CA Osasuna ajusta al alza su presupuesto en la temporada post-Covid. El club navarro prevé mejorar su negocio en 2020-2021, campaña para la que ha presupuestado unos ingresos de 65 millones de euros debido a los traspasos realizados en verano. Serán aproximadamente ocho millones de euros más de lo que facturó en 2019-2020, temporada marcada por la pandemia.
El presupuesto del club rojillo contempla que el negocio audiovisual genere 49 millones, un aumento inferior a lo previsto, según admite la junta directiva. Lo compensará por la vía comercial, puesto que los ingresos de este área aumentarán un 15% y la publicidad generará seis millones.
La entidad señala que son cifras similares a las de la pasada temporada, aunque espera facturar más por la venta de futbolistas. El único contratiempo es el cierre de los estadios al público, que se comerá la práctica totalidad de los 3,5 millones de euros que recaudaba en taquilla y entre socios y abonados. De aquí, lo único que podrá salvar son las cuotas sociales y la parte proporcional al número de jornadas que se abran al público.
La previsión es cerrar el año con un beneficio de 300.000 euros, por los 2,7 millones de euros que ganó en 2019-2020, como ya adelantó 2Playbook. En la pasada temporada, la entidad registró un negocio ordinario de 57,5 millones de euros, para un total de sesenta millones de euros de ingresos totales.
La televisión fue el principal generador de negocio, con un total de 48 millones de euros, mientras que los ingresos comerciales y de patrocinio alcanzaron los 5,5 millones de euros, el doble que en la temporada anterior, cuando el equipo militó en LaLiga SmartBank.
La entidad rojilla está volcada en reducir su endeudamiento a raíz de las obras para remodelar El Sadar. De hecho, a cierre de 2020-2021 el club habrá pagado cerca de 11 millones de euros de la obra de el Sadar, de los cuales 6,4 millones corresponden al préstamo de 16 millones que pidió para reformar el estadio. Quedarán pendientes de pago 9,6 millones.
La deuda a corto plazo subirá de un millón a siete millones en este ejercicio, debido a los seis millones de euros que el club debe pagar del préstamo avalado por el Gobierno de Navarra para la reforma del recinto deportivo. Los primeros tres millones se pagaron en septiembre y entran por lo tanto en las cuentas de la temporada 2020-2021 y los siguientes tres millones se pagarán en mayo.
A cierre de 2019-2020, el Osasuna tenía una deuda de 8,9 millones de euros a largo plazo y un pasivo a corto de 32 millones de euros, de los cuales 7 millones eran compromisos con la banca y 7,5 millones eran con las administraciones públicas.
Otros 7,8 millones de euros eran pagos pendientes con jugadores, una factura que se suele saldarse a lo largo de julio y una vez cerrado el ejercicio, el 30 de junio. El club reconoce que estos 7,8 millones es una cantidad más elevada de lo habitual debido al pacto alcanzado tras la paralización de la competición y el retraso en la conclusión de la misma. La deuda neta ha pasado de 16 millones a 31 millones por el préstamo para la reforma del estadio.