La SD Eibar reordena su área ejecutiva. Bajo el liderazgo de Jon Ander Ulazia, consejero delegado desde 2018, el club armero ha diseñado cuatro departamentos sobre los que pivotará toda su área ejecutiva con la promoción de talento interno y la búsqueda de nuevo talento. “Se trata de aunar departamentos para ordenar las ideas y ver hacia dónde queremos ir”, apunta a 2Playbook Unai Artetxe, nuevo director de negocio del Eibar.
El ejecutivo, hasta la fecha director de comunicación de la entidad guipuzcoana, amplía su radio de acción responsabilizándose también del marketing y de la explotación del estadio, una de las áreas en las que más están trabajando los clubes de LaLiga para mejorar la experiencia del fan y, por ende, su negocio ordinario.
En este plan de crecimiento tendrá mucho que aportar el nuevo director de estrategia, Beñat Redondo. Otro hombre de la casa, que ha ido desarrollando su carrera en la entidad desde su llegada en 2014. Primero como administrativo, y en los últimos dos años como director de planificación estratégica y control presupuestario.
El tercer director de área también es made in Ipurua. Gergori Prieto, hasta ahora director de administración, finanzas y recursos humanos, liderará el nuevo departamento financiero en el que se agrupará todas esas tareas.
El único fichaje en el nuevo organigrama ejecutivo del Eibar es César Palacios, firmado este verano para suplir a Fran Garagarza como director deportivo del club. Exfutbolista, pamplonés, Palacio ha liderado la secretaría técnica del CD Numancia durante la última década.
En busca de un nuevo responsable de transformación digital
Una de las áreas sobre las que apoyará su crecimiento a medio y largo plazo el club será el negocio digital. La innovación también es una de las patas sobre las que pivotará LaLiga Impulso, la sociedad generada tras el acuerdo CVC-LaLiga, por la que el Eibar recibirá 68 millones de euros.
Buena parte de esos fondos irán a parar a su nueva ciudad deportiva, tal y como avanzó 2Playbook, pero también al desarrollo de nuevas áreas y potenciales negocios relacionados con la innovación. Para liderarlo, el club busca un responsable de transformación digital, explica Artetxe.
“Estamos algo cojos a nivel tecnológico, y por ello esta búsqueda, para que venga alguien que nos pueda dar un plus en este sentido”, agrega el nuevo director de negocio del conjunto armero.
Ajuste del 50% en su vuelta a Segunda División
El Eibar no tiene intención de renunciar a la rentabilidad económica en su regreso a Segunda División, como tampoco en buscar de nuevo su plaza en LaLiga Santander. El club armero, que marcha segundo en LaLiga SmartBank, confía en cerrar 2021-2022 con un beneficio neto de 2,1 millones de euros, una caída del 50% en comparación con el curso anterior, que se saldó con unas ganancias de 4,4 millones e inversiones financieras por cerca de 47 millones de euros.
El cierre definitivo del último ejercicio, marcado por el descenso, es incluso algo mejor de lo que preveía su consejero delegado, Jon Ander Ulazia, que en conversación con este medio el pasado mayo apuntaba a una cifra próxima a los tres millones de euros. Entre las claves para esa revisión al alza estarían los 1,25 millones de euros en plusvalías por traspasos, que en realidad se corresponden a variables ligados al rendimiento de jugadores que fueron vendidos en otras temporadas.
El club guipuzcoano prevé alcanzar una facturación total de 29,6 millones de euros esta temporada
Ahora bien, el cambio de categoría provocará una caída del negocio que automáticamente se trasladará a la del margen. La previsión es que los ingresos totales caigan a 29,6 millones de euros en 2021-2022, algo menos de la mitad en comparación con los 62,63 millones que manejó el último curso. Y el retroceso sería mayor de no ser por la ayuda al descenso, que en su caso supondrá en torno a 20 millones de apoyo extra en la batalla por una plaza en la élite.
Esta aportación, generada durante sus siete años en Primera División, prácticamente dobla a los recursos que generará con su propia actividad ordinaria, que se quedará en torno a los 10 millones de euros al margen de las plusvalías por traspasos que pueda obtener.
El descenso, admite el consejo de administración en la memoria anual, “ha supuesto un redimensionamiento en la estructura y cifra de negocio del club, aunque este hecho ni ninguno de otros riesgos existentes, se contemplan como riesgos de solvencia financiera por la buena situación patrimonial de la compañía”. Ahí quedan siete años consecutivos en Primera en los que fue de los clubes más rentables en términos relativos.
