El Sevilla FC-Real Betis es un partido grande en LaLiga. Un derbi en Andalucía que ahora también es uno de los encuentros estrella a vender por la competición en sus mercados objetivo internacionales. Esto responde, principalmente, a un aumento en el nivel de ambos clubes, con una recurrencia consolidada en competiciones europeas y dos de las mayores aficiones de España. Ello ha elevado la rivalidad y, también, el negocio que mueve este partido. Entre ambos clubes se acercaban ya a los 430 millones de euros de ingresos en 2022-2023, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook. Y en el futuro próximo, esa cifra debería crecer con sendos proyectos de renovación completa de sus estadios. Pero antes, han de reflotar unas finanzas que han sufrido pérdidas históricas durante la pandemia.
La realidad es que tanto el Sevilla FC como el Real Betis cuentan actualmente con dos modelos económicos semejantes. Cierto es que por diferentes decisiones previas, pero ambos tienen su presencia en Europa como parte troncal de su negocio, y la revalorización y venta de futbolistas como una línea más de su negocio ordinario.
Las plusvalías por traspasos se suelen computar fuera de la cifra de negocio de cualquier club, pero asemejándolo con lo que sucede en Portugal, Sevilla y Betis han asumido el riesgo de hacer uso de talento propio o comprado a bajo precio para reforzar su competitividad. Antes de la pandemia, las plusvalías de cada verano ponían en positivo el resultado neto mientras se asumía un mayor gasto –principalmente en salarios y amortizaciones– que los ingresos ordinarios que conseguía generar la entidad.
Así, el Sevilla se hizo con seis títulos de Europa League. El referente en estas lides en el club ha sido Monchi, que este pasado verano dejó la dirección general deportiva sevillista para enrolarse en el Aston Villa inglés. Un cambio de rumbo que llegó tras un nuevo éxito, la séptima Europa League, pero en un año y un periodo en el que el club había perdido la sostenibilidad. Entre 2020 y 2023, la entidad ha perdido 85 millones de euros por esa dependencia que tenía del constante movimiento en su plantilla. Su rival del domingo tampoco logró esquivar el golpe de la Covid. En su caso, los números rojos alcanzaron los 81,2 millones en el ciclo 2019-2022.
A diferencia del Sevilla, los béticos ya presentarán en la próxima junta general de diciembre un resultado positivo. La clave de la recuperación económica verdiblanca está en un plan de ajustes en el gasto, que incluye a las secciones, al que se suma una hoja de ruta en el área de desarrollo de negocio que ya empieza a dar sus primeros resultados. El club lanzó un plan estratégico para el ciclo 2022-2026 en el que ya se vislumbra un cambio relevante: “queremos desligar la sostenibilidad económica de las plusvalías por traspasos”, apuntaba Ramón Alarcón, CEO del club, en una entrevista en 2Playbook tras la presentación del proyecto.
En este sentido, el ejecutivo aseguró que, sin ventas de futbolistas, “deberíamos estar facturando entre 180 millones y 200 millones de euros en cinco años”. Por ahora, la cifra de negocio se mueve sobre los 150 millones, y en el último curso fueron claves las ventas de Álex Moreno (13,5 millones) y de Edgar (4,5 millones). Eso sí, ya se evidencian mejoras en su negocio por estadio, con más de 20 millones por abonados –récord–, a lo que suma otros 20 millones por Europa. La factura de la TV de LaLiga ya viene dada (75-80 millones) y donde quiere incidir el club es en el ámbito comercial. Aquí presupuestó 23,8 millones ya en 2022-2023, un 49% más interanual.
De hecho, esta parcela es la que más se diferencia de la del Sevilla FC, que tiene una cartera de patrocinadores más escueta. Un año más, el club ha arrancado el curso sin un patrocinador principal. Aun así, los ingresos por publicidad, patrocinio y tiendas alcanzaron una cifra récord de 29,7 millones de euros, un 15% más interanual y prácticamente el doble en comparación con la media de los últimos cinco años. Ahí, iniciativas como la del club de empresa están ayudando a apuntalar el negocio.
La masa salarial del Sevilla superó los 200 millones en 22-23; el Betis encaró el curso con 121 millones
Por la parte del gasto, el Sevilla tratará de rebajar en torno a un 10% su masa salarial este curso respecto a los más de 200 millones que gastó el año pasado, y en liza hay otro potencial ahorro de 9,4 millones en indemnizaciones, que es lo que se gastó en 2022-2023 por cambiar hasta en dos ocasiones todo el cuerpo técnico. De momento, en este curso ya ha rescindido a José Luis Mendilibar cuando no se ha cumplido un tercio del calendario.
En cuanto al Betis, su masa salarial alcanzó una cifra récord de 121,5 millones en 2021-2022, y el plan del club pasa por asemejarla a los ingresos ordinarias, como se apuntaba anteriormente. Que la rentabilidad del club no dependa de los traspasos, o al menos, de la necesidad de realizar traspasos no planteados inicialmente.
Ampliaciones de capital y nuevos estadios
Por último, cabe destacar las ampliaciones de capital, los líos accionariales y los nuevos estadios. El Betis ya tiene luz verde para una ampliación de hasta 42,9 millones, que ayudará a solventar un patrimonio neto negativo de 72 millones. Mientras, el Sevilla FC celebrará su junta en diciembre en medio del intento del anterior presidente, José María Del Nido Benavente, de volver al club.
En este punto, las aguas bajan más calmadas por Heliópolis que por Nervión. Y en lo que coinciden ambos es en sus proyectos de nuevos estadios, que les servirán para sumar esos ingresos que requieren para seguir acudiendo con recurrencia a Europa y poder ser rentables mientras pelean contras los grandes equipos del continente.
