Una nueva paralización de la liga portuguesa de fútbol supondría un “colapsó económico de todas las sociedades deportivas”. Así de directa explica Sónia Carneiro, directora ejecutiva de la Liga Portugal, el gestor del fútbol profesional portugués, la situación crítica que viviría la Liga NOS si se detienen la competición. En total, los números rojos de los clubes portugueses en la 2020-2021 se prevé que se sitúen en torno a los 266 millones de euros, según ha apuntado Carneiro a Rádio Observador.
La máxima dirigente de la gestora ha destacado que este desplome del negocio corresponde, principalmente, a la imposibilidad de ingresar por ticketing y matchday, con los estadios cerrados al público, y a la caída de la inversión de algunos patrocinadores de los clubes.
Al respecto, Carneiro ha admitido que el daño podría ser mayor si “ya perdemos los ingresos por derechos de televisión” por la paralización de la liga. Entonces, “seguramente, muchas sociedades deportivas tendrían una situación económica que les convertiría en insolventes”.
El Gobierno portugués forzará a la competición a realizar una venta centralizada de los derechos de televisión para “una distribución mucho mejor del dinero”
Para poder paliar esta situación, desde el Gobierno portugués se determinó hace pocos días que se obligará a la competición a realizar una venta centralizada de los derechos de televisión, equilibrando los ingresos que perciben los más grandes con los más humildes.
Se calcula que anualmente se comercializan contratos particulares por un valor conjunto de 198 millones de euros. “Queremos un campeonato más competitivo con una distribución mucho mejor del dinero”, afirmaba la pasada semana Joao Paulo Rebelo, secretario de Estado de Juventud y Deportes.
Buena parte del dinero de la televisión se lo reparten los denominados grandes, entre los que destacan el Benfica, el Oporto y el Sporting de Portugal, habituales en los puestos altos de la clasificación y representantes del país en las competiciones europeos. La brecha entre los clubes es la más alta de Europa, con un gap entre los equipos de entre 10 y 15 veces mayor, según datos del informe Uefa Club Licensing 2018.