La Liga F afronta un año clave. Por varios motivos. El primero, por la renovada –y mejorada– relación con la Real Federación Española de Fútbol (Rfef), con la que ya se trabaja en sintonía tras las tiranteces públicas y notorias en un periodo clave como es el inicio de una nueva competición. El segundo, porque esta es la última temporada con el extra de 5 millones anuales que ha percibido del Consejo Superior de Deportes (CSD) desde 2022-2023 para apoyar la profesionalización de la primera liga femenina con este estatus en España. Y, en tercer lugar, porque crecer rápido –y sólido– se presume indispensable para no perder el tren en la pugna por ser una competición reinante en el fútbol femenino global. Por ahora, con los apoyos principales del Gobierno y de LaLiga, la gestora de la competición alcanzó los 20 millones de euros de facturación en 2023-2024, según datos de Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook.
Esa cifra de negocio, que multiplica por cinco a lo que movía el fútbol femenino bajo el ala federativa, no permite, sin embargo, que los clubes de Primera División se acerquen a la sostenibilidad. Ni tampoco alcanza para que la Liga F sea la más poderosa económicamente del futfem. Echando un vistazo rápido fuera de España, en Inglaterra (WSL) mueven ya 18 millones de libras (21 millones de euros) sólo entre televisión y title sponsor. Mientras, en la NWSL estadounidense, los derechos de televisión a nivel nacional aportarán 60 millones de dólares (56 millones de euros) anuales hasta 2027, más que las cinco grandes ligas europeas de fútbol femenino en conjunto. La amenaza de que la competición norteamericana se convierta en una NBA del fútbol femenino es real.
Ante esto, en la Liga F se sigue trabajando para reinar a un medio plazo. A su favor tiene varios pluses: en sus campos compite el mejor equipo del mundo, el FC Barcelona, que además de ganar tres de las últimas cuatro Women’s Champions League (y en la otra fue finalista) es un filón para la visibilidad de la competición. En su plantilla están las ganadoras de los últimos tres Balones de Oro (Alexia Putellas, por partida doble, y Aitana Bonmatí), con lo que ello implica en términos comerciales y de expectación en un fútbol femenino que vive su boom a nivel global. Además, la marca más valiosa del mundo del fútbol, el Real Madrid, sigue apostando al alza por el femenino.
Por otro lado, España es el país con mejor cantera femenina del planeta. Entre 2022 y 2023 levantó el Mundial sub-17, sub-20 y absoluto. Un hito que se ha reforzado recientemente con las cifras de licencias femeninas. En 2023-2024 se registraron 107.853 fichas, récord histórico, y un 23% más que sólo un año antes. Si se echa la vista atrás hasta 2012, hay casi el triple de mujeres compitiendo a nivel federado. Ahora el reto es que todas esas niñas sueñen con triunfar en Liga F y no fuera.
Para ello será clave elevar un negocio que, entre liga y clubes de Primera, mueve ya más de 60 millones de euros. A los anteriormente mencionados 20 millones que genera la gestora se suman 40 millones entre los 16 clubes de la categoría. Es decir, 2,5 millones de ingresos por equipo, de media, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD). Arrancando por la promotora de la competición, Liga F tiene bastante repartido el montante que percibe por cada una de sus tres vías principales. Por comercial tiene asegurados ocho millones de euros esta temporada y 10 millones en cada una de las dos próximas campañas. Un fijo que se lo garantiza LaLiga, que explota los activos de la competición. El contrato que firmaron hace dos años expira en 2027 y es clave para garantizar la sostenibilidad de una competición en la que 13 de los 16 equipos de la tabla (81%) pertenecen a clubes de LaLiga.
En este ámbito, Liga F y LaLiga tienen un reto pendiente: encontrar title sponsor. La liga femenina arrancó con uno, Finetwork, que se comprometió a pagar 15 millones de euros en tres temporadas. No pagó ni el primero, según denunció la competición, que llevó el asunto a los tribunales. Desde la compañía, en cambio, argumentan que nunca se llegó a firmar un contrato, si bien la marca sí dio nombre a la competición y contó con visibilidad. Este roto (de 4 millones en el primer año), sin embargo, no afecta de forma directa al negocio de la gestora, y es que LaLiga cubre este déficit. De hecho, en 2022-2023, la competición masculina aportó 1,5 millones a través de LaLiga Group International para completar los 6 millones comprometidos, según las cuentas de Liga F analizadas por Intelligence 2P. En la cartera de patrocinadores del torneo figuran Puma, Panini, EA Sports, Mahou, Solán de Cabras y GSK. Salvó esta última compañía farmacéutica, el resto de marcas son también socias de LaLiga.
No está previsto un anuncio próximo de una marca que dé nombre a la liga, que trabaja en ello con la idea de no vender el naming “a cualquier precio”, según ha podido saber este medio. Se desconoce el valor que hoy le da a este activo la gestora, pero en Inglaterra, su gran rival, la WSL ingresa cada temporada unos 10 millones de libras (11,7 millones de euros) de Barclays. En cuanto a la televisión, las cifras se aproximan más. La liga inglesa acaba de renovar con Sky Sports y BBC en el mercado local por 8 millones de libras (9,3 millones de euros); en España, Dazn y Mediapro aportan 7,2 millones, de media, cada año por su contrato para el ciclo 2022-2027. En este punto cabe destacar los 90 partidos que emitió Dazn fuera de España en 2022-2023.
