El RC Celta deja atrás las pérdidas de la pandemia y mejora su negocio por encima de las expectativas. El club vigués de LaLiga cerró 2021-2022 con un beneficio neto de 131.999 euros gracias a la venta de futbolistas y a la mejoría de su negocio ordinario. La entidad, que había presupuestado unos números rojos de 9,4 millones, volvió a la senda de la rentabilidad.
Esa es la actividad única y exclusiva del club, pues si se toma todo el perímetro, el resultado consolidado del grupo fue negativo en 773.863 euros, aun así muy por debajo de los 9,58 millones que perdió un año antes en términos comparables. La razón no es otra que las pérdidas atribuibles a las filiales de retail y la gestora del proyecto de ciudad del deporte, Galicia Sport 360, así como unos números rojos de 859.638 euros en la Fundación.
La venta de jugadores generó una plusvalía de 16,6 millones de euros, más del doble de lo que había previsto en el presupuesto, gracias especialmente a la venta de Brais Méndez a la Real Sociedad. Así, el club generó unos ingresos totales de 90,5 millones de euros (92,9 millones todo el grupo) que le permitieron esquivar las pérdidas que sí había presupuestado para la actividad deportiva.
La cifra de negocio de la entidad de Vigo ascendió a 69,9 millones de euros, un 5,4% más que durante la campaña anterior. La televisión volvió a ser el principal generador de ingresos con 53,8 millones de euros, en línea con el año anterior. La partida de ingresos que más mejoró fue la de los socios, los abonados y la taquilla, que aportó 3,2 millones de euros, cuadruplicando la cifra de la campaña anterior. La publicidad movió 10,1 millones de euros, un 2% más, mientras que la venta de merchandising movió 1,7 millones. Los ingresos por competiciones mejoraron hasta 1 millón de euros.
El Celta, que presupuestó pérdidas por más de 9 millones, finalmente cerró la temporada en positivo
Respecto al gasto, la entidad controlada por el empresario Carlos Mouriño se ajustó el cinturón. El desembolso en la plantilla deportiva cayó un 7,3%, hasta 46,4 millones de euros y el gasto en personal no deportivo se contrajo ligeramente, hasta 5,1 millones de euros. En amortizaciones, el Celta presentó 17,3 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 1,1%.
En lo relativo a las deudas, los compromisos con acreedores comerciales y otras cuentas a pagar volvió a reducirse drásticamente como ya pasó en 2020-2021. La pasada campaña el descenso fue del 66%, hasta 9,5 millones de euros.
De las cuentas también se desprende que de los 86,6 millones de euros que la entidad celtiña recibirá de LaLiga Impulso, ha dispuesto 34,3 millones de euros en 2021-2022. De ahí que los pasivos a largo plazo casi se hayan doblado en el último año. Ya no existe deuda bancaria ni a corto ni a largo plazo, pero la inyección de capital procedente de CVC son pasivos financieros.
Presupuesto 2022-2023: medio millón de beneficios y 15 millones por la venta de jugadores
El objetivo para la temporada en curso es ganar 524.000 euros, por lo que la venta de jugadores volverá a ser providencial. Mouriño y su equipo han presupuestado plusvalías por la venta de jugadores por 14,9 millones de euros, que sumado a los 69,4 millones de negocio ordinario que prevé facturar, elevarían los ingresos totales hasta más de 84 millones de euros.
El club se muestra conservador y prevé que el negocio audiovisual empeore y genere 49,5 millones de euros. Eso sí, en Balaídos espera facturar 5 millones a través del cobro de abonos, venta de entradas y las cuotas de los socios, lo que supondría un aumento del 56,2% interanual. También se espera un incremento de 2 millones en el negocio del patrocinio, con el objetivo de que los esponsors generen 12,5 millones de euros.