La temporada 2022-2023 ha traído cuatro caras nuevas a la élite del baloncesto español. Se trata del Bàsquet Girona de Marc Gasol y el Covirán Granada, ambos en la ACB, y del Hozono Global Jairis y el Barça CBS en la Liga Femenina Endesa. Los cuatro parten con proyectos sólidos y con presupuestos en torno a los tres millones de euros en el caso de los equipos masculinos (por encima del mínimo exigido de 2,5 millones) y de en torno a 600.000 euros en los femeninos, también por encima de otros clubes que pelearán la permanencia en la categoría.
La presencia de nuevos clubes en Liga Femenina Endesa es más habitual que en ACB. En los últimos años se han consolidado nuevos proyectos como el de Valencia Basket o Casademont Zaragoza. El Barça CBS es un viejo conocido de la liga, al menos en parte.
Los blaugrana compitieron en Liga Femenina a principios de los años 2000 bajo el nombre CBF Universitari de Barcelona. Llegaron a ganar dos títulos de liga, una Copa y desaparecieron tras quedar subcampeonas en 2006. Tras disolver el equipo en 2007 se alcanzó un nuevo convenio con el Santfeliuenc hace más de una década.
La gestión recae en el segundo club, mientras que el Barça pone la marca y realiza una aportación económica y, esta vez sí, pone también nombre al equipo. Este año es superior, pues el salto de LF Challenge, la nueva segunda categoría de baloncesto femenino, a LF Endesa, ha requerido multiplicar el presupuesto por cuatro, de unos 150.000 euros a más de 500.000 euros anuales. El gasto será mayor si se consigue cerrar un patrocinador principal que aporte nuevos ingresos.
En cuanto al CB Jairis, el año pasado realizó un esfuerzo económico superior para buscar el ascenso. Organizó la final a cuatro en Alcantarilla, su municipio, donde se impuso por un solo punto en la final. Este año debuta en la máxima categoría femenina con un presupuesto de 600.000 euros y un pabellón de apenas 1.200 localidades. Junto al Alhama de la Liga F, es el único club femenino de Murcia que juega en Primera.
En cuanto a los dos clubes ACB, su caso es aún más anómalo. No solo son dos debutantes, sino que además ni siquiera han cumplido los diez años de vida. Marc Gasol fundó su proyecto de cantera en 2014 y en tiempo récord ha logrado situarlo en la élite. El presidente y también jugador del Girona no ha desvelado el presupuesto con el que competirán este año.
Se estima que se acercará a los tres millones, una barrera que ya superan todos los clubes de la liga. La misma que sí supera el Covirán Granada, que desde hacía un año había atado un incremento en los pagos de patrocinadores e instituciones públicas en caso de ascenso a la ACB. Su presupuesto será de 3,2 millones de euros en 2022-2023, por encima de otros como Carplus Fuenlabrada o Río Breogán.
Los gallegos, por ejemplo, arrancan la temporada con un presupuesto de 3,4 millones, aunque con asterisco. De estos, unos 750.000 euros van para cubrir sus compromisos de deuda con los máximos accionistas del club, por lo que el presupuesto real está en 2,6 millones. Lo mismo sucede con otros equipos como Surne Bilbao Basket, que, con un presupuesto de 3,5 millones, también destina un porcentaje anual a compromisos con sus acreedores.
En el caso del Granada, este verano ha tenido que cumplir otra particularidad. Se ha tenido que reconvertir a club deportivo y escindirse de la fundación, propietaria de la entidad. Esta tiene que ceder los derechos al equipo de baloncesto para que pueda utilizar su nombre al competir en Liga Endesa, algo parecido a lo que sucede con Movistar Estudiantes. No ha sido el mismo caso para el Girona de Gasol, que ya funcionaba como asociación deportiva.
Lo que sí es común para los cuatro clubes es el salto de abonados, que se han triplicado. Jairis suma ya 600 socios; Bàsquet Girona logró el sold out y ha pasado de 1.500 personas en LEB Oro a los 4.000 permitidos en ACB, ya que su pabellón, Fontajau, solo tiene capacidad para 5.000 personas y ya ha logrado el lleno en dos jornadas. Granada, por su parte, ha dado un salto similar y también supera ya los 4.000 abonados.