El Real Betis ya cuenta con el aval de sus accionistas para ampliar capital en hasta 42,9 millones de euros. La junta celebrada ayer, constituida con un 51,71% del capital social, aprobó por mayoría absoluta la operación, que ayudará a solventar un patrimonio neto negativo de 72 millones. “Demuestra el gran compromiso con nuestro club”, expuso el presidente, Ángel Haro, quien ayer mismo junto al vicepresidente, José Miguel Catalán, presentó un aval previo ante LaLiga para poder inscribir a toda la plantilla. “Es la prueba más palpable de que este consejo sigue comprometido con el Betis y vamos a hacer todo lo posible para seguir manteniendo el nivel competitivo”, dijo.
Porque ese es uno de los objetivos de la inyección de recursos que se busca, el de no malvender futbolistas y mantener un equipo competitivo que les permita mantenerse de forma recurrente en competiciones europeas. “Decidimos no malvender; si hubiéramos hecho lo contrario, habríamos perdido el tren europeo y registrado pérdidas mayores”, sostuvo, en referencia a unos números rojos acumulados de 81,19 millones en el periodo 2019-2022, a los que se añaden otros 2,08 millones previstos para 2022-2023.
Haro ha pedido la máxima participación de todos los pequeños inversores, muchos de ellos socios con unas pocas acciones, para cubrir la ampliación de capital por completo. Por el momento, se desconoce si se trabaja en la entrada de algún nuevo inversor estratégico que ayuda a cubrir el montante total, que a corto plazo garantizaría “mantener el límite de plantilla deportiva entre 95 y 100 millones”. Ello, mientras se completa la remodelación del estadio para aumentar los ingresos ordinarios y reducir así la dependencia que se creó sobre las plusvalías por traspasos.
El consejero responsable del área económica, José María Pagola, fue el encargado de exponer la situación económica, recordando que el punto de partida era el de un club en concurso de acreedores. “Empezamos con unos fondos propios negativos en 2014 que fuimos mejorando hasta el año 2019”, enfatizó, en referencia al último año que pudo cerrarse con beneficios. No obstante, y pese al golpe de la Covid-19, recordó que en los últimos años se ha reducido la deuda a corto plazo y “se ha reorganizado la deuda de tal modo que hay un traspaso de deuda de corto a largo plazo”.
El CEO verdiblanco, Ramón Alarcón, puso el acento en el potencial de negocio del renovado Benito Villamarín, que debe apuntalar un área de negocio que alcanzó cotas récord antes de la pandemia y que poco a poco se va recuperando. “La salud en cuanto a ingresos es buena”, comentó. También destacó proyectos como el de la nueva ciudad deportiva para generar talento, sea para el primer equipo -reducción de costes en fichajes- o para venderlos a otros clubes -plusvalías, algo a lo que no se va a renunciar-.
Porque los desafíos van en dos direcciones. “Tras la ampliación hay que seguir trabajando en todas las áreas, mejorar las vías de ingreso, seguir ajustando los gastos, cumplir con rigor las políticas de buen gobierno y desarrollar el proyecto Estadio como elemento dinamizador del crecimiento del Club”, recordó.
Pese a que un grupo de accionistas ha anunciado que impugnará la junta por considerar que no se produjo el quórum mínimo necesario, Haro recordó que “el voto popular ha sido el mayor de todas las juntas que recuerdo y ha respaldado al consejo en un 88%” y que igualmente se habría aprobado en segunda convocatoria. “Estos datos tan contundentes superan cualquier test de resistencia, e incluso teniendo en cuenta el criterio de quorum con las acciones suspensas, hubiera salido igualmente en segunda convocatoria. Este es el mayor aval que tiene este consejo, la confianza de tantos y tantos béticos que han visto cómo hemos transformado la realidad de este club”.
Objetivo: 200 millones de negocio ordinario en 2026
El nuevo plan estratégico del club para el ciclo 2022-2026, explicado por Alarcón en una reciente entrevista con este medio, tiene como base el incremento del negocio ordinario, por distintas vías, para que la sostenibilidad no vuelva a estar sujeta a la venta de futbolistas.
En el club se trabaja para mover entre 180 millones y 200 millones de negocio ordinario en 2026, un nuevo hito en lo económico que confía en alcanzar a través de tres líneas estratégicas: consolidación deportiva, crecimiento comercial y solidez corporativa e impacto social.
Estadio Benito Villamarín, que aspiran que aporte 18 millones de euros extra al presupuesto, y a lo que se podría añadir la venta del naming del estadio verdiblanco.
Esto nos permitirá que, como mínimo, “tengamos 100 millones de plantilla deportiva, que es lo que consideramos que nos garantizaría competir por una plaza europea cada temporada”. En pandemia, el cierre del estadio y una masa salarial descompensada respecto a los ingresos le generaron unas pérdidas de 81 millones de euros durante el ciclo Covid (2019-2022). Un golpe que ahora se trabaja con las nuevas líneas de financiación y el rebote del negocio postpandemia.