La WNBA ya tiene a su primera exjugadora en el accionariado de una de sus franquicias. Renee Montgomery, All Star y dos veces campeona de la liga norteamericana de baloncesto femenino, se ha unido al grupo inversor que ha adquirido las Atlanta Dream. Los términos económicos de la operación no han trascendido.
El grupo inversor está liderado por Larry Gottesdiener, presidente del fondo de real state Northland, y por la directora de operaciones de la empresa, Suzanne Abair. La participación de cada una de las partes tampoco se ha desvelado, aunque Montgomery se convierte de esta forma en la primera exjugadora en entrar en el accionariado y en el consejo de administración de un equipo en la WNBA.
El consejo de la liga ya ha votado a favor de la operación de forma unánime. La franquicia estaba en manos de Mary Brock, esposa del expresidente de Coca-Cola, John Brock, y la exsenadora republicana Kelly Loeffler. Brock inició las negociaciones en enero, arrastrada por el boicot de las jugadoras contra Loeffler, quien poseía el 49% del capital, por sus posturas racistas y homófobas.
Cathy Engelbert, comisionada de la liga, descartó la posibilidad de obligar a Loeffler a vender la franquicia tras un intenso debate entre el resto de máximos accionistas de los equipos. Finalmente, las jugadoras de las Dreams se posicionaron públicamente a favor del senador rival demócrata en Georgia en las últimas elecciones, Raphael Warnock, quien se impuso en los comicios en un escaño clave para la victoria de Joe Biden.
La familia Brock, por su parte, ha anunciado que seguirá vinculada al baloncesto de la región a través de la universidad Georgia Tech, de la que son algunos de los principales mecenas. El estadio de entrenamiento de fútbol americano, de hecho, lleva el nombre de John y Mary Brock por sus contribuciones.