Los tejedores del fútbol español: ¿quién es quién entre los directores deportivos de LaLiga?

Son los encargados de gestionar 2.570,5 millones de euros en conjunto y, por ello, cada vez se les exige más. Idiomas, marketing o conocimientos en tecnología son requeridos para el cargo de máximo ejecutivo de la parcela deportiva del fútbol profesional.

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“La industria del fútbol ha cambiado, y nuestra actividad ahora conlleva muchas áreas de negocio: debemos saber manejar la comunicación, idiomas, tecnología, marketing, economía, por supuesto…”. Con esta lista de tareas, uno podría pensar que estamos hablando de un director ejecutivo o del presidente de un club. Sin embargo, Sergio Fernández, de momento, es el director deportivo del Deportivo Alavés. Exfutbolista y exentrenador, Fernández es desde 2016 el máximo responsable en la toma de decisiones de los traspasos que se llevan a cabo en el club vitoriano. Estos días se encuentra atareado. Él y el resto de directores deportivos inician su particular cuesta de enero con la apertura de la ventana de fichajes.

Este 2021, la cuesta parece más empinada que nunca: “En general, por las dificultades que estamos teniendo los clubes para ajustar balances, no habrá mucho movimiento”, vaticina a 2Playbook. Los clubes de LaLiga tienen autorizados 2.570,5 millones de euros en masa salarial este curso, y aún hay muchos en los que queda mucho trabajo por hacer. Más en lograr salidas que entradas de futbolistas.

Ese problema tiene nombre y apellido, Covid-19. La pandemia ha aplazado muchos planes y acelerado otros en los clubes profesionales. Pero si hay un reto para este curso en LaLiga es aligerar gastos y reemplazar los ingresos que provenían por abonos, ticketing y publicidad a través de la venta de futbolistas. El objetivo, complejo, es salvar las cuentas 2020-2021 y perfilar un 2021-2022 que no se aventura plácido. Ante este escenario, ¿quiénes son los nombres propios que liderarán este partido de vuelta frente al virus? Hay varios nuevos, Antonio Cordón (Real Betis), Pablo Ortells (RCD Mallorca) o Miguel Torrecilla (Real Zaragoza), y otros que, quedando vacante el cargo, han tomado posición alternándolo con otros roles, como es el caso de Fernando Roig Negueroles (Villarreal CF), Enrique Ortiz (Cádiz CF) o Miguel Ángel Corona (Valencia CF).

En la parte alta de LaLiga se erige este año el Atlético de Madrid. El club colchonero aspira a repetir el éxito de 2013-2014. El barco atlético lo sigue pilotando Diego Pablo Simeone desde el banquillo, pero en la transición de plantilla que ha devuelto a la entidad a lo alto de la clasificación tiene mucho que ver Andrea Berta. Este ejecutivo italiano, fichado en 2013 del Genoa, rompe el molde que existe en las direcciones deportivas de LaLiga donde destacan sobremanera exfutbolistas.

El italiano ha reemplazado la defensa campeona de Liga (Juanfran, Miranda, Godín y Filipe Luis) y ha tenido que sustituir a su máxima figura, Antoine Griezmann, cuyo relevo, Joao Felix, se convirtió en el fichaje más caro de su historia: 127,2 millones pagó en 2019 al SL Benfica. Casualmente, es la misma cantidad que el club le ha asignado como deberes de este curso a Berta por la venta de futbolistas. Ya tiene asegurados 50 millones por Thomas, 8 millones por Caio Henrique y 10 millones más por la cesión de Álvaro Morata a la Juventus. El delantero madrileño podría ser la llave para que el Atlético y el ejecutivo italiano logren sus objetivos.

Otro de los grandes de LaLiga que tiene ahora urgencias para salvar las cuentas 2020-2021 es el FC Barcelona. El club blaugrana ha fiado 88,6 millones de euros de plusvalías por traspasos y otros ingresos extraordinarios, un 16% menos de lo previsto inicialmente (106 millones de euros), tal y como reveló la pasada semana 2Playbook. El encargado de liderar este plan, al menos en invierno, será Ramón Planes, trotamundos de los despachos con pasado en el RCD Espanyol, Tottenham y Getafe CF, desde donde desembarcó en can Barça en 2018. El director deportivo culé seguirá al frente de esta área, al menos, hasta las próximas elecciones a la presidencia del Barça, previstas para el 24 de enero.

Por su parte, el Real Madrid es uno de los clubes españoles que cuenta con un organigrama más empresarial. José Ángel Sánchez es el director general del club blanco desde el año 2009. Se trata de una de las figuras más privadas, y a la vez más solventes de la industria del fútbol español. Filósofo de carrera, Florentino Pérez lo fichó en el 2000 para revolucionar el marketing del club de Concha Espina. En la última década ha sido el CEO blanco y cuenta con plenos poderes en el área de fútbol, donde tiene el apoyo de Ramón Martínez como adjunto al director general y de Manuel Fernández como director de fútbol, ascendidos a estos roles el pasado verano, así como de Juni Calafat en su labor de director del scouting.

Sergio Fernández (Deportivo Alavés): “Ya no basta con ver vídeos y acertar en el fichaje”

Como explicaba anteriormente el director deportivo del Alavés, la polivalencia y los multiconocimientos son hoy requisitos casi más que un valor añadido para optar a esta posición. “Ya no basta con ver vídeos y acertar en el fichaje”, recuerda Fernández. Sin embargo, uno de los patrones que se ha mantenido inalterable en este cargo es la experiencia como futbolista profesional. La gran mayoría de los responsables deportivos de los clubes de LaLiga han jugado en ella sobre el césped. Es una característica que gusta a las directivas, aunque les aumenten cada año las exigencias a estos ejecutivos.

