Ser la liga de fútbol más rica del mundo no te exime de sufrir los estragos de una crisis tan implacable e inesperada como la del Covid-19. La Premier League ha hablado, a través de los principales gestores de sus clubes, y los titulares no son precisamente esperanzadores. Una amplia mayoría de los directores financieros vaticinan un descenso en todas sus áreas de ingresos en 2020-2021, destacando la caída en abonos y ticketing, que caerá más de un 5% según el 84% de los clubes, y la bajada de ingresos por patrocinios (75%), según un informe elaborado por la firma de servicios profesionales BDO.
Las consecuencias en los despachos se verán, lógicamente, proyectadas en el campo. Menos del 20% de los clubes de la Premier prevén cerrar con beneficios el año, con lo que los grandes directivos apuntan a una disminución de los salarios del primer equipo –futbolistas y cuerpo técnico–, cuyo tamaño también se verá menguado con menos fichas. Hasta el 50% de los clubes participantes en el informe esperan una bajada de los emolumentos de sus plantillas, y sólo el 8% aspira a aumentarlos. Igualmente, un 25% de los equipos de la Premier prevén adelgazar el número de futbolistas que integrarán el equipo durante esta temporada, en la que tampoco habrá un aumento de la inversión en las canteras en el 75% de los clubes de la máxima categoría.
Comparando los objetivos y previsiones del antes y después del Covid-19 en el fútbol profesional inglés, el 38% de los clubes previeron aumentos en el gasto en la primera plantilla la pasada campaña, aupados por los millonarios ingresos derivados principalmente por la televisión –la Premier firmó en 2019 un contrato de 10.400 millones de euros por tres temporadas–; un año después, la situación es completamente opuesta. A pesar de la caída, también cabe recalcar la fortaleza de la Primera División inglesa, en la que un 42% de sus clubes apunta a que las renovaciones de sus futbolistas no sufrirán variaciones.
Una solidez que viene refrendada por años de notables ganancias. En la última temporada, y a pesar de la drástica adaptación de la industria del fútbol a los requerimientos de los Gobiernos para luchar contra la pandemia, el fútbol profesional inglés (donde también se adentra la EFL, que agrupa las tres divisiones posteriores a la Premier) ingresó 6.500 millones de euros en la temporada 2019-2020.
Clave el último acuerdo televisivo
Uno de los puntos que reconocen los clubes de la Premier que será clave para su estabilidad financiera durante la pandemia y los próximos años es el acuerdo por los derechos de televisión. “Este acuerdo nos proporciona el grado de seguridad necesario para afrontar la situación”, destaca uno de los directivos de un equipo de la liga inglesa a BDO.
“Hoy, el 50% de los clubes ingleses nos dicen que sus finanzas están en una situación compleja o de grave preocupación, en comparación con el 27% en 2019, y del 18% en 2018”, destaca Ian Clayden, socio y director de deportes profesionales de BDO.
Un club de media tabla de la Premier cobra lo mismo por derechos televisivos que uno de LaLiga y de la Serie A juntos
Sin embargo, también hay críticas a acciones que ha tomado la competición en los últimos años. Por ejemplo, un 8% critica el salvavidas para los clubes que descienden de la Premier es excesivo. Una generosa cuantía que suelen superar en conjunto los 250 millones de euros anuales, con diferentes importes para cada club, según los años consecutivos que haya jugado en la máxima categoría.
Los derechos audiovisuales son el gran impulso que recibe el fútbol inglés, y que ahora se evidencia en una época de crisis mundial como la actual. Un club medio de la Premier cobra por televisión lo mismo que un equipo español e italiano juntos, y que 400 de las ligas menores.
Este sistema de venta centralizada es, además, el más igualado de Europa, con un 50% de los ingresos repartidos a partes iguales; un 25% en función del número de partidos emitidos en televisión, y otro 25% en relación a su rendimiento deportivo, que es uno de los parámetros más importantes en otras ligas. Esto genera un ratio de diferencia de 1,4 entre el que más cobra y el que menos en la Premier; en LaLiga este ratio es del doble, de 3,1 veces, si bien es la mitad que hace una década.
Ahora bien, el caso inglés es muy sintomático de lo que puede pasar a futuro, pues en el medio plazo ha logrado elevar sus emolumentos por la venta internacional, que ha compensado el descenso en su propio mercado. Es una tendencia que el propio regulador admite al hablar de la última licitación de la Champions League, en la que ha logrado generar 750 millones para los clubes. Si bien se ha crecido tanto dentro como fuera de Europa, señala, “el porcentaje de crecimiento internacional es mayor, en común con las principales ligas nacionales”.
La constatación de que se ha tocado techo ha obligado a mover ficha, y tanto la Premier League como la Bundesliga han decidido poner más partidos en la pequeña pantalla, de forma que se pueda rascar algo más de los operadores. En España, LaLiga hace más de diez años que lo emite todo y su baza a futuro es la supresión del partido en abierto, pues también introdujo anteriormente el carrusel de partidos que le permite llegar al prime time tanto de Asia como en Norteamérica.