A la tercera va la vencida. Sherpa Capital finalmente ha logrado hacerse con el control de una gestora de instalaciones deportivas tras intentos frustrados como el de hace tres años con Santagadea. La firma de inversión, históricamente ligada a la compra de empresas en reestructuración, ha acordado la compra del 51% de la vasca BPXport, según ha podido saber 2Playbook. Los términos económicos de la operación no se han hecho públicos y ninguna de las partes ha querido realizar comentarios.
Las cuatro fuentes consultadas aseguran que la firma del acuerdo se produjo esta misma semana, tras un proceso de conversaciones en el que también han participado otros fondos con interés en invertir en el fitness español y operadores en busca de ganar tamaño. Beñat Barrio, fundador y director general, mantendrá el resto de las acciones y seguirá al frente del día a día.
“Es cierto que Sherpa empezó como un fondo distress, pero lleva tiempo realizando inversiones en empresas sanas”, matiza una de las personas consultadas al corriente de la operación. En 2018, la firma liderada por Eduardo Navarro logró levantar 150 millones de euros para crear un fondo de private equity e invertir en empresas con ebitdas de entre un millón y cinco millones de euros y “especial interés en oportunidades de consolidación sectorial”, según anunció en su día.
Es una definición en la que encaja a la perfección BPXport, una gestora que opera de forma integral 17 instalaciones deportivas y se encarga de la prestación de servicios en otras 28, según consta en su página web. También tiene sendas áreas de consultoría para gestores de fitness y de organización de eventos deportivos.
En total, los gimnasios, equipados principalmente por BH Fitness, suman una superficie de 128.281 metros cuadrados, por los 24.002 metros de la zona de aguas. En 2019, la última ocasión en la que la empresa comunicó públicamente sus cifras, aseguraba contar con una cifra de negocio superior a los 18 millones de euros. El número de abonados asciende a 50.523 personas.
En términos de consolidación del sector, la adquisición de esta cadena vasca permite a Sherpa tener un pilar sobre el que realizar nuevas adquisiciones que den forma a un grupo con un radio de acción mucho más amplio, pues el grueso de su negocio hoy está en País Vasco.
Su primera apertura en otro territorio estatal no llegó hasta 2017, cuando se adjudicó un contrato en Cantabria. Desde entonces ha ido sumando nuevos proyectos en Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid, doblando su plantilla desde los 435 empleados a los más de 900 trabajadores que tenía en nómina en 2020, según su página web.
El último gran proyecto que se ha adjudicado la compañía es la gestión del polideportivo Zuhaizti, en San Sebastián. El concurso se abrió después de que el Club Fortuna renunciara a seguir operando una instalación que le había provocado unas pérdidas de 1,3 millones de euros, según explicó entonces la entidad deportiva. BPXport dispondrá de quince años para hacer rentable el complejo, por cuya gestión cobrará un máximo de 673.250 euros el primer año y 1,03 millones de euros el último año. A cambio, deberá invertir 1,8 millones.
BPXport ha doblado su plantilla desde 2017, hasta 900 trabajadores, tras expandirse más allá de País Vasco y Navarra
Es este importe mínimo de inversión el que precisamente hace casi obligatoria la presencia de fondos de inversión en las principales gestoras de instalaciones deportivas municipales. De hecho, los grupos más importantes del país en el segmento concesional están participados por firmas de inversión que han aportado el músculo necesario para acelerar la expansión con nuevas adjudicaciones o directamente la compra de competidores.
El atractivo de este modelo de negocio es doble ahora mismo, pues a la ventaja de la seguridad de contratos a largo plazo y subvención parcial de la actividad, en pandemia se le ha unido la existencia de compensaciones por el cierre de los clubes, un derecho inexistente para los low cost o los premium. Los diez principales operadores del segmento concesional movieron más de 200 millones en 2020, un año marcado por la pandemia y la derivada pérdida de clientes. Las gestoras, necesitadas de liquidez, piden compensaciones por parte de las administraciones.
De las 1.350 instalaciones deportivas públicas gestionadas por empresas privadas, los diez principales operadores absorben alrededor del 60% del mercado. Entre ellos están Supera, GO fit, Forus y BeOne, así como las fundaciones catalanas CET10, Claror y Eurofitness, nacidas al calor de la llama olímpica de Barcelona’92, y motivo por el que el modelo de Barcelona, que apuesta por los contratos de concesión administrativa, se fue expandiendo por el resto de España en los años noventa.
A cierre de 2020, los diez principales operadores de este segmento operan más de 235 instalaciones en el país y movían un negocio de más de 200 millones de euros, según los datos a los que ha podido acceder 2Playbook Intelligence.
Supera es la que más complejos tenía al cierre del año, con un total de 45, teniendo en cuenta también los centros propios que opera con el modelo 24 horas. Le siguen Forus, con 36 centros en España y Portugal, y BeOne, con 35 instalaciones, dos de ellas propias y el resto municipales. Eso sí, por volumen de negocio, GO fit es el líder pues, aunque no ha dado a conocer cómo se han resentido sus ventas durante 2020, facturó 72 millones de euros en 2019.