“Están saliendo cosas, algunas preocupantes, otras sorprendentes y algunas complicadas que tienen solución fácil”. Así se ha manifestado Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, al abordar la situación económica del club a un mes del cierre de 2020-2021. Pocos más detalles, al margen de dejar entrever que las informaciones sobre unas potenciales pérdidas de 300 millones de euros para esta temporada “se acercan a la realidad”.

Todo pendiente y sujeto a la auditoría que está realizando Deloitte, que abarca “las áreas de laboral, fiscal, legal, deportiva, Espai Barça y ciberseguridad”, entre otros. Es el primer paso para acabar de definir un plan de choque que podrá salir adelante gracias a Goldman Sachs, que se encargará de buscar 500 millones de euros de financiación para reestructurar la deuda a corto plazo.

Las urgencias económicas se deben principalmente a la errática planificación deportiva de los últimos años, que han dejado a la junta de Laporta con unas amortizaciones aún por asumir de 597 millones de euros de aquí a 2025. “Hoy tenemos la masa salarial a un 110% de los ingresos previstos”, ha lamentado Laporta, en referencia a un importe que entre sueldos deportivos y amortizaciones anuales ronda los 650 millones de euros. Es decir, que está cuarenta puntos por encima del 70% que recomienda Uefa.

El dirigente, que ya ha iniciado contactos con algunos futbolistas para negociar una reducción de sueldos, ha aseverado que “la masa salarial se tiene que ajustar y se tiene que trabajar en esta dirección; es otra situación en la que tenemos que tomar decisiones para cumplir con el fair play financiero”. Está por ver si las conversaciones liquidarían el pacto inicial previo a las elecciones, en el que la primera plantilla únicamente aceptó diferir sueldos por valor de 172 millones de euros.

El presidente ha insistido en que esta no debe ser la única vía para equilibrar las cuentas, que en 2019-2020 ya arrojaron unas pérdidas de 97 millones de euros ante la dramática caída de ingresos por la Covid-19. Para este año, el equilibrio sólo iba a ser posible con la venta parcial de Barça Corporate, una reapertura temprana del Camp Nou y fuertes plusvalías por traspasos.

Él también confía en la generación de nuevos ingresos y ha asegurado que han llegado “ofertas importantes” que mejorarían los 25 millones de euros que este año pagará Rakuten, con la que Laporta querría renovar. Para 2020-2021 se confiaba en unos ingresos de 826 millones de euros, cifra que estaba sujeta a esos extraordinarios de difícil cumplimiento.

En cuanto a las razones de la actual situación económica, el presidente ha señalado que, a la desestructuración de los costes del área deportiva se añaden otros elementos que explican la delicada situación. Laporta ha dejado entrever que el proyecto de renovación del Camp Nou y nuevo Palau Blaugrana tiene aspectos preocupantes, como el pago de 1,5 millones de euros al Club Laietà cuyo concepto se considera no justificado.

“Pediremos la depuración de responsabilidades si las hay; han llevado al club a una situación económica delicada”, ha sentenciado, sin aclarar por qué vías se actuaría. No hay que olvidar que, en 2010, la asamblea aprobó la propuesta de la junta de Sandro Rosell de iniciar una acción de responsabilidad contra la junta saliente de Laporta tras una due dilligence, aquella de KPMG, que también supuso cerrar ese último mandato antes de regresar.

Sobre las obras del Espai Barça, Laporta ha confirmado que “nos quedaremos cortos” con los 825 millones de euros en que finalmente se cifró el coste del proyecto. “Hemos dicho al Ayuntamiento que plantearemos un plan de mejora, al que han sido receptivos”, ha adelantado, de modo que también se podría optar a la obtención de fondos europeos para financiarlos. En cuanto a fechas, ha dicho que “a finales de año tendremos la licencia para arrancar el proyecto, empezando por el Palau” y ha vuelto a indicar que el traslado al Estadio Olímpico de Montjuïc es inevitable durante el proceso de instalación de la cubierta.

En cuanto al proyecto de la Superliga europea, ha quitado hierro a las manifestaciones de ayer del presidente de LaLiga, Javier Tebas, y ha criticado el tono de la Uefa en estas últimas semanas. “No podemos estar de espaldas a los movimientos en los que están implicados los grandes clubes”, ha defendido Laporta, que defiende como Real Madrid y Juventus la necesidad de generar nuevos ingresos y dar más estabilidad a los grandes clubes.