El Real Madrid sabe que tendrá que sacar la tijera en 2020-2021 y no lo esconde. Los socios han aprobado hoy con 1.796 votos favorables, 11 abstenciones y 5 en contra el presupuesto del próximo ejercicio, en el que las pérdidas antes de impuestos se dispararán hasta los 91,1 millones de euros si no hay variaciones. “Redoblaremos los esfuerzos para que cambie la foto”, ha anticipado el vicepresidente, Pedro López Jiménez, confiado en que podrán salvar el ejercicio como ya hicieron en 2019-2020.
El año se cerraría con unos números rojos finales de 69,7 millones, ya que se optará por activar bases imponibles negativas por 21,5 millones que se compensarán con las ganancias de próximos ejercicios. Pero la voluntad es no llegar a ese extremo. “Se prevé realizar una actuación de reducción salarial para mitigar el impacto de la pérdida de ingresos, si bien no se ha considerado en presupuesto su efecto dado que está pendiente de formalizar”, razonan en la casa blanca.
La entidad, fiel a su política, ha decidido no endulzar la realidad y plantear a los socios la aprobación de un presupuesto en el que sólo hay certezas. “No se han incluido los efectos de determinadas actuaciones de ahorro y otras oportunidades de mejora que el club intentará materializar para tratar de equilibrar el resultado como se logró el ejercicio anterior”, se compromete.
Los contratos salariales para esta temporada ascienden a 448,4 millones de euros, un 9,1% más que en 2019-2020, cuando sí se acordó una rebaja de sueldos para mitigar el golpe de la Covid-19; entonces, se ahorraron 35,5 millones respecto a lo previsto. Esa es la única gran asignatura pendiente, pues el plan de ahorro puesto en marcha el pasado marzo permitirá recortar los demás gastos de explotación en un 25,7%, hasta 188,5 millones de euros.
Son medidas impuestas por la cruda realidad de la pandemia, que se ha comido un tercio de la facturación ordinaria del Real Madrid. Frente a los casi 900 millones de euros que habría obtenido de cifra de negocio en un 2020-2021 normal, el club se tendrá que conformar con 616,8 millones de euros, un 13,7% menos que el pasado ejercicio y un 25% menos sobre el presupuesto que había establecido para entonces.
El club dirigido por José Ángel Sánchez aún podría reconducir la situación por la vía de las plusvalías por traspasos, con la que ya tiene asegurados 104,86 millones de euros. Se trata de un descenso del 17,3% respecto a 2019-2020, aunque aún podría hacer caja antes de acabar el año con las salidas de jugadores cedidos como Gareth Bale o Sergio Reguilón, ambos en el Tottenham Hotspur FC.
De hecho, el mensaje implícito del Real Madrid a la plantilla es claro: “En la primera plantilla de fútbol no se han producido altas y se han realizado tres traspasos y seis cesiones”, valora en su memoria anual. Dicho de otro modo: la dirección ya ha hecho lo que ha estado en su mano para reducir la masa salarial y no aumentarla. Es más, las amortizaciones de inmovilizado bajarán de 176,5 millones a 173,1 millones, un 42% más respecto a 2018-2019, tras el esfuerzo realizado el pasado verano: 323 millones en los fichajes de Eden Hazard, Luka Jovic, Eder Militao, Ferland Mendy, Rodrygo y Reinier.
De momento, la entidad contempla que los ingresos por socios y estadio se hundirán un 92,5%, hasta 9,5 millones, pues todo apunta que sólo podrán cobrar las cuotas sociales y poco más si no abren los estadios. La factura por competiciones internacionales bajará un 12,4%, hasta 92,5 millones, ante la imposibilidad de realizar gira este verano, y eso también impactará en el área de marketing, que bajará un 9,4%, hasta 301,9 millones. Por el contrario, los derechos de televisión aportarán 212,8 millones, un 43% más, por la contabilización de facturas correspondientes a 2019-2020 que se han tenido que incluir en 2020-2021 porque parte de los partidos se disputaron en julio.