“El Girona se gestiona desde Girona. Esto es importante dejarlo claro. A nosotros nadie nos dice el qué y el cómo y el porqué de una forma, digamos, autoritaria, sino que tenemos diferentes grupos de trabajo”. Así respondía Nacho Mas-Bagà, CEO del Girona FC, cuando hace un mes le preguntaban en el podcast Nos ponemos las pilas sobre las sinergias del City Football Group (CFG) con el colíder de LaLiga, del que es máximo accionista. Esos grupos de trabajo se evidencian en casi todas las áreas, aunque hay dos que son, particularmente, potentes: el de scouting y el comercial. El milagro deportivo del Girona se entiende mejor analizando estas dos parcelas de negocio, además de la inyección de 20 millones de euros que recibió en 2021 para afianzar su plan de consolidación en la élite.
En la primera de ellas, la amplia red de clubes del holding futbolístico –controlado por Abu Dhabi y el fondo norteamericano Silver Lake– le facilita al Girona atraer talento deportivo que, de no estar dentro del círculo de franquicias grupo, podría haber elegido otras opciones en la élite. Y esto sucede en buena medida porque, además de competir en la segunda liga más potente del mundo, firmar por un equipo del CFG ofrece al futbolista un plan de carrera. Un ejemplo: un futbolista de Brasil por el que el club francés del grupo (Troyes) paga 6,5 millones de euros tratándose de un equipo ascensor (es el fichaje más caro de su historia), y cuando el jugador cumple la mayoría de edad cambia de país. Ese talento es Sávio, que ahora está cedido al Girona, donde está jugando a un nivel tan alto que ya está siendo monitorizado por el Manchester City. Con el fair play financiero de Uefa, los grandes clubes no pueden llenarse de fichas de jugadores por explotar, y esta maduración fuera del club motor del grupo es positiva tanto para la matriz como para el jugador.
Otro ejemplo es Artem Dovbyk, un gigantón ucraniano que lleva ya 10 goles en LaLiga y firmó por el Girona este verano por casi 8 millones –récord del club–; o Jhon Solís, de 18 años, por el que el club blanquirrojo ha pagado 6 millones también esta temporada. Ambos, con contratos por cinco temporadas. Apuestas a largo plazo que convencen al jugador para aterrizar en un grupo conformado hoy por trece equipos entre los que elegir de todo el mundo, y entre ellos, el vigente campeón de la Champions League. En la actual plantilla, hay dos jugadores a préstamo que forman parte del grupo (Yan Couto y Sávio), tres más que han pasado previamente por la factoría City: Yangel Herrera, Aleix y Eric García. Desde su entrada en el CFG, el Girona ha podido acceder a 19 jugadores del grupo y sólo ha invertido 5 millones este verano por quedarse en propiedad con Yangel Herrera. Por algún cedido, como Yan Couto, el Manchester City pagó 6 millones hace tres años.
En la entrevista con Palomo, Mas-Bagà reconocía que una parte “importante” y “estratégica para nosotros” es destacarse como una plataforma de generación de talento. En este plan, el club catalán ya ha empezado a sacar rendimiento a sus propias promesas: Santi Bueno, aunque formado en La Masía, ha sido traspasado al Wolverhampton por 12 millones de euros. Esa plusvalía neta es la mitad de los 25 millones que tiene previsto el club invertir en la nueva ciudad deportiva. Allí se juntarán todos sus equipos y las oficinas para convertirse en la segunda academia más grande del grupo.
A falta de conocerse las cuentas de la última campaña, las amortizaciones por fichajes no llegaban a los 1,4 millones de euros en 2021-2022, temporada que acabó con el ascenso a Primera. Es muy probable que este curso se supere el récord en amortizaciones: 5,1 millones de euros en 2018-2019, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook.
Actualmente, el City Football Group controla doce equipos y hay un decimotercero, Club Bolívar, con el que comparte numerosas sinergias. Entre ellas, una que tiene que ver con el Girona: el dueño del reciente campeón boliviano es Marcelo Claure, segundo máximo accionista del equipo catalán desde 2020 tras el City y una de las personas más influyentes en el ecosistema inversor y de startups. La propiedad la completa Pere Guardiola, presidente del consejo, hermano del entrenador del Manchester City y la persona que traspasó mayor parte de su participación (mantiene cerca de un 16%) tras el aterrizaje de Claure. “Nuestros accionistas siempre están muy alineados, y eso para la gestión es muy importante”, apuntaba en el citado podcast el CEO del club.
20 millones para salir de la pandemia
La otra clave del impulso del CFG en Girona está en la financiación y la generación de recursos. En plena pandemia, los accionistas acordaron inyectar hasta 20 millones de euros en el club para paliar los estragos económicos causados por la Covid-19. Esta operación, en Segunda División, no es sencilla de encontrar. Lo más cercano y similar se podría encontrar en el Real Zaragoza tras la llegada de Jorge Mas. Casualmente, la persona que le compró a Claure el Inter Miami de la MLS.
De un plumazo la tesorería del club respiró y pudo continuar con su objetivo –conseguido– de ascender, asumiendo 19 millones de euros de pérdidas sólo entre 2020 y 2022. Ahora, en Primera División y con una plantilla competitiva, el objetivo es sumar por comercial y “ser relevantes en nuestro territorio”. Con el coliderato de LaLiga como mejor escaparate, ha firmado en esta primera parte del curso dos grandes patrocinios: Hylo, para la manga, y Marlex para la trasera de la camiseta. Además, ha renovado con el patronato de turismo de la Diputación de Girona y con Estrella Damm.
Todos son acuerdos trabajados in house. Ahora bien, ¿ayuda comercialmente estar en el City Football Group? Pues también. El patrocinio técnico (Puma) forma parte del macroacuerdo de 700 millones por una década firmado por el holding para la amplia mayoría de sus equipos, con el Manchester City en cabeza. Además del know-how del grupo, en la parcela de patrocinios “funcionamos como una agencia. Es un servicio bidireccional en estos aspectos”, reconocía el CEO del Girona en la entrevista. Una gama de ofertas mucho mayor para las marcas que si el club navegara solo en su travesía.
55 millones de negocio en Primera
A falta de conocerse el cierre económico de la última campaña, el club presupuestó 55 millones de euros de cifra de negocio para su retorno a Primera División. Un objetivo que, de cumplirse, debía devolver la rentabilidad a la entidad. Para dar déficit cero, el Girona aspiraba a ingresar 7,6 millones de euros por comercial, a lo que se sumarían 3,2 millones de euros por matchday (abonos y ticketing) y 40,2 millones de euros por televisión, una cifra que es probable que supere gracias al décimo puesto en el que finalizó LaLiga.
Por último, y ligado a ese plan estratégico sobre desarrollo de talento y profesionalización, el club catalán invertirá 25 millones de euros en una ciudad deportiva propia en la que se reunirán primer equipo, cantera y toda el área de negocio y administrativa.