En el rally inversor de los clubes de LaLiga con sus estadios, en Málaga apuestan a lo grande. Los propietarios de La Rosaleda, Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación de Málaga, han presentado un anteproyecto de reforma del recinto deportivo para actualizarlo al siglo XXI y adaptarlo a los requisitos de la Fifa para poder ser sede del Mundial 2030. ¿El presupuesto? Entre 70 millones y 120 millones de euros, según han informado las partes. ¿El plazo de las obras? Entre dos y tres años.
Entre las principales novedades, destaca el aumento de aforo, que pasaría de 30.000 asientos a 45.000 asientos, y la nueva oferta prevista, aprovechando el buen clima de la Costa del Sol. Se prevé construir un anillo superior con terraza circular que permita sumar ocio y restauración.
Como está sucediendo en el resto de proyectos de reforma de estadios en LaLiga, la polivalencia del estadio será clave para rentabilizar la inversión, con oferta para los 365 días del año y dando opción a que se realicen en el estadio otros eventos deportivos y culturales.
Actualmente, el Málaga CF se encuentra peleando por no caer del fútbol profesional. Pese a esta delicada situación deportiva, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ha asegurado que “pase lo que pase, se hará”.
Por otro lado, el club andaluz es uno de los que más dinero percibirá del Plan Impulso, con 44,6 millones de euros, si bien la mayor parte de estos fondos de CVC –de los que el 70% pueden ir a parar a infraestructuras– está previsto que vayan a parar a la nueva ciudad deportiva. Sin embargo, la permanencia en LaLiga se presenta clave para tirar hacia delante o no con el plan.