El Girondins de Burdeos quiere evitar su segundo descenso en tres semanas. La Ligue de Football Professionnel (LFP) anunció ayer el descenso administrativo de la entidad después de no superar el control financiero llevado a cabo por la comisión de control de clubes profesionales. En base a las normas de la Dirección Nacional de Control y Gestión (Dcng), el club ha sido relegado a participar la próxima temporada en National 1, la tercera categoría del fútbol francés.
La entidad, que tiene un plazo de 7 días para recurrir esta decisión, ha anunciado que apelará la sanción al considerarla injusta debido a que “priva al club de seguir implementando la estrategia de sanear su situación financiera”, según ha explicado el club en un comunicado.
El club asegura que presentó una garantía de reintegración por parte del accionista mayoritario de 10 millones de euros, llegó a un acuerdo con los tenedores de su deuda y presentó ofertas de venta por algunos de sus jugadores que superaban la cantidad exigida por la Comisión.
El empresario hispano-luxemburgués alcanzó hace un año un acuerdo para la compra del Girondins de Burdeos con el fondo norteamericano King Street y Fortress, después de que este decidiera abandonar el club.
Para justificar su salida, King Street aseguró en abril que la crisis de la Covid-19 y “la salida de Mediapro”, que pagó 100 millones a la LFP para rescindir su acuerdo por los derechos audiovisuales de la liga, “han provocado una caída sin precedentes de los ingresos de los clubes franceses de fútbol”.