La inversión china en el fútbol europeo se disparó a partir de 2015, pero aquellas corporaciones que aterrizaron en el Viejo Continente hoy buscan aliados para no perder del todo su dinero. El último caso es el de Suning, que ha iniciado la búsqueda de nuevos socios capitalistas para el Inter de Milán en Estados Unidos.
Las claves de la operación, desvelada por Il Sole 24 Ore, no se han hecho públicas. Eso sí, el rotativo económico asegura que el teaser para invertir en el conjunto transalpino ya está en manos de distintos inversores institucionales. Ni siquiera se descarta que pueda acabar suponiendo la desinversión del grupo chino de distribución.
Esta no sería la primera vez que el grupo acepta ceder parte de la propiedad, pues a comienzos de 2019 decidió no hacerse con los títulos que aún poseía el expresidente Erick Thohir y permitió que el 31,05% de las acciones pasaran a manos de LionRock por una cifra aproximada que entonces se estimó en 150 millones de euros.
Estos movimientos se producen tras un nuevo ejercicio marcado por los números rojos. El club de la Serie A cerró la pasada temporada con unas pérdidas operativas de 102,4 millones de euros, un importe al que hay que sumarle los gastos financieros para cifrar el resultado neto. Este no se ha hecho público. Estas pérdidas doblan las de 48,4 millones de euros que sufrió en 2018-2019 y que ya suponían triplicar las del ejercicio anterior.
De haberse finalizado la temporada en el ejercicio fiscal de 2019-2020, el ebitda habría sido de 46 millones de euros, menos de la mitad del ejercicio anterior, cuando el resultado de explotación fue de 105,2 millones de euros. De no haberse facturado parte de los contratos audiovisuales y por patrocinio en julio y agosto, la pérdida operativa hubiera sido de 70,7 millones de euros, mientras que los ingresos totales hubieran ascendido a 423,7 millones de euros. En tal caso, la facturación hubiera aumentado un 2% respecto a la temporada anterior.