Un descenso, dos ascensos consecutivos que le llevaron a la élite, y una última pérdida de categoría. El fútbol europeo no garantiza la misma estabilidad que las ligas de Estados Unidos, pero eso no ha minado el compromiso del grupo inversor que lidera Robert Sarver en el RCD Mallorca. El empresario ha decidido elevar a nueve millones la ampliación de capital que inicialmente anunció que sería de ocho millones de euros, según anticipa el director general de negocio, Alfonso Díaz, a 2Playbook. “Su inversión en el club ya ronda los 45 millones”, recuerda.

Los nuevos fondos servirán para dar estabilidad al proyecto en 2020-2021, cuando el equipo compite en LaLiga SmartBank y los estragos de la Covid-19 aún son palpables. Y no será tan sencillo corregir la situación como en el curso anterior, en el que la entidad balear logró cerrar con una facturación récord de 63 millones de euros y cumplir con su objetivo de ganar 17 millones de euros para atender el servicio de la deuda y avanzar en el saneamiento del balance.

“Es algo histórico, y la razón es que logramos más ingresos de los previsto en partidas como televisión, patrocinio y taquilla”, recuerda el ejecutivo, sobre un incremento de casi cinco millones respecto al presupuesto que se aprobó inicialmente; de no ser por la pandemia, hubieran alcanzado los 65 millones de euros. Durante el curso se logró un importante acuerdo con PayPal, mientras que la presencia de Take Kubo facilitó la alianza con Konami. “Desde marzo hicimos un esfuerzo muy grande para hacer cosas diferentes y que todos tuvieran visibilidad con contenidos y activaciones”, señala.

Díaz considera que el salto a Primera División no solo fue importante en términos financieros, sino que también les permitió consolidar las bases organizativas. “Íbamos con una estructura pequeña pero eficaz, con gente joven y talento, así que dar ese salto no nos costó tanto y pudimos obtener unos datos espectaculares”, defiende.

El RCD Mallorca ganó 17 millones en 2019-2020, en línea con el objetivo, y para este año prevé pérdidas por mantener la inversión en plantilla

El único pero a la temporada fue el descenso, en parte explicado por las obligaciones financieras que dejaron al Mallorca con uno de los límites salariales más bajos de la categoría. De ahí que la propiedad haya apostado por dar más fuerza al área deportiva creando una dirección general encabezada por Pablo Ortells, que llegó procedente del Villarreal CF. Díaz, por su parte, está al frente de todo el negocio, desdoblando así la figura del consejero delegado, que se ha suprimido tras la salida de Maheta Molango en febrero.

“Él está poniendo las bases de un crecimiento a futuro, con más profesionalización y una academia bien organizada y sostenible, porque es una apuesta muy importante”, apunta Díaz sobre el rol de Ortells. Mientras, su foco está 100% puesto en el negocio comercial, la comunicación y la estrategia a nivel de club. “Hemos descendido, sí, pero esa experiencia a todos los niveles nos va a ayudar mucho para que la próxima vez estemos mucho más preparados”, argumenta.

De momento, el trabajo de los últimos meses les ha permitido que los ingresos por patrocinio sean un 28% superiores a los que obtuvo en 2018-2019, su último curso en LaLiga SmartBank. En total, el club bermellón prevé contar con entre 23 millones y 24 millones de euros para 2020-2021, de los que algo más de la mitad procederán de la ayuda al descenso, como ya desveló 2Playbook. “La cifra final va a depender mucho de la situación, porque no sabemos cuánto durará esta situación y lo que estamos contemplando ahora es que no habrá ingresos por matchday en la primera mitad de la temporada”, prevé el responsable bermellón.

El club optó por devolver el 25% del abono del último curso a quien lo solicitara, mientras que para esta temporada se ha decidido cobrar por anticipado un 25% del precio. “Una vez podamos reabrir el estadio, haremos los ajustes necesarios en función del precio real que acabe teniendo cada carné, que dependerá del número de partidos”, argumento.

El club ha bajado su deuda de 27 millones a 10,5 millones, y este año quedará en 9,5 millones de euros

Esta es la razón por la que Díaz asume que “nosotros somos de los clubes que acabaremos dando algo de pérdida en 2020-2021”. El directivo recuerda que, estando en un destino tan turístico como Palma, “la situación no es sencilla y toda la isla sufre por la caída del turismo; en nuestro caso, era muy importante por lo que generaba por ticketing”, comenta. Como muestra de apoyo al territorio, el estadio se ha rebautizado como Visit Mallorca.

De ahí la importancia del anuncio de Sarver de que aportará nueve millones de euros, que permitirán asegurar el cumplimiento de los compromisos, mantener la inversión en plantilla y poder acometer proyectos patrimoniales de futuro. “Cuando llegó la propiedad actual había una deuda de 27 millones, ahora estamos en 10,5 millones de euros y al cierre de este año la dejaremos en 9,5 millones”, avanza Díaz.

Mantenerse en Primera les habría permitido liquidar toda la deuda pendiente con Hacienda en dos o tres años, algo imposible en Segunda División si no es con aportaciones extraordinarias que permitan no consumir los recursos propios para el servicio de la deuda. “Hay que hacer las cosas con cabeza y sacar máximo rendimiento en deportivo y no deportivo”, sostiene.

Aquí coge mucha fuerza la iniciativa en la que el Mallorca viene trabajando desde hace un tiempo: la construcción de una residencia para canteranos junto a la ciudad deportiva. El importe de la inversión no ha trascendido, pero el plan contempla un edificio con capacidad para veinte canteranos. “Entienden que el proyecto es a largo plazo, independientemente de que haya habido momentos mejores o peores”, defiende Díaz, quien es muy consciente de lo que finalmente pesa: “Esta actitud da tranquilidad a los aficionados, pero a ellos hay que darles resultados en el campo”, concluye.