Ya no sólo son acuerdos económicos, ahora el deporte rey entra en escena en la histórica relación entre Bélgica y Países Bajos. La Pro League, la Primera División belga de fútbol, ha aprobado “por unanimidad” crear la Beneleague. Se desconoce la postura de la Eredivisie, la liga holandesa, al respecto.
Los clubes aseguran que este acuerdo de principios sobre el rumbo que ha de tomar el fútbol profesional belga responde tanto a “las aspiraciones deportivas de los grandes clubes” como a “la necesidad de estabilidad económica” del resto de equipos de la categoría. Y es que, durante la pandemia, los clubes facturaron un 50% menos, con un ajuste en su facturación de 275 millones de euros de marzo a noviembre.
Además, con los estadios vacíos, la liga prevé que en 2020-2021 la situación empeore, atendiendo al descenso interanual de la facturación de los clubes en el tercer trimestre del pasado año, que menguó en un 80% respecto al mismo periodo de 2019.
En las negociaciones con la Eredivisie estará presente Pierre François, director ejecutivo de la Pro League, al que los clubes han renovado su confianza por un año más.
Recientemente, Eleven y Mediapro acordaron que la Jupiler League -su nombre comercial- se podrá ver en plataformas de streaming como MyCujoo, OneFootball y LiveNow. La expansión internacional forma parte del plan estratégico de la competición para aumentar su alcance global.
De alcanzarse un acuerdo, el fútbol irá a rebufo del baloncesto, que estrenará en 2021-2022 la BeNeLeague, una nueva competición binacional que agrupará a los 22 mejores equipos de ambos países, y del balonmano, con equipos de ambas federaciones compitiendo en una liga de mismo nombre desde 2008. Entre 2010 y 2014 también participaron equipos de Luxemburgo.