Andrea Agnelli dice ciao a la Juventus de Turín. El presidente del club italiano ha anunciado que deja el cargo tras más de doce años al frente de la entidad, a la que llevó a lo más alto en lo deportivo, con nueve ligas consecutivas y dos finales de la Champions League en la última década, pero que está inmersa en una deriva económica y de imagen que ya suma un lustro. Junto a Agnelli marchan toda su junta directiva, incluyendo al vicepresidente, Pavel Nedved, y al director general, Maurizio Arrivabene.
Exor, el holding neerlandés de la familia Agnelli, ha elegido a Gianluca Ferrero como nuevo presidente del club. Ferrero es un gerente, consultor y empresario italiano licenciado en ciencias económicas. Es presidente del Consejo de Auditores de Fincantieri Luigi Lavazza, Biotronik Italia, Praxi Intellectual Property, entre otras empresas. También es vicepresidente del directorio de la Banca del Piamonte y miembro del directorio de Italia Independent Group.
“Como asesor de empresas, auditor, miembro de los consejos y comités de varias empresas, Ferrero tiene una importante experiencia y las competencias técnicas necesarias, así como una auténtica pasión por el club bianconero, lo que le convierte en la persona más cualificada para desempeñar este papel”, ha explicado Exon en un comunicado.
Por otro lado, en el lugar de Arrivabene entra Maurizio Scanavino, director general del grupo editorial L’Espresso (Gedi) que controla Exor. El ejecutivo italiano tendrá plenos poderes para trabajar en el club, que ahora deberá cambiar la totalidad de su junta directiva, ya que junto a Agnelli se han ido todos los miembros del consejo.
Se da la circunstancia de que el próximo año se celebrará el centenario de los Agnelli al frente de la Juventus. Comenzó Edoardo Agnelli y hasta hoy. En el caso de Andrea, que tenía el objetivo de modernizar la entidad ante las nuevas necesidades de la industria y la globalización sin freno de las primeras marcas del fútbol –entre las que se encuentra la Juve–, comenzó bien su andadura, pero, en el último lustro, su gestión de la propiedad ha tenido más oscuros que claros.
Primero fueron las plusvalías y el caso Prisma, que parece ser una de las principales razones que han llevado a su inesperada salida, según La Gazzeta dello Sport. Se trata de una investigación que salpica a Agnelli, Nedved y Arrivabene por un presunto falseamiento de las cuentas del club. Asimismo, los problemas judiciales del hasta ahora máximo dirigente juventino no acaban ahí, puesto que también se le acusó de inflar el valor de las compraventas de jugadores para anotarse plusvalías que le permitieran cuadrar los números al cierre de ejercicio. Fue absuelto por la Federación Italiana de Fútbol (Figc), pero mermó su imagen notablemente.
Y por último, Agnelli ha vivido sus peores años en pandemia. En lo económico, con un aumento de las pérdidas que ya arrastraba desde 2019 y que le han llevado a perder 613 millones de euros en el último lustro. Pero también en lo relativo a la gobernanza y a su influencia en la industria del deporte: el ejecutivo italiano era hasta hace poco tiempo el presidente de la ECA, la patronal de los grandes clubes del fútbol europeo, pero decidió sumarse al proyecto de la Superliga europea. Esto le llevó a tener que dimitir del cargo y a recibir críticas tanto de otros clubes como de la Uefa, de cuyo presidente, Aleksandr Ceferin, era muy cercano hasta entonces. Ahora se desconoce si Scanavino y la nueva junta directiva seguirán apoyando firmemente el proyecto, en el que sólo siguen Juve, Real Madrid y FC Barcelona.
El ya exdirigente bianconero se ha despidido con una carta abierta en la que ha valorado los logros de los últimos 12 años y ha señalado que “cuando el equipo no es compacto, deja su lado a los contrarios y esto puede ser fatal. En ese momento hay que estar lúcido y contener el daño: estamos ante un momento delicado desde el punto de vista corporativo y la compactibilidad ha fallado. Mejor dejar a todos juntos, dando la posibilidad a una nueva formación de darle la vuelta a ese juego”.
Reacción de LaLiga
Uno de los primeros organismos deportivos en reaccionar a la dimisión de Agnelli ha sido LaLiga, que ha recordado que presentó una queja oficial contra el club en abril de 2022 por, presuntamente, infringir el fair play financiero. Por ello, la gestora del fútbol profesional español ha requerido a la Uefa “sanciones deportivas inmediatas” para la entidad turinesa.
“En la nota emitida desde el consejo de administración, los representantes de la Juve reconocen irregularidades contables financieras muy graves, que también tienen como fin engañar a las autoridades competentes de fair play financiero de Uefa, entre otras”, ha apuntado la gestora.