Mientras los Glazer buscan al mejor postor para traspasar el club, el Manchester United continúa marcando goles y números rojos. El club de la Premier League perdió 20,2 millones de libras (23 millones de euros) en el primer semestre de 2022-2023, en el que prácticamente congeló su facturación, con 311 millones de libras (353,5 millones de euros), según el informe publicado por la entidad cotizada.
En términos de negocio, destacan dos aspectos: el crecimiento del 29% en el área comercial, hasta 166,1 millones de libras (188,8 millones de euros), lo que vuelve a mostrar la fuerza de la marca Manchester United, que permitieron compensar, en parte, el golpe de la televisión, tras pasar de competir en Champions League en 2021-2022 a Europa League en 2022-2023. Esta partida cayó un 28%, hasta 93,7 millones de libras (106,5 millones de euros).
En cuanto al matchday, Old Trafford aportó 51,2 millones de libras (58,2 millones de euros), un 4% menos interanual. Pese a ello, desde el United destacan que “el club sigue batiendo récords de asistencia y de ingresos por hospitality en los días de partido, así como récord de socios a nivel mundial y récord de visitas al museo y el tour”. En concreto, vendió 2,3 millones de entradas durante la primera mitad de temporada. Y su programa de membresía ya cuenta con 360.000 personas de todo el mundo.
Pese a ello, en el segundo trimestre la situación de negocio empeoró respecto al mismo periodo del año anterior, con una caída de la facturación del 10%, hasta 167,4 millones de libras (190,3 millones de euros), misma cifra que los costes operativos. Sin embargo, el club registró pérdidas operativas al anotarse unas minusvalías por traspasos de 2,6 millones de euros.
En cuanto a los costes, también se estancaron, en 331,3 millones de libras (376,6 millones de euros) a cierre del primer semestre, con un ligero ajuste del 1%. En lo relativo al gasto en personal –donde se incluye la plantilla deportiva–, el club redujo esta partida un 21% en el segundo trimestre, respecto al anterior, hasta 77,3 millones de libras (87,9 millones de euros). ¿Los motivos? La no participación del equipo en Champions, y “la rotación de la plantilla”, en la que ya no está Cristiano Ronaldo. Las amortizaciones crecieron un 15%, hasta 85,1 millones de libras (96,7 millones de euros).
Por último, la deuda a largo plazo del club creció un 12%, hasta 535,7 millones de libras (608,8 millones de euros), mientras que la deuda a corto se elevó en cien millones, hasta 206 millones de libras (234,3 millones de euros). En este sentido, cabe destacar que el club se anotó un ingreso financiero de 38,4 millones de libras (43,7 millones de euros), por el cambio de dólar a libra, y que fue clave para cerrar el segundo trimestre con un beneficio neto de 6,3 millones de libras (7,2 millones de euros).