El Joventut de Badalona finaliza 2019-2020 con números rojos. El club de la ACB cerró la temporada con unas pérdidas de 791.000 euros al no haber conseguido vender el patrocinio principal del equipo y el impacto negativo del Covid-19, que redujo significativamente las ventas de taquilla.
El club de baloncesto cerró la campaña con unas ventas de 5,03 millones de euros, según el diario Palco23. Se trata de una caída del 29,2% respecto a lo previsto el pasado verano, cuando se fijó un presupuesto de 6,5 millones de euros. La entidad verdinegra consiguió reducir sus gastos en 300.000 euros sin solicitar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte), el mecanismo que activaron otros clubes de la ACB para no poner en riesgo su viabilidad a futuro.
La Penya cuenta con el apoyo de la familia Grifols, cuyo vehículo inversor Scranton se hizo con la mayoría accionarial en 2018 y salvó al club de la desaparición. Desde entonces, Scranton ha ido realizando inyecciones de capital para equilibrar las cuentas del club, que al igual que el resto de equipos de la ACB se ha visto mermado económicamente por la pandemia.
Los equipos de la Liga Endesa se exponen a una caída del 50% de los ingresos por abonos y ticketing respecto al importe que facturarían de poder abrir el pabellón sin limitaciones. Se prevé que los recintos deportivos de los clubes profesionales no podrán abrir hasta enero de 2021, según ha apuntado el Consejo Superior de Deportes (CSD), que es el organismo que tiene las competencias respecto a la reapertura de pabellones y estadios. Sin embargo, el club ya ha empezado a comercializar entradas para los partidos de Eurocup, ya que al ser una competición europea sólo debe cumplir con la normativa autonómica en materia de seguridad.
La previsión de La Penya es facturar seis millones, con un presupuesto de gasto de 5,7 millones de euros. Vender el naming right del equipo y del pabellón será fundamental, ya que por el patrocinio principal la entidad espera facturar entre un millón y un millón y medio de euros.