El Olympique de Lyon arranca la temporada con fuerza en lo económico pese a no competir en Europa. El club de la Ligue-1 cerró el primer trimestre con un alza del 30% en sus ingresos totales, que se elevaron hasta 101 millones de euros. Influyeron los 16,5 millones vía CVC que facturó después de que el fondo, también socio de LaLiga, adquiriera el 13% del negocio comercial de la LFP francesa. El primer pago lo recibió en agosto, y aún restan por percibir 23,5 millones en julio de 2023 y 50 millones de euros en la campaña 2023-2024.
Pero eso no fue todo, puesto que el club se anotó una plusvalía por la venta de jugadores de 43,9 millones de euros, un 6%. Su negocio ordinario, es decir, el que excluye la compraventa de futbolistas, aumentó un 11% gracias a los ingresos por taquilla. Ello, en un año en que el club no está disputando ninguna competición europea. La venta de entradas movió 10,1 millones de euros, un 45% más, y mitigaron la caída de los ingresos audiovisuales, que fue del 33%, hasta 10 millones de euros. Por su parte, el patrocinio movió un 5% más, hasta 9,2 millones.
La venta de merchandising y otros activos de marca mejoró un 54%, hasta 6,1 millones de euros, mientras que el negocio generado por el Groupama Stadium con la celebración de eventos y conciertos se más que dobló hasta 5,1 millones de euros. Son cifras que confirman que el club francés facturó más con la venta de futbolistas que con su negocio ordinario, y el principal motivo fue su ausencia en competiciones europeas que años atrás había generado ingresos procedentes de la Uefa.
A lo largo de esta semana se cerrará la venta del club a Eagle Football Holdings, grupo que tendrá el 74,19% del capital y que se ha comprometido a inyectar 86 millones de euros a través de una ampliación de capital. El club prevé facturar entre 400 y 420 millones de euros en 2025-2026 siempre y cuando se firme esta operación corporativa y el equipo esté compitiendo en Champions League.