El Plan de Fernando Alonso en Alpine no llegó a buen puerto y, tras dos temporadas en la escudería, acabó marchándose a Aston Martin. Ahora bien, lo que no funcionó sobre el asfalto sí lo hizo en el apartado financiero, ya que la escudería francesa aprovechó el tirón del piloto asturiano para dar un salto hacia la rentabilidad y consolidar al alza sus ingresos. De hecho, el equipo incrementó su facturación un 24% interanual, pasando de 201,5 millones de libras (233,3 millones de euros) en 2021 a 249 millones de libras (288 millones de euros) en 2022, según los datos analizados por 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook.
El salto en términos de negocio es sustancial, en la que fue la tercera etapa de Alonso como uno de sus pilotos. De hecho, la mejora del negocio ordinario coincide con la llegada del bicampeón del mundo, el rebranding llevado a cabo para recuperar la marca Alpine en lugar de Renault y, evidentemente, el fin de la pandemia. Ahora bien, el peso de los dos primeros factores no es nada desdeñable, teniendo en cuenta que la facturación de Alpine en 2022 fue un 40% superior a la de la antigua Renault en 2019, última temporada precovid.
Desde la estructura atribuyen el crecimiento a la firma de nuevos socios comerciales y al aumento del prize money, debido a la mejora de resultados en la pista. Dicho de otro modo, la presencia del piloto asturiano fue determinante para este crecimiento. Cabe recordar que la rivalidad de Alonso con su compañero Esteban Ocón acaparó las miradas de la parrilla, aunque permitió situar al equipo en la cuarta posición en el Mundial de constructores.
La facturación de Alpine en 2022 fue un 40% superior a la de la antigua Renault en 2019
En cuanto a patrocinios, Alpine firmó a principios de la pasada temporada a la compañía austríaca BWT para convertirse en title sponsor, mediante un contrato multianual del que se desconoce la duración. De hecho, la llegada del fabricante de tratamientos de agua a la escudería vino acompañado de una campaña de marketing que hizo que durante los dos primeros grandes premios el monoplaza abandonase el habitual color azul para dejar paso al rosa.
Asimismo, también se sumó Kappa como patrocinador oficial y proveedor técnico de la equipación de los pilotos y mecánicos del equipo. En 2021 con la vuelta de Alonso al Mundial de F1, Alpine también había incorporado a Raw como bebida oficial.
Además de rebasar la barrera de los 200 millones en términos de negocio, la escudería con sede en Enstone (Reino Unido) alcanzó la rentabilidad en las últimas dos temporadas. Tras registrar en 2021 los beneficios más altos de la parrilla de F1 después de Mercedes, con 29,05 millones de libras (33,27 millones de euros), Alpine se mantuvo en positivo en 2022 con unos beneficios de 26,2 millones de libras (30,3 millones de euros), un 10% menos interanual.
Este pequeño retroceso en el resultado neto también se explica por un incremento en los costes del 22% interanual, aupado por un mayor gasto en una plantilla que se incrementó en más de 50 personas, hasta los 871 empleados.
RedBird y Ryan Reynolds, nuevos inversores
Todo ello le ha permitido atraer un mayor interés inversor, que se reprodujo este junio en la última operación corporativa de la parrilla de la Fórmula 1. RedBird Capital, Otro Capital y el fondo de inversión del actor Ryan Reynolds lideraron una operación en la que adquirieron el 24% de la escudería por 200 millones de dólares (183,5 millones de euros). La operación valoró el 100% de la escudería en 900 millones de dólares (850 millones de euros).
“Alpine se beneficiará de la experiencia colectiva y el historial del grupo inversor en la industria del deporte en general, incluidos los medios de comunicación, el patrocinio, la venta de entradas, la gestión de derechos comerciales, licencias y las estrategias de merchandising para desbloquear la creación de un nuevo valor incremental y palancas de crecimiento”, señalaba entonces la estructura en un comunicado.
Queda por descubrir cómo afectará económicamente a Alpine la marcha de Fernando Alonso. Lo que sí ha sucedido en el primer año sin el piloto asturiano es una remodelación de gran parte de su equipo técnico y directivo a tenor de los malos resultados en la pista. De este modo, Laurent Rossi abandonó su cargo como consejero delegado, y el equipo dejó de contar con Otmar Szafnauer como director de equipo y con Alan Permane como director técnico. La escudería optó por la promoción interna y nombró al responsable de ingeniería y rendimiento, Phillippe Krief, como nuevo consejero delegado.
