El Girona FC refuerza su patrimonio neto tras la pandemia. La propiedad del club, liderada por el City Football Group, Marcelo Claure y Pere Guardiola, ha completado la inyección de 20 millones de euros en el club, tal y como acordaron el pasado mayo en la última junta general de accionistas. El objetivo de esta ampliación de capital es reducir el exceso del límite salarial y compensar pérdidas del pasado ejercicio, según ha a apuntado el club en un comunicado.
En concreto, se han llevado a cabo dos aumentos de capital: el primero, por un importe total de 3,99 millones de euros, mientras que el segundo, siguiendo la misma vía, ha cubierto los 15,99 millones de euros restantes para alcanzar el objetivo marcado. En total, se han puesto en circulación 103.998 nuevas acciones a un valor nominal de cuatro euros cada una.
Con esta operación se capitalizará deuda y se compensarán unas pérdidas, incrementadas por la pandemia, que podrían alcanzar los 8 millones de euros en 2020-2021. Además, las ampliaciones no alterarán el mapa accionarial del club, pilotado por Ignacio Mas-Bagá, y en el que continuará como máximo accionistas el City Football Group (CFG), dueño del Manchester City, con un 47% del capital.
Le siguen el empresario boliviano Marcelo Claure (35%) y Pere Guardiola (16%), que decidió vender parte de sus acciones para incorporar a este nuevo socio.
El Girona FC cerró la pasada temporada en equilibrio presupuestario pese a la pandemia gracias a la ayuda al descenso y al recorte de gasto de personal que realizó, una fórmula que no bastará para esquivar las pérdidas en 2020-2021, aunque el club confiaba en rebajar el déficit con nuevos acuerdos de patrocinio y la venta de jugadores. En este último apartado, la entidad ha ingresado algo más de dos millones de euros por los traspasos de Johan Mojica (Elche CF) y Mamadou Sylla(Deportivo Alavés).
El equipo de fútbol preveía facturar 11,3 millones de euros, un 56,2% menos que en la campaña anterior. ¿El motivo? La desaparición de la ayuda al descenso, que en 2019-2020 le permitió contar con 10,4 millones de euros adicionales, y el hecho de jugar a puerta cerrada, que ha provocado que la dirección sólo presupueste un 55% de los ingresos habituales por matchday. También ha cobrado la mitad del carné a los abonados, aunque devolverá la cantidad proporcional a quienes no puedan disfrutar los partidos en Montilivi.
De cara a esta 2020-2021, el club afirma que los ocho millones que faltarán para cuadrar las cuentas podrían ser menos si llegan nuevos ingresos gracias a los acuerdos de patrocinio y comerciales que están en fase de negociación, así como con la venta de jugadores.
De hecho, las plusvalías por traspasos fueron el tercer pilar en el que se apoyó el Girona FC para evitar las pérdidas en la pasada temporada, junto a la ayuda al descenso y el recorte del gasto de personal. Si el año pasado gastó 35,9 millones, en 2020-2021 presupuestó 23,8 millones de gasto en plantilla y personal no deportivo, un 64,3% menos. La entidad sostuvo que no reduciría el gasto en el fútbol base, sino en salarios.
Las cuentas del Girona en 2019-2020 se cerraron con unos ingresos totales de 25,8 millones de euros, un 55% menos que en la temporada anterior, cuando el club militaba en Primera División. La reducción del negocio audiovisual al competir en LaLiga SmartBank, así como la caída de los ingresos asociados al patrocinio y al día de partido justificaron el descenso del negocio.
El club ha cambiado su estructura accionarial en el último año, con la venta del 35% al inversor boliviano y estadounidense Marcelo Claure, que a su vez era socio hasta hace pocas semanas de David Beckham para su equipo en la MLS, el Inter Miami.