El Málaga CF ha logrado algo que parecía difícil hace unos días: un acuerdo con CCOO y AFE para aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) sobre el primer equipo de fútbol. Es la fórmula a la que se aferró el administrador judicial del club para rebajar drásticamente los gastos operativos, pues así se sacará de encima las ocho nóminas más elevadas.
Muchos de los contratos se firmaron con el equipo en Primera División o ya en Segunda, pero con la ayuda al descenso. Se trata de Juanpi, Luis Hernández, Pacheco, Boulahroud, Cecchini, Diego González, Renato y Rolón, que recibirán una indemnización equivalente a veinte días por año trabajado y recibirán la carta de libertad para fichar por un nuevo equipo.
Algunos de los futbolistas que iban a ser despedidos finalmente podrán mantener su ficha, aunque a cambio han tenido que aceptar una nómina de 80.000 euros anuales, que es el sueldo mínimo de la categoría. Así, la dirección provisional espera equiparar el nivel de gasto a la nueva realidad de ingresos y al estrecho margen que le da el cumplir también con las peticiones de LaLiga.
El administrador judicial ha calificado el acuerdo de “satisfactorio”, si bien Diario Sur advierte que el reto sigue estando en confeccionar una plantilla competitiva con sólo 18 fichas disponibles. Según Marca, su tope salarial para 2020-2021 apenas será de 3,5 millones de euros.