La Juventus continúa con graves problemas para dar sostenibilidad económica a su estrategia. El club de la Serie A ha avanzado que el ejercicio 2022-2023 volverá a cerrarlo con pérdidas, tras asumir unos números rojos récord de 254,3 millones y un agujero de más de 500 millones de euros desde 2017-2018. “La mejora esperada -que no es tal, por el momento, como para augurar la consecución del break-even del ejercicio en curso- deriva también de las incisivas acciones de desarrollo de ingresos y racionalización de costes”, se defiende el consejo de administración.
Los ingresos totales retrocedieron un 7,8% interanual, hasta 443,4 millones de euros, mientras que los gastos operativos subieron un 7,6% en comparación con 2020-2021, hasta 483,4 millones. Esta desviación se compensó casi por completo con la fuerte reducción de las amortizaciones, que se situaron en 196,7 millones de euros, un 14% menos. El mayor ajuste, en las relacionadas con fichajes, que se contrajeron un 12% y quedaron en 173,4 millones.
Por líneas de negocio, la única que mejoró entre 2020-2021 y 2021-2022 es la que recoge la recaudación por socios, abonados y taquilla general. Esta partida multiplicó por cuatro su aportación, hasta 32,3 millones de euros. Sin embargo, insuficiente para compensar el retroceso del 27,5% en televisión, hasta 170,52 millones de euros, debido a que en 2020-2021 se incluyeron parte de los ingresos por Champions League del año previo por el efecto de la pandemia, que trasladó parte de los partidos a julio y agosto.
Los demás departamentos comerciales retrocedieron ligeramente. La aportación de patrocinios y publicidad fue un 2,3% inferior, hasta 142,54 millones, mientras que la venta de merchandising bajó un 3,4% interanual, hasta 24,44 millones de euros. Las plusvalías por traspasos se situaron en 40,78 millones en 2021-2022, un 5,6% menos, mientras que el resto de ingresos de explotación sí mejoraron, un 41%, hasta 32,8 millones.
En cuanto a las partidas más relevantes de gasto, el pago de nóminas a personal deportivo se incrementó un 9,3% interanual, hasta 325,88 millones de euros en 2021-2022. El resto de los salarios, por el contrario, consumieron un 6% menos respecto a 2020-2021, hasta 26,21 millones. Sí se pudo recortar los pagos relacionados con agentes y adquisición de futbolistas, que bajaron de 37,33 millones a 31,85 millones de euros.
El conjunto controlado en un 63,8% por la familia Agnelli es uno de los que ha sido sancionado por Uefa por el incumplimiento de la regla de déficit excesivo que recoge el fair play financiero, aún neutralizado el impacto de la Covid-19. Desde 2017-2018 y hasta hoy, su agujero asciende a 515 millones de euros, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la herramienta de inteligencia de mercado de 2Playbook.
El grueso de estas pérdidas han sido compensadas por la propiedad, que a mediados de 2021 garantizó una inyección de 400 millones de euros en el capital. Los Agnelli aportaron 255,2 millones para no diluir su participación, mientras que el resto se colocó entre inversores institucionales a través de Goldman Sachs, JP Morgan, Mediobanca y UniCredit.
De ahí que, pese a los problemas de sostenibilidad económica, el patrimonio neto continúe siendo positivo, con 169,4 millones de euros. Además, la deuda financiera neta se ha recortado un 60,7% de un año a otro, hasta 153 millones de euros, gracias a que la posición de caja se multiplicó por siete, hasta 70,3 millones y una reducción de los préstamos con todo tipo de instituciones, excepto los 176 millones correspondientes a su última emisión de bonos.