“Tenemos los recursos para ejecutarlo de una vez, pero es posible hacerlo gradual por la incertidumbre deportiva y económica”. Así respondía Jon Ander Ulazia, consejero delegado de la SD Eibar, sobre el futuro de la nueva ciudad deportiva que levantará en la cercana localidad de Mallabia. Era abril de 2021, la pandemia continuaba golpeando al país, el primer equipo armero se aproximaba peligrosamente a Segunda División… y CVC todavía no estaba en el radar. Ahora, con 68 millones garantizados por el fondo de inversión, el panorama cambia: la financiación del macroproyecto se realizará con estos recursos -a devolver en 40 años-, dejando intacta una hucha que ya supera los 40 millones de euros, y se levantará de una vez, según ha podido saber 2Playbook por fuentes del club.
Además, la última fase de la reforma del Estadio de Ipurua, relativa a la tribuna oeste, también se pagará con los fondos de la firma de inversión, pues el proyecto LaLiga Impulso permite meter en el paquete de inversiones la deuda asociada a los trabajos realizados a partir de 2018. Si se atiende al 70% de las partidas que deberán ser destinados a inversión patrimonial, al Eibar le sobra. En total, contará con algo más de 47 millones de euros para gastar en infraestructuras.
Los plazos de la obra no varían, en torno a dos años mínimo. Cuando esté completada, la ciudad deportiva armera contará con cinco campos de fútbol, dos edificios y una inversión total de en torno a 20 millones de euros. Por ahora, la entidad no se plantea sumar nuevos servicios o instalaciones al plan, aprovechando la inyección de CVC.
Lo que tienen claro en Eibar es que la ciudad deportiva es la obra “sobre la que pivotará nuestro futuro”, explicaba Ulazia en abril. La clave de todo radica en que, actualmente, el club utiliza cinco campos, situados en diferentes lugares de la zona fronteriza entre Gipuzkoa y Bizkaia, para poder trabajar en su estructura deportiva. Un gasto añadido y “un problema logístico” que se esfumarán con la ciudad armera.
Asimismo, los fondos de CVC servirán para financiar la última fase de la renovación de Ipurua, que ha aumentado su capacidad hasta los 8.050 espectadores. En concreto, la tribuna oeste será la que se beneficie del crédito, dejando más dinero sin tocar en caja. El proyecto de reforma del estadio suponía una inversión total de 20 millones de euros para el club.
Beneficio de 3,4 millones en el primer semestre de 2020-2021
Esta inversión patrimonial llega en un momento de gran bonanza para el club. El Eibar es, probablemente, uno de los clubes que mayor partido económico y de gestión le han sacado a su estancia en la Primera División en la última década. Y para muestra, el ligerísimo impacto de la Covid-19 en sus cuentas.
En la 2019-2020, beneficio récord de 15,1 millones de euros (con 5,6 millones que se trasladaron a la siguiente campaña) gracias, principalmente, a las fuertes plusvalías por los traspasos de Joan Jordán (Sevilla FC), Rubén Peña (Villarreal CF) o Marc Cucurella (FC Barcelona).
Un curso después, con toda la temporada sin público en las gradas y el mercado de traspasos seco, el Eibar cerró el primer semestre con un superávit de 3,4 millones de euros, según las últimas cuentas publicadas, a las que ha tenido acceso 2Playbook.
El ajuste en el resultado neto, respecto al anterior ejercicio, responde al frenazo en las plusvalías por ventas de futbolistas: esta partida pasó de aportar 20,2 millones a 100.000 euros. En cuanto a la cifra de negocios, se incrementó un 17%, hasta los 30,5 millones, con un alza del 22% de los derechos audiovisuales (28,5 millones), su gran vía de negocio. Los ingresos por patrocinios, a pesar de acordar con antelación la rescisión del contrato de main sponsor con Avia, también aumentaron, un 10%, hasta los dos millones de euros.
Por la parte del gasto, el coste en personal también creció tras el primer golpe de la Covid, con un incremento del 9%, hasta superar los 16 millones de euros. Del total, un 93% corresponde al gasto en salarios del personal deportivo, que rozó los 15 millones de euros. El personal no deportivo apenas supone actualmente 900.000 euros en la partida de gastos del club armero.
Un legado de 61 millones de su primera etapa en la élite
Una de las principales razones por las que la dirección del club estaba dispuesta a pagar el 100% de la ciudad deportiva con fondos propios se encuentra en el legado económico de sus siete temporadas en LaLiga Santander. En total, ha ganado 61 millones de euros desde que ascendiera a LaLiga, en 2014-2015. De hecho, uno de los retos del club en el último lustro ha sido qué hacer con estos excedentes de caja para sacarles partido, más allá de las mencionadas inversiones en infraestructuras.
En este sentido, hace tres temporadas, el Eibar decidió buscar algo más de rentabilidad en sus inversiones financieras, cambiando los depósitos que apenas le daban un 0,1% de rentabilidad por su entrada en fondos de inversión con 25,4 millones de euros, según se reflejan en sus cuentas.
Lo que de momento descarta la entidad es la apuesta por una incubadora de start ups o derivados. Proyecto en los que están inmersos su vecina Real Sociedad, el RC Celta o el Valencia CF. “Lo veo complicado aquí”, reconocen en el club, que, eso sí, apostará por la digitalización y en utilizar parte de los ingresos extra de CVC para la digitalización interna en gestión del club.
En sus siete temporadas en Primera, el Eibar facturó cerca de 300 millones, triplicando negocio
En estos siete años en la élite, la entidad ha facturado cerca de 300 millones de euros, multiplicando por tres la cifra de negocio en los últimos años: de los 18,86 millones en su estreno en Primera a los 56,12 millones de euros de 2018-2019. El pasado curso, con las circunstancias excepcionales que derivó la pandemia, el Eibar ingresó 51,33 millones de euros.
En la partida de ingresos, los derechos audiovisuales suponen el 90% del presupuesto. Por detrás, los patrocinios y acuerdos comerciales le otorgan en torno a cuatro millones de euros, un 7%. Los abonos y el ticketing, el área de negocio que más impacto ha generado en la industria -por el cierre de los estadios-, sólo suponen un 1,5% de los ingresos, con algo más de 800.000 euros. Sin embargo, esta partida también ha notado la llegada del mejor fútbol a Eibar: la facturación por abonados se ha duplicado, desde los 390.000 euros que ingresó el club en su último año en Segunda.
Las plusvalías por traspasos también han sido un punto fuerte en el crecimiento del Eibar. Así, desde 2016, se han obtenido 40 millones de euros por este concepto. Destacan los ingresos por plusvalías de la última temporada, que ascendió a 18,18 millones de euros.