Sixth Street sube su apuesta y se hará con el 25% de los derechos de TV del Barça durante los próximos 25 años. Eso sí, para ello el fondo ha solicitado un crédito de 300 millones de euros a JP Morgan y Bank of America con el que busca obtener recursos suficientes, según adelanta El Confidencial. De este modo, podrá afrontar los cerca de 315 millones que pagará por un 15% adicional al 10% ya adquirido.
El fondo abonó en efectivo a finales de junio los primeros 207,5 millones con los que la entidad presidida por Joan Laporta cerró in extremis la primera venta de activos que le permitió salvar el beneficio en 2021-2022. Una cesión que, con la plusvalía de 267 millones de euros que generó, tapó el agujero contable de 160 millones que se dibujaba para este último ejercicio.
Para este 15%, Sixth Street pedirá financiación como ya hiciera para adquirir el 30% de la nueva sociedad que explotará el Nuevo Bernabéu por un periodo de veinte años. Entonces, el fondo de inversión obtuvo un crédito de JP Morgan que le permitió cerrar una operación por la que el Real Madrid obtendrá 360 millones de euros.
La operación se articulará mediante la creación de una sociedad, a la que el Barça traspasará los derechos sobre ese paquete de las retransmisiones de LaLiga, pues es la única manera de que pueda considerarse como una compraventa, la inyección compute como un ingreso extraordinario y los derechos puedan recuperarse en 25 años.
La razón de que la plusvalía en este ejercicio fuese superior al importe de la inversión que realizó el fondo se debe a que, de acuerdo con el auditor, se considera que el valor de este 10% en 25 años será de 267 millones de euros, según explicaron a 2Playbook desde los despachos del Camp Nou. Esa jugada se repetirá ahora con el otro 15%, que supondrá una inyección de unos 300 millones y un apunte contable de unos 400 millones en las cuentas de 2022-2023.
La operación era urgente no tanto en términos de límite salarial, sino para evitar un tercer ejercicio consecutivo en pérdidas. El presupuesto de 2021-2022 presentaba un agujero de 160 millones de euros ante el incumplimiento de los objetivos de recorte de masa salarial y generación de nuevos ingresos. Ahora, queda ampliamente cubierto y se podrá completar el ejercicio fiscal con un resultado neto positivo, si bien se desconoce de cuánto.
Con esta segunda operación, lo que se consigue sobre todo es garantizar que el nuevo ejercicio pueda presentar unas ganancias suficientemente importantes como para recuperar el patrimonio neto positivo y, sobre todo, reducir la penalización que las pérdidas anteriores imponían en el límite salarial concedido por LaLiga.