El Real Madrid sale de la pandemia sin ver comprometida su rentabilidad. El club presidido por Florentino Pérez cerró 2021-2022 con un beneficio neto de 12,9 millones de euros, lo que eleva a más de 14 millones las ganancias acumuladas en los tres ejercicios impactados por la Covid-19. Ello, pese a haber perdido casi 400 millones de euros en ingresos ordinarios entre 2019 y 2022, según ha informado en un comunicado.
La entidad blanca ha batido las previsiones que había formulado para 2021-2022, una temporada en la que esperaba obtener unos ingresos ordinarios de 695,53 millones, que finalmente se han elevado a 721,5 millones de euros. ¿Los motivos? La cifra de negocio mejoró un 10% interanual gracias a la reapertura parcial del estadio (volvió a superar los 100 millones de facturación tras un año cerrado) y los bonus de Uefa y patrocinadores por ganar la Champions League.
Ello ha impactado de ello en la rentabilidad del club, que, si bien esperaba cerrar la pasada campaña con un beneficio de 1 millón, finalmente ha rozado los 13 millones de euros en un ejercicio marcado por el éxito deportivo al ganar LaLiga y la Champions en fútbol, así como la ACB de baloncesto, así como la entrada de inversores en el negocio del estadio.
El club no ha precisado cuánto aportaron las plusvalías por traspasos, si bien el presupuesto original ya incluía 108 millones por este concepto con salidas como las de Raphael Varane (40 millones), Martin Odegaard (35 millones) o los 3 millones por la cesión de Brahim al AC Milan y la marcha de Usman Garuba a la NBA, respectivamente, así como numerosos cobros variables por rendimiento o derechos de formación de jugadores ya traspasados.
“Los ingresos del ejercicio han continuado siendo afectados de manera significativa por los efectos derivados de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. A ello se suma el efecto en los ingresos del estadio por las limitaciones derivadas de la obra de remodelación”, recuerda la junta de Pérez, que logró rebajas salariales del 10% entre 2019 y 2021, además de recortar gastos operativos, que han evitado unas pérdidas que sólo en 2020-2021 podrían haber rondado los 100 millones de euros en el peor de los escenarios.
El Real Madrid afirma haber dejado de facturar 400 millones de euros en los años por la Covid
“La gestión del club ha continuado centrada en la contención de gastos y en las actuaciones de mejora de gestión y de desarrollo del negocio en todos los ámbitos, destacando en este sentido la plusvalía realizada en el ejercicio por el acuerdo con Sixth Street-Legends”, señala la dirección.
Por el momento, todo apunta a que las cuentas de 2021-2022 ya recogerán el ingreso extraordinario por la venta del 30% de la gestora que explotará al Santiago Bernabéu a Sixth Street, que en mayo se comprometió a abonar hasta 360 millones de euros por participar del negocio durante 20 años.
Eso sí, del comunicado de la junta se desprende que se ha aprovechado esa operación récord para “realizar provisiones de cobertura de riesgos y contingencias”, una política muy habitual de la gestión de Florentino Pérez, que pasa por aplicar dotaciones contra un beneficio elevado para poder liberarlas en temporadas de menores ganancias y no verse afectado negativamente por la presión fiscal.
El ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) se situó en 203 millones una vez ejecutadas las provisiones, una mejora sustancial frente a los 180 millones de 2020-2021 y los 177 millones de 2019-2020. La contribución a las arcas del Estado se situó en 351,18 millones de euros, de los que 193,2 millones se corresponden a IRPF.
La mencionada operación corporativa también explica su elevada posición de caja, de 425 millones de euros a 30 de junio de 2022, el triple que hace un año, así como la situación de deuda neta negativa, excluido el proyecto de remodelación del estadio.
Dicho de otro modo, sin incluir el préstamo para las obras, el club tendría una posición de liquidez neta de 263 millones de euros, pues la suma de tesorería y deudores por traspasos sería mayor que los saldos con acreedores por inversiones, deuda bancaria y anticipos. De lo contrario, la deuda neta a efectos de LaLiga sería de 537 millones de euros.
A eso se suman líneas de crédito sin disponer por 354 millones de euros, lo que revelan el alto poder adquisitivo que tendría el club en el próximo mercado de fichajes si lo considera.
El Real Madrid precisa que ya se han dispuesto de la totalidad de los 800 millones de euros que solicitó para el proyecto; los primeros 575 millones de euros a un tipo de interés fijo del 2,5%, a los que posteriormente añadió 225 millones adicionales con un coste del 1,53%. Las dos operaciones se acompasaron, de modo que el vencimiento de toda la deuda se sitúa en 2049.
La necesidad de recursos adicionales fue justificada porque en 2019 no era viable técnicamente la instalación de un césped retráctil. “La ejecución de las obras se ha desarrollado según el plan previsto, compatibilizándose con la celebración de partidos en el estadio Santiago Bernabéu”, celebra ahora el club, que espera generar más de 100 millones de euros anuales en nuevos ingresos gracias a esta obra de ingeniería.
En cuanto a 2022-2023, el Real Madrid espera aumentar sus ingresos ordinarios otro 7% interanual, hasta 769,6 millones de euros. A ello habrá que sumar las plusvalías por traspasos como el de Casemiro (70 millones). El beneficio antes de impuestos se situará en 5 millones. “Aún persisten algunos efectos en ingresos por impacto diferido de la crisis económica derivada de la pandemia, a lo que hay que añadir las dificultades económicas que está provocando el conflicto bélico en Ucrania”, advierte el club, que todavía no ha podido recuperar los ingresos prepandemia.