Libertad, control y solidaridad. Así podrían resumirse los pilares sobre los que Florentino Pérez considera que está concebida la Superliga europea, un proyecto que considera que sigue siendo vital para poner remedio a “la proliferación de partidos intrascendentes que alejan a los aficionados del fútbol, y especialmente a los jóvenes”, según ha expuesto en su discurso en la asamblea de compromisarios del Real Madrid.
Tras salvar la sostenibilidad económica del club en los dos años de pandemia, el presidente blanco ha centrado parte de su discurso en lo que considera que es el siguiente reto tras la Covid-19: la reforma del fútbol, pese a que suponga un duro enfrentamiento con casi todos los estamos de este deporte. “Igual hay que recordarle a la Uefa quién es el Real Madrid”, ha aseverado, tras desgranar las claves del modelo que definió junto a doce equipos, si bien hoy ya sólo le acompañan FC Barcelona y Juventus.
Pérez se ha mostrado confiado en que haya un fallo favorable de la justicia europea a la demanda por prácticas anticompetitivas de la Uefa. “Es al mismo tiempo regulador y único organizador de las competiciones europeas, lo que impide la entrada de cualquier otro competidor”, ha denunciado el presidente.
Y ahí ha centrado uno de sus argumentos de por qué la Superliga debe salir adelante. En su opinión no se trata únicamente de un cambio de formato que blindaría la presencia de doce de las grandes potencias continentales, sino que supondría un cambio radical en la gobernanza del sistema. “Es libertad para que los clubes seamos dueños de nuestro destino; es autogobierno para que podamos gestionar nuestras propias competiciones del mismo modo que lo hacemos con las ligas nacionales”.
El dirigente español ha cargado duramente contra las estructuras de poder de la Uefa, por el hecho de que federaciones nacionales de países de escaso volumen poblacional tengan más influencia en la toma de decisiones que los equipos de fútbol. “La Superliga es transparencia y buen gobierno, porque se dotó de una estructura profesional, eficaz, que adopta las decisiones de manera colectiva en interés de los clubes, que son los que asumen todos los salarios, costes y riesgos de la actividad”, ha recordado.
Y otro punto clave, también muy defendido por el FC Barcelona, es el del fair play financiero. “Hará por fin que se respete de forma estricta las normas de control económico, impidiendo la creciente proliferación de situaciones inaceptables en las que clubes reciben apoyo financiero indiscriminado, ya sea de estados o no, práctica impropia de la Unión Europea que adultera la competición y la aboca a la ruina”, ha defendido.
Son unas normas que ya se aplican en LaLiga, a la que posteriormente ha criticado duramente por la operación con CVC. El acuerdo, que se presentó en agosto, se firmará previsiblemente el 10 de diciembre, después de que se haya modificado el proyecto para dejar al margen a Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club, que anunciaron acciones legales. Pérez ha hablado de “gravísimas irregularidades”, aunque se desconoce si estas se mantienen tras la modificación de los contratos que han atrasado la firma, precisamente para blindar legalmente el acuerdo.
Pérez hoy ha vuelto a buscar que los equipos de fútbol cambien el sentido de su voto, sobre una operación que continúa considerando que es mala en términos financieros. “Nos ponemos a disposición de todos los clubes para estudiar propuestas legales, razonables, rentables y sin quedar presos de un fondo. Hoy el dinero vale muy poco. ¿Por qué hay que meterse en este lío?”, se ha preguntado.