Las sanciones impuestas por la Administración británica a Roman Abramóvich atan de manos al Chelsea FC. El Gobierno de Reino Unido ha decidido congelar los activos del dueño del club de la Premier League ante el ataque de Vladimir Putin a Ucrania, lo que tendrá graves consecuencias en la entidad que el oligarca ruso ha puesto en venta. Entre ellas, la entidad blue no podrá realizar vender entradas, fuera de los abonos de temporada que ya estaban comprometidos, para los partidos que restan en lo que queda de temporada.

A esta sanción se suma también que el club tendrá que dejar de vender su merchandising, y estas medidas se aplicarán tanto al equipo como a todas las subsidiarias de la empresa principal. Eso sí, los distribuidores que tengan productos bajo licencia del Chelsea podrán seguirlos vendiendo, de modo que el Gobierno británico no penalizará a terceros. Estas restricciones entran en vigor este mismo jueves y se extenderán hasta el próximo 31 de mayo. De este modo, la entidad no se verá afectada en el mercado de fichajes, que empieza el 1 de julio. 

Fuera de estas limitaciones, el club inglés tendrá que seguirse haciendo cargo de los gastos derivados de la actividad del equipo, como el pago del salario de los jugadores y trabajadores y el importe de los gastos de mantenimiento del estadio y derivados de las competiciones en las que participa. Además, el Chelsea también podrá asumir los costes necesarios para que el Stamford Bridge pueda albergar partidos, siempre y cuando estos no superen las 500.000 libras (596.000 euros). También tendrá que afrontar los pagos comprometidos con otros equipos por la compraventa de jugadores. 

El negocio televisivo no se verá afectado, en tanto que el club podrá seguir recibiendo la parte que le corresponde de los contratos audiovisuales de la Premier League. Eso sí, estos ingresos se depositarán en una cuenta especial que se utilizará para pagar a los jugadores y otros gastos que tenga el club. El objetivo es que este dinero no beneficie a Abramóvich. 

¿Bloqueo a la venta?

Abramóvich había anunciado su intención de poner a la venta el 100% del club por un importe que se estimaba en torno a los 3.000 millones de euros. Según lo anunciado por el Gobierno británico, el cambio de manos de la propiedad también ha quedado suspendido por las sanciones impuestas por el Gobierno británico al magnate. 

Abramóvich anunció la decisión de vender su participación en el Chelsea hace tan sólo una semana, sucumbiendo a la presión social provocada tras la invasión de Rusia a Ucrania.

“Es lo mejor para el club, los aficionados, los empleados, así como los patrocinadores y socios del club”, argumentó Abramovich a través de un comunicado. Además, el todavía propietario del club inglés anunció que no se quedaría ni una sola libra de las ganancias netas de la transacción, que irán a parar a una fundación que donará dicho importe a los niños ucranianos.

Los últimos resultados del club reflejan que la economía del Chelsea FC sufrió un agujero de 153,4 millones de libras (182,3 millones de euros) por gastar más de lo que luego pudo compensar a través del negocio ordinario. Éste creció un 7%, hasta 434,9 millones de libras (516,8 millones de euros), pero insuficiente frente al incremento del gasto en salarios y las amortizaciones, según se desprende de las cuentas de la entidad