El Real Madrid pide permiso a sus socios para elevar el préstamo para finalizar las obras del Santiago Bernabéu. El club presidido por Florentino Pérez ha convocado una asamblea extraordinaria en la que pedirá a sus seguidores la ampliación de la autorización de la junta directiva del club para endeudarse más con el fin de financiar la remodelación de su estadio, cuyas obras se han encarecido.
La idea es acudir al mercado de deuda privada, donde el club espera recibir préstamos de inversores institucionales, como anteriormente ha hecho el FC Barcelona para financiar la remodelación de su estadio. Según reveló Florentino Pérez, la entidad ha invertido 893 millones de euros en el proyecto.
Según Bloomberg, el primer sondeo a los bancos plantea una operación de 360 millones de euros, cuya devolución se garantizaría con los ingresos que genere la taquilla del estadio una vez se pongan en funcionamiento todos los nuevos servicios. De confirmarse la cifra, el coste de las obras ya superaría los 1.000 millones de euros, prácticamente el doble de lo previsto en un inicio.
Para llevarlo a cabo los trabajos, el club ya ha dispuesto de 800 millones de euros, un importe que pactó devolver con la generación de nuevos ingresos del recinto deportivo. En un principio se presupuestaron 575 millones, a los que se sumaron otros 225 millones de euros.
En la primera operación, JP Morgan y Bank of America Merrill Lynch contaron con la colaboración de Banco Santander y de Société Générale. CaixaBank, por su parte, actuó como agente de la financiación, que se fue liberando de forma progresiva entre 2019 y 2021. En el segundo tramo, Apollo, Metlife, Northwestern Mutual, Aegon y Macquarie aportaron el dinero.
Alianza con Legends y Sixth Street para la explotación del estadio
El club ha alcanzado un acuerdo definitivo con Legends y Sixth Street, por el que las dos compañías se hacen con el 30% de la nueva sociedad que explotará el recinto deportivo por un periodo de veinte años. A cambio, el equipo de fútbol percibirá 360 millones de euros, según ha explicado el club en un comunicado.
La alianza inicialmente contemplaba una duración de 25 años y una participación del 20%, pero al final se ha optado por un periodo de tiempo más reducido y un paquete accionarial superior. La rentabilidad para los dos nuevos accionistas dependerá de los beneficios que genere la organización de conciertos y otros espectáculos en el recinto, así como la explotación del hospitality, el museo y el resto de las zonas comerciales.