El Real Zaragoza vuelve a sentar a sus acreedores en la mesa de negociación. El club ha presentado una propuesta para modificar el convenio que en 2014 le permitió levantar el concurso de acreedores. El objetivo es ampliar el calendario de pagos a diez años, hasta 2030, de modo que se pueda aligerar la losa anual que supone una mochila de 47,22 millones de euros de deuda concursal que aún pesan sobre su balance.
En la solicitud, a la que ha accedido 2Playbook, el club presidido por Christian Lapetra propone pagar un 10% anual de la deuda que queda en un plazo máximo de diez años, frente al 20% actual. En caso de ascender a LaLiga Santander se retomaría ese escenario, mientras que en el supuesto de descender a Segunda B solicitarían una carencia de pago, según explican a este medio fuentes de la entidad.
“Se trata de adaptar el convenio concursal a la realidad económica del Real Zaragoza; el que se aprobó en su día, lo fue pensando exclusivamente que se cumpliría en Primera División”, sostienen en los despachos de La Romareda, sobre la necesidad de esta modificación. De lo contrario, esa losa es la que está amenazando anualmente la viabilidad de uno de los históricos del fútbol español.
La entidad ha logrado mantener su plaza en LaLiga e incluso en algún ejercicio ha rozado el regreso a la máxima competición del fútbol profesional. En su carta de credenciales, el consejo de administración defiende el cumplimiento de todas sus obligaciones (ya ha devuelto 25,86 millones de euros), el apoyo de los accionistas y la generación de 13,39 millones de euros en beneficios desde 2013-2014. De hecho, sólo se suspendió el tercer pago del convenio a causa de la Covid-19.
El Real Zaragoza pide diez años para devolver 47 millones de euros, con cuotas anuales del 10% en lugar del 20% actual
Para eso ha sido vital el apoyo de César Alierta, expresidente de Telefónica y dueño del 49% de las acciones tras las últimas aportaciones realizadas. En los últimos meses se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de la entrada de un socio minoritario mediante ampliación de capital para acelerar el saneamiento, opción que perdería urgencia si se logra esta refinanciación con los acreedores.
La pandemia y las consecuencias que está teniendo también justifican la necesidad de esta renegociación, pues en la solicitud se anticipa que este año caerán un 66% los ingresos por abonados y su futuro es incierto. “No sabemos qué volumen de abonados se recuperarán para próximas temporadas y cuándo, ni tampoco cuándo volverán los ingresos por taquillas”, señala.
El Real Zaragoza esperaba obtener una cifra de negocio de 14,83 millones en 2020-2021, pero ahí se incluía medio millón por taquilla y 2,47 millones por socios y abonados. Los otros ingresos de explotación ascenderían a 4,55 millones y las plusvalías por traspasos supondrían 6,2 millones de euros más. Se desconoce cuál es el grado de cumplimiento de este presupuesto.
El plan de negocio a diez años que han presentado ya renuncia contemplar un ascenso a LaLiga Santander y parte de la premisa de que será una década en Segunda División. En términos de ingresos, supone dar un salto y alcanzar una cifra de negocio anual de 18,5 millones de euros. Serían 1,5 millones adicionales respecto al cierre de 2019-2020.
El alza se sustenta en varios pilares. El club prevé que los ingresos por televisión suban ligeramente, hasta 9 millones de euros anuales, mientras que la recaudación por socios se mantendría en 4,4 millones y la venta de entradas escale a 1,2 millones anuales. En el plano comercial, se impone generar un millón de euros más al año respecto a la media de los últimos ejercicios, con 3,9 millones.
El resto de los ingresos de explotación rondarían los 1,2 millones de euros, y el gran interrogante de todo el proyecto son las plusvalías de traspasos que se autoimpone la dirección para los dos próximos años: 9,2 millones en 2021-2022 y 8 millones en 2022-2023, para después bajar a 3,1 millones anuales por este concepto. “En las primeras dos temporadas son mayores por la necesidad de hacer caja para atender pagos”, señala el documento.
En cuanto a los gastos, el consejo admite que “no hay mucho más margen de maniobra para el recorte de costes” tras la importante reestructuración acometida entre 2014 y 2016, cuando se ejecutaron despidos y se externalizaron servicios y se realizó una rebaja salarial a los trabajadores que continuaron en la plantilla.
A futuro, sostienen, “en la partida de gastos de personal hay una previsión de subida en las ultimas temporadas, todo destinado a la plantilla deportiva para tener mas probabilidades de un ascenso a primera división, pero el margen es pequeño”. De eso depende el futuro del club.