Los tiempos de la moción de censura contra la junta directiva de Josep Maria Bartomeu están lejos de poder cumplirse escrupulosamente. Los servicios jurídicos del FC Barcelona han presentado una denuncia ante la Guardia Civil que podrían paralizar la convocatoria del referéndum. Tienen sospechas y, dicen, pruebas de que se han falsificado firmas.
El escrito remitido a las autoridades policiales señala que “se han detectado evidencias de la posible perpetración de ilícitos de carácter penal que, por su trascendencia, escapan al ámbito de la Mesa. Por ese motivo ponemos en conocimiento de la Unidad de Policía Judicial para su investigación y esclarecimiento”, según La Vanguardia y la Ser.
En el documento se asegura que ya se han recabado informaciones que demostrarían que se han presentado hasta 300 papeletas “cuya autenticidad se pone en duda”. No obstante, extienden más allá la sombra de sospechas que podría paralizarlo todo: “Hace pensar que puede haber otros bloques de papeletas no auténticas”, señalan los abogados de la entidad blaugrana.
Es más, su escrito apunta directamente a que “todo parecería apuntar a una campaña perfectamente planificada y orquestada con objeto de perjudicar a la junta y a su presidente por medios ilícitos, alejados a los cauces de participación democrático reconocidos en los estatutos”.
Jordi Cardoner, vicepresidente responsable del área social del Barça, ha comparecido esta mañana ante los medios sin hacer mención alguna a estos hechos. Es más, se ha limitado a indicar que se han superado las firmas necesarias para continuar adelante con el proceso, pero que Bartomeu no tiene intención de dimitir y se siente fuerte para continuar pilotando la nave. Todo lo contrario a lo que opinan los 19.380 socios que avalan el voto de castigo y cuya firma ya ha sido validada.