Unai Emery refuerza su apuesta por devolver al Real Unión Club al fútbol profesional. El entrenador del Aston Villa, que tiene a su hermano Igor como presidente y principal figura en la gestión del club irunés, cubrirá la parte no suscrita de la nueva ampliación de capital de 1,5 millones de euros que pondrá en marcha próximamente la entidad irunesa para aliviar su tesorería y compensar pérdidas de ejercicios previos.
Anteriormente, el técnico hondarribiarra ya fue clave en la inyección de 1,2 millones de euros que recibió el club el pasado verano y que sirvió para que los Emery se hicieran con la mayoría accionarial del club, con un accionariado bastante atomizado. Los Emery se hicieron entonces con en torno al 20% de los títulos.
Como referencia para la próxima ampliación, en aquella operación Emery aportó casi un millón de euros, frente a los 292.000 euros del resto de accionistas. La nueva ampliación se articulará mediante compensación de créditos, con la emisión de 151.514 nuevas acciones con un valor nominal de 10 euros.
Pérdidas de un millón, en línea con el resto de la Primera Federación
La inyección se formalizará en la próxima junta ordinaria y extraordinaria, que se llevará a cabo el 29 de diciembre. En ella se aprobará asimismo el cierre de 2021-2022 y el presupuesto de 2022-2023.
Se presentará ante los accionistas unas pérdidas cercanas al millón de euros, según ha podido saber 2Playbook. El déficit va en línea con la media de los resultados negativos que están presentando los otros 39 equipos de la categoría. ¿El motivo? Las “altas exigencias” de la Rfef -apuntan desde los clubes-, en su plan de profesionalización de la principal liga bajo su control, y la merma de ingresos que está generando la propia Federación sobre las previsiones y las promesas realizadas.
El último presupuesto aprobado fue de 1,6 millones de euros, un 33% más que el que manejaba antes de la pandemia y previa a la llegada de los Emery. Asimismo, en otros aspectos de la gestión del club, la propiedad alcanzó un acuerdo con Molcaworld y el Ayuntamiento de Irun, propietario del Stadium Gal, para continuar con su proyecto de reforma del campo y ampliar el aforo de la instalación hasta los 4.000 espectadores. La obra estará lista para el próximo verano.
Esta es la cifra mínima exigida por Luis Rubiales para los clubes para el arranque de la próxima temporada. Muchos de los clubes de la categoría todavía no han podido comenzar por las obras: algunos, por falta de financiación, y otros porque tienen la necesidad de alcanzar antes acuerdos con los Ayuntamientos, propietarios de la mayoría de los campos de la categoría.