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Querejeta (Baskonia-Alavés):“Debemos crear nuestra propia industria en torno al deporte para crecer”

El presidente del grupo, que cumple diez años desde la adquisición del Alavés, ha construido un ecosistema de negocios que sitúan la facturación de la entidad en torno a los 85 millones. Tras salvar de la quiebra al Alavés, Innovaraba es el reto.

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“Al principio dudamos, y te aseguro que nunca imaginamos el escenario actual”, admite Josean Querejeta. Y no es para menos. Cuando el entonces dueño del Saski Baskonia decidió arremangarse y tomar el control del Deportivo Alavés no era la operación segura que hoy muchos ven en el fútbol español. “Estaba en una situación muy delicada, con 23 millones de euros de deuda y en Segunda B; no había ni balones para entrenar, pero la alternativa era la desaparición”, razona sobre aquel paso al frente.

Hoy, el equipo milita en LaLiga Santander por sexto año consecutivo y se ha convertido en el motor económico del único hólding que une a un equipo de LaLiga y otro de ACB, con la canasta como socio de referencia. Pero el camino no fue sencillo, tras una inversión urgente ascendió a 2,5 millones de euros y distintos acuerdos con la Diputación Foral de Álava, que aceptó convertir su deuda en un préstamo participativo que se ha ido liquidando.

Los dos primeros años de gestión fueron con el equipo en Segunda B “y una situación muy precaria porque había importantes amortizaciones”. En 2013-2014 se produjo el ascenso a Segunda División, y ahí Querejeta no se olvida de un minuto clave de ese año. “Si no es por un gol en el descuento en Jaén en la última jornada…” Después llegó un año de estabilidad en la categoría, hasta que se produjo su regreso a Primera al tercer intento.

“Ahí fuimos apretando mucho el cinturón para ir pagando la deuda e implantando un modelo de gestión que nos había funcionado con Baskonia”, señala. Y el ascenso permitió acelerarlo todo, pues hoy el club de fútbol ha cancelado toda su deuda histórica y, aunque no sin apuros, finalmente salvó la categoría y en 2021-2022 sumará seis años en Primera. “La verdad es que estoy muy contento”, reconoce, echando la vista atrás sobre una inversión que se podría haber ido al traste aquel 7 de junio de 2014 en Jaén.

Baskonia-Alavés es un grupo que hoy factura más de 85 millones de euros anuales y da trabajo a 700 personas

Con el proyecto estabilizado económicamente, ahora el desafío del grupo es cómo generar recursos económicos que le permitan competir de igual a igual de media tabla para arriba. “Estamos en una ciudad y un mercado pequeño, con poco margen de crecimiento y muy agredido porque tienes varios equipos en Primera relativamente cerca”, diagnostica Querejeta.

En este sentido, combinar un equipo de fútbol y baloncesto con identidad propia y diferenciada les ha permitido ampliar el potencial de negocio comercial y taquilla. “Hay muy poco público compartido y eso es una ventaja porque nos permite abarcar más mercado; entre las dos aficiones son más de 26.000 abonados en una ciudad de 240.000 personas, pero coincidentes son 300 socios”, desvela.

Eso sin contar el Bakh, el mayor centro deportivo privado de Vitoria, que hoy cuenta con más de 5.000 socios y que fue la primera piedra del proyecto de diversificación del negocio. “Debemos salir de la generación habitual de recursos y crear una industria en torno al fútbol para crecer económicamente; cuantos más recursos produzcamos, más fácil será mantenernos”, argumenta.

Esa filosofía es la que marca Innovaraba, el proyecto que Baskonia-Alavés espera financiar al 50% con fondos europeos y que supone convertir el entorno del Buesa Arena en un hub de negocios vinculados al deporte. La inversión total asciende a 64 millones de euros y, según Querejeta, “el motor de todo el proyecto debe ser la Universidad, que esperamos que pueda impartir su primer curso en 2022-2023”. A partir de ahí, se espera un efecto llamada que dinamice la residencia de estudiantes, el colegio o la academia internacional.

“Son inversiones que hacemos a medio y largo plazo, pero que deben ser sostenibles es porque lo que no pueden ser es una losa para los clubes”, sostiene Querejeta, quien admite que “evidentemente hemos corrido riesgos, porque nunca tienes la garantía de que el 100% saldrá bien”. Eso sí, “en líneas generales hemos ido consiguiendo lo que nos proponíamos”, matiza.

La entente institucional para el proyecto de innovación también existía para la otra gran inversión patrimonial que ambiciona el grupo, que no es otra que la remodelación de Mendizorroza. El acuerdo es total y supondrá invertir 54 millones, en un 60% aportados por Alavés, pero hoy no hay visos de inicio de las obras. “Hay buena relación institucional y entendemos que se paralizara por la pandemia, pero es importante para nosotros para generar ingresos”, recuerda.

El grupo propone invertir 64 millones de euros en un hub de negocios vinculados al deporte

Otras iniciativas que Querejeta espera reactivar cuando se normalice la situación es la expansión internacional del Alavés, que ya cuenta con el NK Istra de Croacia en propiedad. “La idea de tener más clubes sigue ahí, pero la Covid-19 lo ha ralentizado porque todos los clubes hemos salido dañados económicamente”, sostiene. Eso sí, la apuesta de momento está funcionando, pues con traspasos de jóvenes talentos formados allí ya han recuperado un 25% de la inversión realizada.

Esa capacidad de scouting internacional ya es sello made in Baskonia en Latinoamérica, pero Querejeta considera que “la red de clubes en baloncesto es difícil de replicar, su economía no permite hacer eso”. De hecho, su reflexión sobre el mundo de la canasta va más allá, pues considera que “hay que ir a una reducción de ciertos presupuestos porque no tiene sentido que haya ese doping financiero; si inviertes y no hay resultados, el accionista se cansa, y donde podría haber un proyecto interesante, deja de existir”.

No es el caso de Baskonia-Alavés, pues el dirigente tiene clara la foto que querría ver en diez años: “Nos gustaría que Innovaraba esté acabado, con Baskonia consolidado en la élite europea y el Alavés pasando de luchar por la permanencia a aspirar a competir en Europa, con el femenino en Primera”. Ese escenario haría crecer un negocio que ya supera los 85 millones de ingresos anuales y da trabajo a 700 personas. “Estamos contentos, pero admito que nos gustaría que las cosas fueran más rápidas”, confiesa.

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