El RCD Espanyol no quiere nuevos sobresaltos tras el traspiés que supuso perder la categoría el año que más había invertido en plantilla. El club ha recuperado su plaza en LaLiga Santander en el primer intento y ha decidido realizar un esfuerzo adicional para amarrarla en 2021-2022. Y lo hará a costa de la rentabilidad a corto plazo, tras cerrar el último año con unas pérdidas de 11,4 millones y presupuestar unos números rojos de 8,9 millones para el ejercicio en curso, según la documentación remitida a los accionistas y a la que ha tenido acceso 2Playbook.
Fuentes próximas a la entidad indican que este esfuerzo de más de 20 millones de euros demuestra el compromiso de Rastar Group con el proyecto deportivo. De hecho, esto sólo será posible gracias a la ampliación de capital de 38 millones que el holding chino aprobó hace unos meses, suficiente para cubrir este agujero en las cuentas y reducir el nivel de apalancamiento.
Según cálculos de LaLiga, su deuda neta es ya de sólo 20,3 millones de euros, el importe más bajo en la historia reciente del club tras recortarla en un 56% interanual. El grueso de este importe se corresponde a compromisos con clubes, así como 6,1 millones de euros divididos en dos préstamos que se firmaron en la segunda mitad de 2020-2021 con la garantía de los derechos de televisión y que no deberá devolver hasta 2022-2023.
“Nos deja en una buena posición para consolidar el proyecto”, corroboran en los despachos del RCDE Stadium. Además, esa inyección incluso resolvería el peor escenario, el de que no se cumpla la previsión de ingresos para esta temporada. El plan pasa por conseguir unos ingresos ordinarios de 77 millones de euros, frente a los 49,8 millones que consiguió en 2020-2021 gracias a los 30 millones de la ayuda al descenso.
Sin embargo, también se han vuelto a incluir 20 millones en plusvalías por traspasos, de los que hoy no tiene asegurados más que algunos posibles pagos variables por rendimiento de traspasos del pasado. Es decir, que si no se vende a un jugador importante en invierno o verano, sólo una mayor recuperación de los ingresos o la aportación de Rastar podrán cubrir ese agujero adicional.
La dirección encabezada por José María Duran se muestra tranquila con el escenario que plantean, pues “permite retener talento deportivo y ejercer la política de fichajes óptima para competir en LaLiga Santander”, según se recoge en el informe de gestión. De ahí, también, el fuerte aumento del gasto en plantilla pese al impacto de la pandemia y el descenso en los ingresos.
El club destinó 48 millones al pago de nóminas en 2020-2021, hasta diez veces más que algunos de sus rivales en Segunda División, y la previsión para 2021-2022 es que los salarios absorban 64,8 millones de euros, apenas cuatro millones menos que en 2019-2020, una temporada en la que disputó Europa League y la planificación era la de un curso normal.
Ahí pesan los salarios variables de jugadores como Raúl de Tomás, Adrián Embarba o Leandro Cabrera, fichados en enero de 2020 como puntales del proyecto y activos potencialmente revalorizables para ser vendidos en caso de necesidad. Estas tres apuestas, junto a las incorporaciones de este verano, harán que las amortizaciones alcancen la cifra récord de 21,1 millones en 2021-2022, prácticamente el doble que hace sólo cuatro años.
En cuanto a los gastos de explotación, el simple hecho de volver a Primera, unido a la reapertura de los estadios, hará que los gastos de explotación se tripliquen de un año para otro, hasta 17,6 millones de euros. Ahora bien, será un importe muy alineado con la media de los últimos ejercicios en LaLiga Santander, según el análisis a partir de los datos disponibles en 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook.
En cuanto a los ingresos, la dirección admite que existe la “incertidumbre sobre el impacto que la crisis sanitaria del Covid-19 pueda tener sobre los ingresos de día de partido”. Según sus estimaciones, ese golpe fue de 9,5 millones de euros en 2020-2021, sobre todo por la imposibilidad de cobrar abonos, mientras que la reducción de costes asociada fue de sólo 1,88 millones.
De ahí que el presupuesto sólo incluya 790.000 euros por competiciones, frente a los tres millones de media que cosechaba por taquilla en los ejercicios previos a la pandemia. Por el contrario, el efecto positivo que suele tener un ascenso les hace pensar en alcanzar los 7,38 millones por socios y abonados, es decir, lo mismo que antes del cierre de estadios.
El importe que sí está más o menos garantizado es de los derechos de televisión, que en 2021-2022 supondrán 55,21 millones de euros, casi ocho millones menos que en su último año en Primera. Y el área comercial prácticamente se mostrará resiliente a la crisis sanitaria y se confía en que supere los 12 millones de euros, gracias a un trabajo en términos de patrocinio que ha resultado crucial.
El área dirigida por Toni Alegre ha sabido fidelizar a Riviera Maya, que ha regresado al frontal de la camiseta y está acompañada de debutantes en la equipación como Reale (manga de la camiseta) o la empresa de telefonía Digi (trasera). También sigue GRO en el pantalón y se ha realizado una emisión de tokens con la turca Bitci.
