El SL Benfica no recupera la rentabilidad, pese a los 80 millones que pagó el Liverpool FC el pasado verano por Darwin Núñez. El club lisboeta cerró el primer semestre del ejercicio, del 1 de julio al 31 de diciembre, con unas pérdidas de 13,3 millones de euros, un 57% menos. Todo ello, pese a facturar un 16% más, hasta 111,6 millones.
En ese incremento se incluiría parte del dinero depositado por los reds por el delantero uruguayo, pero no los 120 millones que pagó el Chelsea FC por Enzo Fernández, firmado este mismo verano –por 44 millones– y que, por ello, no reportará una plusvalía limpia pero sí muy alta. De hecho, gracias a esta venta y a su clasificación para octavos de Champions League, donde sigue en liza, se prevé que el club vuelva a beneficios tras perder 52 millones entre 2020 y 2022.
Las águilas, como el resto de grandes clubes portugueses, fían su sostenibilidad a corto plazo al mercado de traspasos y a Europa, donde el Benfica es un fijo ya sea en Champions o en Europa League. En este primer semestre, casi la mitad de los ingresos, hasta 52,9 millones, procedieron de los pagos de la Uefa. También volvió a ser relevante el ticketing, con 16,7 millones, después de dos cursos impactados por la pandemia.
Por último, el informe del Benfica, que cotiza en Bolsa, muestra que el club ha firmado una nueva línea de crédito de 16 millones con OLB Bank, la misma financiera que ha prestado 5 millones al CD Tenerife para reforzar su caja con el aval de los fondos de CVC.