Sólo en 2020 se han producido siete cambios en la dirección deportiva entre los 20 clubes de LaLiga Santander y tres más de LaLiga SmartBank, tres de los más relevantes: RCD Espanyol, RCD Mallorca y Real Zaragoza. Si se suman las modificaciones en el Levante UD, el Elche CF, Getafe CF y la UD Almería en el año anterior la cifra supera la decena. Todos ellos son ejemplos, también, de la importancia que ha asumido la dirección deportiva en el crecimiento de los clubes. Y traído a lo más reciente, el grado se eleva y entra la palabra viabilidad en su diccionario.

En medio de toda esta tormenta socioeconómica aparecen nombres como el de Xavi Hernández. El exfutbolista catalán abandera -sin que él haya agarrado ninguna asta- las elecciones blaugranas, con varios de los precandidatos viéndole como el Sir Alex Ferguson del Barça. Esta es una nueva figura que podría llegar a España con el paso del tiempo. De hecho, ya tenemos algunos ejemplos de perfiles de ejecutivos que son mucho más que un director deportivo.

Quizá el mejor ejemplo es Ramón Rodríguez Monchi, santo y seña del Sevilla FC hexacampeón de la Europa League y asiduo ya a la Champions League. Su modelo es claro: fichar talento tapado barato y vender caro. De tanto en cuanto salen jugadores de la cantera hispalense con nivel para Primera División, como David Soria, Carlos Fernández o Bryan Gil en los últimos cursos. Su figura es tan alta que, como director general deportivo, Monchi se sitúa en el mismo rango que el director general, José María Cruz, y los dos vicepresidentes. Sólo el presidente José Castro se sitúa un escalón por encima. Uno de los proyectos en los que más está incidiendo el conjunto hispalense es el de su expansión internacional con la búsqueda de alianzas con clubes extranjeros y la apuesta por la innovación, tal y como avanzó 2Playbook. “A través del dato vamos a intentar sacar más partido que hasta ahora”, apuntaba Monchi el pasado otoño. “Ahora toca de nuevo hacer cosas distintas”, apostilló el dirigente.

En Segunda, ejemplo de autoridad es Quique Cárcel. Llegó al Girona en 2014 proveniente del CE L’Hospitalet (Barcelona), a quien llevó a una fase de ascenso a la categoría de plata. Un hombre que, llegando desde el barro de la Segunda B, logró aupar al club catalán a Primera en 2017 tras varios intentos infructuosos. El ejecutivo firmó libre a Portu en 2016, procedente del Albacete, y lo vendió tres temporadas después a la Real Sociedad por 10 millones de euros. También ingresó 4 millones el pasado verano por el portero del Sevilla Bono, al que reclutó del Atlético de Madrid y que le dio un alto rendimiento.

Otros nombres de directores deportivos donde la explotación del talento y la inversión a baja escala con acierto son Ángel Martín González (Getafe CF), Francisco Sánchez (Granada CF) y Fran Garagarza (SD Eibar). Los tres clubes se sitúan en la parte baja de los presupuestos de Primera, con no grandes ingresos por ticketing y publicidad, se encomiendan anualmente al buen trabajo de sus responsables deportivos para poder seguir un año más en la máxima categoría -o incluso alcanzar la Europa League como en los dos primeros casos- y continuar creciendo entre los mejores sin alterar su modelo de gestión.

 

Consejeros y directores deportivos a la vez

Por último, hay un tercer perfil que podría considerarse independiente del resto: el de los clubes de cantera. Buena parte de ellos se sitúan en el norte, donde emergen la Real Sociedad, el Athletic Club, el Real Sporting y el RC Celta. Cuatro clubes que cada temporada sacan varios jugadores para el primer equipo y, casi con igual asiduidad, obtienen plusvalías por la venta de sus mayores perlas. La Covid-19 afectará probablemente a las ventas, mientras beneficia que se consoliden equipos formados casi al completo por jugadores de la casa. Además, equipos como el vigués, que ha logrado en las últimas temporadas grandes ingresos por la venta de futbolistas, están trabajando para ofrecer un proyecto atractivo a sus figuras para que deseen mantenerse en Balaídos y no probar nuevos retos.

En Villarreal se mezclan la cantera y el ojo clínico al salir al mercado. El club castellonense cuenta con una de las canteras más prolíficas de España, como quedó demostrado en su primer partido liguero del 2021. En el derbi valenciano ante el Levante, Unai Emery alineó de inicio a once jugadores nacionales, con siete de ellos habiendo formado parte de la cantera groguet.

Tras la salida este año de Pablo Ortells rumbo a Mallorca, el club amarillo decidió no firmar a nadie y Fernando Roig Negueroles, director general de la entidad, asumió las riendas de esta área. Lejos de parecer una vacante, puede traducirse como una actualización de un sistema más europeo, donde la figura del director general deportivo es harto conocida.

En este sentido, en España encontramos varios encajes del director deportivo dentro de los organigramas de los clubes. El grupo más numeroso sigue siendo el de los ejecutivos que penden de presidencia y el consejo de administración, situándose en un segundo o tercer escalafón de la estructura de la entidad; después está el perfil Monchi o José Ángel Sánchez, que forman parte de la primera planta de decisión y gestión del club, sólo por debajo del presidente, pero también hay equipos como el Villarreal o el CD Leganés donde sus consejeros delegados o propietarios ejercen de facto como directores deportivos. Son ellos los que deciden sobre los fichajes con el asesoramiento del área deportiva. Dinero y plantilla van más de la mano que nunca en los clubes, y quien teje ambos conceptos desde la sombra de los focos de la televisión y la prensa.

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