El RCD Mallorca amplía la concesión de Son Moix hasta 2064 tras lograr luz verde a su reforma

El Ayuntamiento de Palma de Mallorca ha aprobado la prórroga del convenio, firmado en 1997, lo que permitirá al club balear poder acometer su proyecto de renovación de la infraestructura, en la que invertirán unos 20 millones de euros.

RCD Mallorca Son Moix 2021 2022

El RCD Mallorca podrá continuar en Son Moix, al menos, hasta 2064. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado la prórroga de la concesión del estadio municipal durante otros 42 años, según ha informado el equipo bermellón. El convenio fue firmado en 1997.

Esta noticia acelera el proyecto que tiene en marcha el Mallorca para la renovación de la infraestructura, en la que invertirá unos 20 millones de euros para contar, prácticamente, con un estadio nuevo en 2024. La entidad se apoyará en los fondos de CVC para su financiación.

Entre las obras a realizar destaca la eliminación de las pistas para acercar al público al césped y la inclusión de diversos servicios para generar nuevos ingresos al club, en ese plan general del fútbol español por facturar por el estadio más allá de los días de partido.

Las primeras obras arrancarán próximamente con la construcción de una nueva grada por 5,4 millones. El club levantará una nueva grada sobre la actual de la tribuna de Sol y eliminará las pistas de atletismo, además de un voladizo en la tribuna a reformar que permitirá a 6.656 espectadores resguardarse de la lluvia y del sol en los meses de mayor calor en la isla.

 

Sin aumento de aforo

El plan del Mallorca no contempla un aumento del aforo respecto al recinto original, pues incluso se reduciría, pasando de los 23.150 de hace unos años a una cifra próxima a los 20.500 espectadores tras la reconstrucción del fondo Sur. De hecho, el foco se pondrá en mejorar las prestaciones de un recinto, inaugurado en 1987 y de titularidad municipal, que “debe evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos.

De entrada, se reducirá a 8,5 metros la distancia de la primera fila hasta el terreno de juego, frente los 25 metros o 45 metros actuales, en función de la zona. Además, se procederá a una renovación completa de los asientos y la inclusión de mejores accesos adaptados para tosas las personas con necesidades especiales.

Además, será “un estadio urbano que provea de servicios a sus ciudadanos en términos sociales, de cultura, bienestar, deporte y ocio”, explicó el club en la presentación del proyecto. En este sentido, se crearán dos nuevas plazas abiertas a la ciudad. Una exterior en la que el club prestará servicios de acara al público, con una tienda oficial, un punto de atención al aficionado y las oficinas de la la Fundació Reial Mallorca. En el otro extremo del estadio habrá una plaza interior en la que se organizarán actividades.

“Queremos ser partícipes de la trasformación de nuestra ciudad y de su nuevo ordenamiento urbanístico”, apuntaron desde el club, que ha encargado la obra a Izaskun Larzabal, la arquitecta guipuzcoana que diseñó el Reale Arena para la Real Sociedad, que también contaba con unas pistas que alejaban al público de los jugadores.

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