situación como la actual. Es el caso de Baxi Manresa, que desde su conversión a sociedad anónima deportiva (SAD) en 1992 ha tenido un capital muy repartido. Los socios que acudían a los partidos suscribieron acciones y alrededor de quince empresas de la ciudad se sumaron al apoyo; sin embargo, la única entidad con más de un 10% de acciones es Foment del Basquet, Fundació Privada, dedicada a la promoción del baloncesto en Manresa, que ostenta el 14,7% de los títulos.

Esta organización emite acciones que hoy tiene en autocartera a quienes desean suscribir títulos; del mismo modo, cuando la organización necesita ampliar capital y no logra el objetivo por otros socios, compra títulos para cumplir esa meta. En la actualidad, el club del Bages cuenta con 2.000 accionistas, entre los que destacan en torno a treinta entidades, incluido el Ayuntamiento de Manresa, que en conjunto suman en torno al 50% del capital.

Otro ejemplo es Lenovo Tenerife, donde el 82% lo controla la afición, empresas e instituciones de la isla. El accionista principal es Iberostar, con un 12%. Gipuzkoa Basket, por ejemplo, tiene un 17,2% en acciones autocartera, y el resto de los accionistas están por debajo del 5%. Sin embargo, la entidad cuenta con un núcleo duro de socios, entre los que están los expresidentes Miguel Santos y Nekane Arzallus, y el actual, Ignacio Núñez, que suman un paquete accionarial suficiente para dar estabilidad a la gestión.

Movistar Estudiantes también está en el grupo de clubes con capital repartido. De hecho, el 38,7% está en manos de pequeños accionistas; el resto se reparte entre Fundación Estudiantes (19,62%), Ignacio Triana (12,46%), Fernando Galindo (11,56%), Vicente Olivenza (10,97%) y Club Estudiantes Baloncesto (6,64%), que son los únicos que tienen más de un 5% de títulos. Es decir, un control con acento fitness, pues sus tres inversores individuales más relevantes son socios de cadenas de gimnasios.

La propiedad del Bilbao Basket también está bastante repartida entre su afición, especialmente desde que Gorka Arrinda abandonó la presidencia y el día a día de la entidad cuando se fue a concurso de acreedores. En la actualidad, el club está dirigido por Isabel Iturbe y ella, junto a los miembros del consejo de administración, ostenta en torno a un 40%, quedando el resto en manos de pequeños accionistas. En cuanto al TD Systems Baskonia, Josean Querejeta ostenta un 57,6% de los títulos a través de la sociedad Lazkaokoa.

Uno de los accionistas que ha entrado con fuerza en un club de la ACB en los últimos años ha sido Scranton, el vehículo inversor vinculado a la familia Grifols y ejecutivos de la farmacéutica, que evitó que el Joventut de Badalona entrara en liquidación en 2018. El fondo se hizo con un 74,8% de club verdinegro a través de una ampliación de capital de 3,7 millones de euros, y en las próximas semanas es probable que aumente su peso al garantizar una ampliación de capital de 4,9 millones de euros que se votará a principios de marzo.

Scranton garantizará la ampliación de capital de 4,9 millones en La Penya

La voluntad de la dirección es que la operación permita que todos los accionistas mantengan su representación en el accionariado. Sin embargo, si no acudieran a la ampliación, Scranton garantizaría la operación y aumentaría su control, dando fuerza a la entidad para mitigar el impacto de la crisis sanitaria en su negocio. Ese refuerzo también ha permitido renunciar a vender el patrocinio principal por debajo del precio que consideran que tiene, aunque eso implique pérdidas anuales.

En el Casademont Zaragoza el principal accionista es su presidente, Reynaldo Benito, que a través de la empresa Business & Moments Group 2007, dedicada a la gestión y administración de propiedades inmobiliarias, controla más de un 38%. El club aún no ha depositado las cuentas del último ejercicio, por lo que se desconoce cómo queda el reparto accionarial después de la operación acordeón que se aprobó en enero de 2020 para equilibrar las cuentas y hacer frente a las pérdidas acumuladas. Benito amplió su peso en el capital a través de esta operación, pero antes de realizarse ostentaba el 38,8%, mientras que la Fundación Basket Zaragoza tenía un 15,93% y Lumbrada 2000, controlada por la familia Garcés, el 11,58%.

Monbus Obradoiro cuenta con varias empresas que controlan más de un 5% de los títulos, como Transportes Urbanos de Cuenta (23%), Castromil (11%), Obradoiro (10%) y Xesión de Actividades Deportivas e Espectáculos (7%). En cuanto a Hereda San Pablo Burgos, el club está en manos de dueño de la inmobiliaria San Pablo, Félix Sancho, que controla un 58%. También destacan José María San Miguel (15%), José Ignacio Martínez (10%), David Jesús Pozas (10%), Jesús Martínez (5%), José Miguel Martínez de Lecea (1%), el exjugador y actual director deportivo Albano Martínez (1%).

El Herbalife Gran Canaria no es el único club que cuenta con la Administración como accionistas, ya que el Ayuntamiento de Fuenlabrada ostenta el 29,6% del club a través del Patronato Municipal de Deportes de Fuenlabrada. El control lo tiene Silenia Asesores, en disolución, con un 69,7%.

Son varios los accionistas que han decidido dar un paso al frente para mitigar el impacto de la Covid-19. Roig, con su inversión constante en el baloncesto valenciano; Scranton, decidido a inyectar capital en La Penya; Unicaja, que suma más de dos décadas apoyando al equipo de baloncesto o el Cabildo de Gran Canaria, que no ha dejado de invertir en el Granca incluso en plena búsqueda de accionista privado… Otras entidades miran al futuro sin el apoyo de mecenas, la administración o el fútbol, y buscan alternativas para competir de tú a tú contra sus rivales y contra la crisis sanitaria que ha dejado a cero buena parte de su negocio por la puerta cerrada. 

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