Sin embargo, en las islas británicas hay un movimiento importante este verano que podría alterar esta batalla a nivel continental. La federación inglesa (FA) ha aceptado la propuesta de sus clubes de élite –el 100% de la WSL depende de la Premier League– para gestionar ellos tanto la Primera División como la Segunda División (Women’s Championship). Un avance en la profesionalización que, en el negocio audiovisual, se prevé vaya acompañado de un nuevo tender con inicio en 2025-2026 que podría revalorizar el precio de la televisión hasta una horquilla de entre 15 millones y 20 millones de libras (17,5 millones y 23,4 millones de euros) anuales. El impacto de este contrato sería grande, y no sólo para la liga inglesa. El megacontrato ya mencionado de la NWSL ha disparado los fichajes de jugadoras con salarios que se han multiplicado y traspasos récord para muchos clubes.
En España, el Madrid CFF vendió en febrero al Bay FC californiano a Racheal Kundananji por cerca de 875.000 dólares (800.000 euros). Además de récord mundial, el traspaso supone un porcentaje muy alto de los ingresos anuales habituales de este club independiente. Uno de los tres de la categoría. Los otros dos son el Costa Adeje Tenerife Egatesa, con un gran apoyo público regional, y el renombrado FC Levante Badalona que se ha mudado desde Sant Joan Despí para cumplir con la normativa de estadios y se rumorea de una próxima venta a un holding de fútbol femenino. Un año antes, la UD Tenerife dejó Granadilla de Abona para jugar en Adeje.
Estadios abiertos y brechas por cerrar
Los movimientos internos en los equipos independientes para poder competir contra los que beben de clubes de LaLiga muestran una brecha que es complicada de cerrar. Si no hay un apoyo público muy notable, como sucede en Canarias con la UD Tenerife, o se desarrolla un proyecto en una de las dos grandes capitales del país, resulta complejo llegar a la élite como club independiente. Por debajo de los 1,5 millones de euros de presupuesto, la permanencia tambalea.
Pero esta brecha no existe sólo entre los clubes independientes y los ligados a LaLiga. Dentro de este segundo grupo, el Barça ya se mueve en los 18 millones de negocio y el Madrid, en 9 millones. Por debajo, el desierto. El siguiente sería el Atlético de Madrid, con unos 3,5 millones de presupuesto. Real Sociedad y Athletic Club, dos clubes que llevan años apostando al alza por su estructura femenina, también tienen presupuestos cercanos. Sin embargo, con el interés no basta. Ambos equipos vascos tienen cuentas saneadas y viven momentos dulces en lo deportivo con el masculino. Esto ayuda a abrir el grifo. En clubes en los que la sostenibilidad general del club está en mayor riesgo, la partida para el femenino se congela en el mejor de los casos. Un equipo histórico y de la zona alta de Liga F, como el Levante UD, se ha visto abocado a dejar salir a varias de sus mejores jugadoras mientras el equipo masculino compite en LaLiga Hypermotion.
Tres de sus salidas han tenido el mismo destino: el Real Madrid. El club blanco se ha destacado este verano como el gran captador de talento de la Liga F, debilitando, de paso, a sus dos grandes rivales en la persecución clasificatoria del Barça. Del Levante han firmado a Alba Redondo, María Méndez y Antonia Silva; y del Atlético de Madrid a Eva Navarro y Sheila García. Una apuesta que busca mejorar las prestaciones del conjunto blanco, pero que también podría ampliar esa distancia entre los dos gigantes del fútbol español y el resto.
Está por ver si Florentino Pérez abrirá el renovado Santiago Bernabéu para que debute allí el equipo femenino, como ya viene haciendo en los últimos años el Barça con el Camp Nou; pero también la Real Sociedad con el Reale Arena; el Athletic Club con San Mamés; el Levante con el Ciutat de València y su rival che con Mestalla. En 2022-2023, la asistencia a los estadios creció un 13%, hasta superar los 370.000 espectadores.
Los partidos que se disputan en el estadio principal del club incrementan la visibilidad de sus equipos femeninos y de la propia competición. Normalmente, estos encuentros van acompañados de activaciones ad hoc con los patrocinadores y de proyectos de alcanzar nuevos récords de asistencia. Avances para los que la Liga F también tiene un aporte: 240.000 euros se repartieron entre los clubes que abrieron sus estadios principales en 2022-2023 para apoyar este tipo de iniciativas. Y un aliciente para las marcas que apuestan, cada vez más, por el fútbol femenino. En 2023-2024, de los trece clubes dependientes de LaLiga, ocho (62%) desdoblan el patrocinador principal. Una tendencia al alza y que apoyan las previsiones que le dan un valor comercial de 686 millones de euros al fútbol femenino europeo en 2033.
Sobre Intelligence 2P
Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de 60 clubes de LaLiga, Liga F y Primera Rfef; 200 clubes de ligas europeas; 22 clubes de ACB y Primera FEB y otra veintena de Euroliga, Eurocup y BCL.
La plataforma también contabiliza la asistencia a todos los eventos deportivos, de entretenimiento y música en España, así como más de 24.000 contratos de patrocinio en el mercado español y otros 7.000 contratos de las ligas europeas y norteamericanas de fútbol y baloncesto, segmentados por competición, tipología de activos, marcas, categorías de producto y valor económico aproximado de cada acuerdo. Si quieres más información, contacta con nosotros a través de intelligence@2playbook.com.